La temporada del UCAM. Quedaban por disputar seis partidos en el Palacio de los Deportes, uno de ellos, el más atractivo para los aficionados, ante el Real Madrid, previsto para el pasado 12 de abril. Tenerife, Estudiantes, Manresa, Burgos, Joventut y Gran Canaria también tenía que pasar por la capital del Segura. Es decir, que los abonados no han podido disfrutar del 35% de los partidos a los que tenían derecho a principio de temporada por culpa del coronavirus. Al igual que otros clubes, en la entidad universitaria baloncestística entienden que el perjuicio es grave para sus seguidores y por ellos están estudiando fórmulas para de compensación. Las fuentes consultadas por esta Redacción afirmaron ayer que en el plazo de una semana se podría dar respuesta a esa situación y apelaron a la comprensión porque las mismas será imposible llevarlas a cabo de inmediato, descartándose la vía del reintegro económico de la parte proporcional del carné anual.

Después de anunciarse las vacaciones forzosas del UCAM Murcia -está por ver si la ACB podrá desarrollar ese sprint final de temporada con solo 12 equipos en sede única-, Alejandro Gómez, director general del club, afirmó que «nuestro objetivo número uno era jugar» pese a que el comunicado de la ACB dejó claro que la decisión se había adoptado por unanimidad.

El equipo de Sito Alonso se quedó fuera de esa docena de elegidos por ser decimosexto en la tabla con solo 7 victorias, muy por debajo de las expectativas generadas al principio de la temporada, donde se marcó el objetivo de luchar por estar en el ecuador de la clasificación tras apostar por la continuidad del entrenador -tiene contrato un año más- y una teórica mejora de la plantilla. El rendimiento, sin embargo, había dejado muy mal sabor de boca entre los aficionados y un sentir generalizado de fracaso. El único aspecto positivo es que ha logrado la salvación, que estaba en entredicho, sin tener que arriesgar más. «Teníamos en mente acabar la temporada como fuera para demostrar nuestro potencial y dejar a un lado los resultados malos que hemos tenido para estar en una posición en la clasificación más acorde a como ha trabajado este equipo, además de quitar ese mal sabor de boca de esos partidos que hemos terminado perdiendo después de dominarlos durante mucho tiempo», afirmó ayer Alejandro Gómez en unas declaraciones distribuidas por el club. «Por los que más lo lamento es por los aficionados. Queríamos la posibilidad de jugar un final de temporada aunque fuera sin público y por la tele. Nos quedemos todos con esa espina clavaba y nos tiene que servir de acicate para la temporada próxima temporada, donde en un escenario revuelto y de crisis, nos tenemos que mover más rápidos y mejor para ilusionar de nuevo a la gente», añadió el madrileño.

Gómez no ocultó que en el futuro próximo el club tendrá que afrontar muchas dificultades económicas: «Nos estamos adelantando a los problemas financieros que el club va a tener, que van a ser graves. No poder jugar ahora mismo y no tener esa opción, nos ocasiona un montón de problemas económicos y lo que se nos viene encima para la temporada que viene», apuntó el director general, quien también señaló que «gracias al compromiso de la propiedad, todo está siendo más fácil», terminó diciendo.