Estaba el Grupo IV en su mejor más emocionante cuando la expansión del coronavirus obligó a suspender todas las competiciones deportivas no solo en España sino también a nivel mundial. La jornada antes de que la Federación Española tomase la decisión de echar un cierre que parecía momentáneo, el FC Cartagena había recuperado su mejor cara para ganar al Córdoba en el Nuevo Arcángel. El doblete de Andújar parecía dar un respiro a un Borja Jiménez que no acababa de conseguir el beneplácito de la afición. Y es que los albinegros, desde que el avilés cogiera el timón del equipo tras la marcha inesperada de Munúa, no solo habían perdido su pequeño colchón como líderes sino que además se habían visto superados por el Marbella. Perdieron su situación de privilegio en la jornada 22, para recuperarla una semana después, pero a partir de la 23 y hasta la 27 los andaluces habían logrado mantenerse en cabeza y disputar una bonita lucha en la que el Badajoz, con tres victorias consecutivas, también quería invitarse.

Gracias al triunfo en Córdoba, en un fin de semana en el que el Marbella empataba frente al Recreativo, el FC Cartagena recuperaba el liderato. Con 54 puntos, los albinegros entraban en el último tramo de la competición con un punto de ventaja sobre el Marbella (53), cinco sobre el Badajoz (49) y siete más que el Yeclano (47).

Con treinta puntos por disputar todo podía pasar, y los cartageneristas encima estaban avisados porque no suelen brillar en las segundas vueltas, pero de repente la crisis sanitaria abierta en España puso patas arriba todo el país, incluido el deporte, que esta vez no quedaba al margen del caos que va dejando a su paso el coronavirus.

Pocos podían pensar cuando la Federación Española decidía aplazar un par de jornadas ligueras, que la cosa iba a ir mucho más lejos. Ahora mismo, pocos confían ya en que se pueda jugar al fútbol los próximos meses, y si se hace, será a puerta cerrada.

En los últimos días la Federación ha intentado buscar una salida para concluir la Segunda B y que cuatro equipos puedan ascender a Segunda. La propuesta federativa consiste en jugar un play off exprés y que no haya descensos. Así, los cuatro primeros clasificados de cada grupo lucharían por saltar de categoría. El FC Cartagena además se beneficiaría al estar líder. Pero hay muchos equipos que se han quejado de esa solución, defendiendo que no se puede dar por válida la clasificación si quedan treinta puntos por disputar.

Líderes poco fiables

Y los antecedentes demuestran que esas diez últimas jornadas ligueras son posiblemente las más importantes del campeonato, cuando se decide realmente todo. De hecho, los líderes a final de la jornada 28, en un 60% de los casos, son líderes poco fiables, ya que no consiguen confirmarse como campeones cuando el colegiado pita el final del último choque.

Analizando las últimas quince temporadas, solo seis equipos que eran líderes en la jornada 28 han logrado llegar a la 38 en ese puesto. En las dos últimas temporadas ha habido movimiento hasta el último día de competición.

El pasado curso el Recreativo dejaba con la boca abierta a Melilla y FC Cartagena, arrebatándoles el premio en el último segundo. Los onubenses, que solo habían sido líderes durante tres jornadas en toda la liga, se proclamaron campeones. Los albinegros, primeros en la jornada 28, vieron como sus 12 semanas en lo más alto no servían de nada. Peor fue lo del Melilla, que mandó en la clasificación hasta 17 jornadas.

Esta historia se repitió en la temporada 12-13. El FC Cartagena afrontaba los diez partidos finales como líder con 51 puntos. La liga en el Grupo IV la acabó ganando el Jaén con 70 puntos.

Sí se aprovecharon los albinegros de lo decisivo de esos dos últimos meses de competición en la 17-18. Tras la jornada 28 eran segundos con los mismos puntos que el Marbella (52), pero fueron capaces de remontar para acabar líderes y jugar como campeones. Ni a la primera ni a la segunda ascendieron, desaprovechando una gran oportunidad.

El último ascenso de los de la ciudad portuaria a Segunda fue en 2009. En esa campaña acabaron campeones del Grupo II, un primer puesto que también ocupaban a falta de diez partidos.

Hay otros casos curiosos de la importancia del segundo tramo del campeonato liguero. En la 2015-2016, el Real Murcia de José Manuel Aira lideraba la clasificación en la jornada 28 con 66 puntos. Al final de la liga regular, los granas habían comandado la clasificación durante 23 semanas, sin embargo no fueron líderes, y es que en los dos últimos meses, el UCAM Murcia les desplazaba de su puesto de privilegio, se clasificaba para el play off como campeón y ascendía por la vía rápida tras eliminar al Madrid Castilla.

En estos últimos quince años, solo durante tres temporadas, los equipos murcianos han sabido confirmar su regularidad en las diez jornadas finales. Lo hizo el Lorca en la 16-17, el Real Murcia en la 10-11 y el FC Cartagena en la 2005-2006. Mientras que los dos primeros lograron el ascenso, los albinegros se mantenían en Segunda B al caer frente al Vecindario.

Como se muestra en el cuadro, en las últimas quince temporadas, en seis de ellas el líder ha sido el mismo a la finalización de la jornada 28 y de la 38. En los otros nueve casos, ha habido un cambio en la cabeza de la clasificación.

Bailes en toda la tabla

Los bailes no solo se dan en el liderato. También se ven con equipos que lo pierden todo en la recta final. El UCAM Murcia y el Jumilla lo sufrieron el pasado curso. Los primeros, que fueron líderes cuatro jornadas y que llegaron a estar en play off casi toda la campaña, acabaron quintos, con los mismos puntos que el cuarto, pero fuera de la fase de ascenso.

Por su parte, los vinícolas, uno de los equipos revelación de la categoría en la primera vuelta, empezaron a flaquear poco a poco. En la jornada 28 ocupaban la duodécima posición con 36 puntos, disfrutando de un colchón de ocho puntos sobre el descenso. En el sprint final lo fueron perdiendo todo. Acabaron en play out (43 puntos), descendiendo a Tercera y desapareciendo posteriormente.