Aunque todavía no es oficial, de forma extraoficial, ya han comunicado a los clubes pertenecientes al Grupo VII de la División de Honor de Juveniles que la competición ya ha finalizado.

Pese a que el último encuentro de la citada categoría se disputó el día siete de marzo, el Lorca Fútbol Base se encontraba fuera de los lugares de descenso y no ha dejado de trabajar con un plan específico supervisado por el técnico Paco Jurado.

En ese tiempo, los jugadores que han destacado a lo largo de la temporada, no han pasado desapercibidos para equipos que ya les estaban siguiendo.

Y ese seguimiento ha tenido final feliz. El defensa, capitán y curiosamente máximo goleador del Lorca Fútbol Base, Andrés Rodríguez ya es nuevo jugador del Villarreal. Le queda un año de juvenil, por lo que la próxima campaña podría vestir de amarillo en su campo de siempre, el Mundial-82 y ante su club desde que tenía seis años, el Lorca Fútbol Base. Andrés, que puede jugar en cualquier posición de la defensa incluso del medio campo, ha firmado por la entidad castellonense para las dos próximas temporadas.

Por su parte, el delantero madrileño Carlos Sáez, que esta temporada llegó al Lorca procedente del Villarreal, ha sido incorporado por el Levante. También le resta un año de juvenil.

Con estas incorporaciones, el Lorca Fútbol Base que preside Antonio Sánchez Carrasco sigue exportando jóvenes futbolistas. Actualmente los jugadores menores de dieciocho años que militan en clubes de toda España, procedentes de la citada entidad lorquina, son el cadete Ginés Sorroche, que esta misma campaña lo ha firmado el Real Betis, donde también milita el infantil Antonio Cánovas. En el Villarreal está el cadete David Tirado. En el Valencia cadete está el delantero Tomás Inglés. El defensa juvenil Farru está en el Almería. El meta juvenil Marc Aznar está en el Cádiz.

Si finalmente se hace oficial que no se van a disputar las cinco jornadas de liga que restan para que concluya la competición en División de Honor el Lorca Fútbol Base militará por vez primera en la historia del fútbol lorquino tres campañas consecutivas en la máxima categoría del fútbol juvenil español.

El más beneficiado de que se eche el cierre a la competición liguera en División de Honor es el Real Murcia, que lleva prácticamente toda la temporada en puestos de descenso. Los granas mantendrían su plaza en el Grupo VII, evitando así el fracaso de perder una categoría en la que son uno de los conjuntos con más solera. Después de veinticinco jornadas disputadas, los murcianistas ocupaban zona de descenso y tenían la salvación a tres puntos.