Sergio López Barranco es una de las grandes promesas del atletismo nacional, subcampeón de España en los únicos campeonatos que se han celebrado este año.

Hace una semana, en pleno confinamiento, sufrió la pérdida de su abuela, Aurelia Marín, la superabuela del atletismo regional. Ayer, en un encuentro en Instagram con La Opinión, recordó la figura de esa deportista que tuvo 12 hijos y que comenzó a practicar el atletismo con 50 años: «Fue una persona moderna y pionera, que ha dejado una familia muy unida y nos ha transmitido valentía por luchar por mis sueños, la constancia y esa locura tan sana que tenía ella», dijo. Antes de cada gran campeonato, a la última persona que visitaba el deportista de Aljucer era a su abuela y en su honor se hizo un tatuaje después de participar en un Mundial donde acabó con mal sabor de boca. Aurelia Marín «fue pionera en correr las mujeres y los veteranos, y pocas lo hacían con su locura y su pasión», recordaba su nieto.

Sergio López, que estudia CAFD en la UCAM y está entrenado por Juan Carlos Abellán, ha regresado a los entrenamientos con cautela después del confinamiento: «Al principio vivimos un estancamiento brutal. Me hice con una cinta y no perdí la rutina, pero ahora, cuando salimos, nos duele todo y nos cuesta bastante, por lo que tenemos que ir con paciencia», dice.

Después de vivir unas semanas de incertidumbre ahora ve más claro el futuro: «Cuando aplazaron los Juegos nos preguntamos todos qué hacemos, pero a mí me vendrá bien para tener un año más de madurez y lograr una plaza en los 100 metros y en el relevo 4x100. El año que voy a tener más me va a venir bien», dice un atleta de solo 20 años de edad, quien añade que «al igual que mi abuela fue pionera en correr por Murcia, yo quiero ser el primer europeo en una final de 100 de unos Juegos». En la conversación salió a relucir el apodo que le pusieron sus primos, Pigmeo, los calcetines diseñados por una de sus tías que siempre lleva, y que tras el confinamiento, la familia se reunirá para rendir homenaje a Aurelia Marín.