Bienvenido Ballester Martínez (San Pedro del Pinatar, 17 de noviembre 1996) fue en 2019 campeón del mundo de duatlón en Pontevedra. Pese a trabajar a diario en alta mar pescando, saca tiempo para entrenar y competir, aunque alguna vez ha tenido que salir directamente del barco a una prueba y casi a diario le pasa lo mismo para entrenar. Pertenece al Triatlón Archena y también jugó al fútbol.

¿Dónde están sus orígenes deportivos?

De pequeño estuve jugando al fútbol en la EFB Pinatar hasta 2012. Entonces me aficioné al ciclismo y en 2014 me federé y corrí en un equipo júnior y también estuve en sub-23. Pero no estaba yo en forma y a principios de temporada sufrí una neumonía que provocó que dejara el ciclismo también por desmotivación.

¿Y entonces se metió en el triatlón?

En el verano de 2015 ya empecé a trabajar en la mar. No tenía el tiempo suficiente para mantener la forma. Entonces empecé a correr, hacía las carreras de pueblo por aquí y me reenganché a la bici porque la echaba de menos. Fue hace tres años cuando hice el duatlón de San Pedro, me gustó y me empecé a enganchar. Hace dos años me preparé dos o tres duatlones para ver lo que salía, me gustó el ambiente que había y desde el año pasado estoy con el Triatlón Archena haciendo el calendario regional y nacional por equipos, además de alguna carrera más suelta.

De ahí a ser campeón del mundo de su grupo de edad.

No, fui de todos los grupos de edad. Gané la general, aunque solo puntúas para el tuyo. Me lo preparé bien pero nunca pensando que podía pasar porque no tenía ni entrenador ni seguía unas rutinas de entrenamiento, y no me esperaba de golpe y porrazo hacer eso.

Vamos, que fue campeón del mundo sin entrenador.

Así es. Tengo entrenador desde junio del año pasado. Cuando se acabó la temporada de duatlón no me quedó más remedio que meterme a nadar, donde si no tienes técnica no haces nada. Empecé con Paco Mulero, que me depuró la natación y también mejoré en la carrera y la bicicleta. Me puse a un nivel bastante bueno en un tiempo récord, algo que poca gente puede hacer. Todavía me preguntan cómo he conseguido progresar en cuatro meses tanto en la natación porque hay que tener tiempo para asimilar. Ahora mismo incluso podría salir en cabeza en un triatlón tras la natación cuando antes salía siempre el ciento y pico.

¿Se ha dedicado a entrenar solo natación?

Sí porque en noviembre tuve un problema con los meniscos y se me dañó el de la rodilla derecha. Me tiré un tiempo solo a base de bici y de nadar porque no podía aguantar cinco minutos corriendo. Operarme no pude porque el ligamento no estaba tocado.

¿Y por qué pescador?

Por tradición familiar. Mi padre y mis abuelos fueron pescadores, pero también cuando empecé a pescar el tema del trabajo estaba algo complicado y era o seguir estudiando, algo que no me gustaba, o ponerme a trabajar. Un cúmulo de circunstancias hizo que me pusiese a pescar.

¿Cómo se compagina un trabajo duro con un deporte duro?

Buscándome la maña. Antes no tenía la intención de tener entrenador porque sabía que muchos de los entrenamientos no iba a cumplirlos por falta de tiempo. La pesca no tiene un horario fijo, sabes cuando entras pero no cuando sales. Para ir a la piscina me dejo la mochila en el coche preparada para en cuanto tengo un poco de tiempo salir disparado. Y para correr y la bici, también.

¿Ha llegado a bajarse del barco después de diez horas de faenar y se ha ido directamente a entrenar?

Después de diez horas lo he hecho un par de veces, pero cuando trabajo cinco horas, paro para comer y vuelvo y me tiro otras cinco horas, casi siempre lo hago. Si quieres entrenar no tienes más remedio que tenerlo todo todo preparado y hacerlo.

¿Qué es más difícil, hacer un buen triatlón o pescar diariamente?

Si hay mal tiempo en la mar, te diría que es más fácil hacer un buen triatlón. En la mar hay días que está bien, pero hay otros que te pilla mal tiempo y temporales y se pasa mal, sobre todo en otoño-invierno y a principios de primavera.

Ustedes no pescan solo en el Mar Menor.

El 1 de diciembre pasamos al Mediterráneo para hacer la campaña del chanquete, que dura tres meses, y a principios de marzo cambiamos de arte de pesa y pescamos al trasmallo el salmonete, la sepia, el bonito y el calamar. Después, cuando llega abril, damos el cambio al Mar Menor y hacemos la campaña de verano-otoño.

Menudo año llevan ustedes, porque entre el estado del Mar Menor y el confinamiento, no paran de vivir crisis.

La DANA fue, de momento, peor porque en octubre no nos dieron soluciones para nada, ni nos dejaban pescar fuera ni dentro, te tenías que quedar parado sí o sí. Y ahora, con el confinamiento, la primera semana cayeron los precios en picado, entre un 75 y un 80%. Ahora se está recuperando algo porque están empezando a abrir pescaderías, pero seguimos sin poder exportar el pescado. Ahora mismo vale algo de dinero porque hay pescaderías pequeñas que están abiertas, pero si no, sería una ruina porque nadie compraría el pescado.

Ser pescador es un deporte riesgo.

Tiene su riesgo. No es que sea el trabajo más duro del mundo ni el más peligroso, pero hay veces que pasan cosas, te das un golpe con algo, te caes, te resbalas... Trabajamos en un sitio que no para de moverse y cualquier mínimo movimiento que hagas mal te puedes hacer daño.

No es el mejor oficio para ser deportista.

No, seguro que hay mejores, no es lo más recomendable para ser deportista. Alguna vez te llevas un buen golpe o sufres un corte y después lo acusas en los entrenamientos. Eso me ha pasado muchas veces.

¿Y recuerda algún triatlón donde haya sufrido algo previamente?

Exactamente no fue un golpe, pero en el Triatlón de Fuente Álamo del año pasado, tuve la semana un poco cargada de trabajo. El sábado por la mañana trabajé y por la tarde, a las cinco, salía de Mazarrón la prueba. El día de antes tuve que dejarle la bici a un amigo para que me la dejara allí porque a mí no me daba tiempo. Ese día salí de trabajar, cogí el coche y me fui directamente a Fuente Álamo. Iba muy cargado y agotado, y cuando me puse a calentar en la natación tenía los brazos cargados. De todas formas no me salió mal.

Seguro que fueron sensaciones diferentes a cuando fue campeón del mundo. ¿Ese día pensaba que podía conseguirlo?

Vamos a ver, si sales a una carrera pensando que no puedes ganar, lo mejor es quedarte en tu casa. Siempre hay que ser realista, pero hay que darlo todo para quedarte al menos con eso.

¿Cuándo vio ese día que podía ser campeón?

En el primer segmento, en la carrera, fui en el grupo de cabeza y en la bici fuimos dando relevos los españoles y los ingleses. Además, esa carrera fue curiosa porque antes de la salida me encontré la rueda delantera pinchada. Solo faltaban 20 minutos y la solución fue cogerle la rueda de la bici a un compañero que competía por la tarde. Después de hacer eso apenas pude calentar y salí a correr. Ya estaba nervioso porque no había empezado la prueba y tenía cosas en contra.

¿Pero es competitivo?

Soy competitivo, pero no maniático. No me pico ni me enfado con nadie si me gana. Al contrario, eso me sirve de motivación para seguir mejorando porque ganar siempre te hace perder la ambición.

¿Cómo entrena durante el confinamiento?

Ahora mismo tengo el rodillo, unas mancuernas, una barra de banca y otra de dominadas en el techo. Y con eso voy saliendo del paso, pero no puedo correr ni nadar, pero eso me pasa a mí y a todo el mundo. Quien tiene cinta explotará eso, y los que tenemos rodillo, como la mayoría, hacemos eso.

¿Qué planes tenía para esta temporada?

Tenía en mente hacer el Campeonato de España de Duatlón Elite y el Triatlón Sprint de Águilas, pero llegó la lesión y estuve tres meses sin correr. Ahora mismo todo eso no se va a poder hacer y este año me lo voy a tomar como disfrute, para hacer competiciones que nunca he hecho. Ahora tengo en mente hacer triatlón de media distancia, algo que ya tenía pensado desde hace un año.

¿Se ve haciendo un Ironman?

Ahora mismo no, pero un Medio Ironman sí. El objetivo es ese este año, preparar un Medio Ironman y ver qué sale sin llegar a obsesionarme.

En realidad le atraen las grandes distancias.

No, el Ironman ahora mismo no quiero ni pensarlo porque te lo tienes que preparar muy bien, regularte, gastar lo menos posible. Con la edad que tengo yo no creo que sea lo mejor que puedo hacer. A partir de los treinta el cuerpo no es el mismo y las distancias largas las asimila mejor.

¿Cuál fue su última competición?

Fue el Duatlón de Caravaca, la última prueba que celebró justo antes del confinamiento. Había empezado a correr solo dos semanas antes después de recuperarme del menisco. Me salió bastante bien para no haber competido en tres meses. Y menos mal que decidí correr, porque si no ahora mismo estaría con el mono de hacer una competición.

¿Selecciona ahora mucho las pruebas?

Ahora mismo sí. El año pasado lo corría todo, no tenía criterio, estaba todos los fines de semana liado. Pero desde principio de esta temporada tenía claro que iba a correr bastante menos y mejor preparado.

¿Por cierto, se gasta mucho dinero en material?

Al principio sí porque te tienes que comprar la bici, neopreno y más o menos te vas dejando, pero una vez que lo tienes todo es mantenimiento a no ser que estés todos los cambiando de material.

Bueno, pero ya sabe que también hay mucho postureo.

Sí, sí, demasiado. Yo pienso que está pasando en el triatlón lo que está ya en el mundo de las carreras a pie, que la gente está llevándose por el postureo y al final ni corres ni haces postureo. Está bien tener una afición y compartirla en las redes sociales, pero hay gente que lo está llevando a un límite...