No hay mal que por bien no venga. Eso han pensado varios clubes de Segunda División B que ante la crisis abierta por la expansión del coronavirus y la paralización de las competiciones deportivas han decidido presentar ante la Federación Española de Fútbol un proyecto para reestructurar la división de bronce. Aunque se lleva ya varios años hablando de la necesidad de lavar la cara a la categoría, nunca llega la oportunidad. Tampoco parece preocupar eso a la RFEF que, ante la incertidumbre actual, ha propuesto un plan para cerrar la liga 2019-2020 que implicaría aumentar el número de equipos de futuras temporadas, pasando de 80 a 98 y de cuatro a seis grupos.

La propuesta de Luis Rubiales, que promueve los ascensos pero no los descensos, ha provocado el malestar en muchos clubes que ven como una vez más se echa tierra a una división de bronce que ya de por sí tiene pocas salidas. Incluso equipos que tendrían el billete para el play off exprés impulsado por el presidente de la Española consideran que no se puede permitir engordar la lista de clubes participantes en la Segunda B. Uno de los más críticos ha sido el presidente del Badajoz, aunque hay otras voces que también han mostrado su contrariedad. En el caso de la Región, Real Murcia y UCAM lanzaron sendos comunicados oponiéndose a ese plan. El Yeclano es otro de los que ha tirado de sensatez pese a que podría participar en la fase de ascenso.

Más de treinta clubes de todos los grupos ya habrían dado su visto bueno a un proyecto que propone dividir en dos la actual Segunda B. Por un lado se crearía una liga denominada Segunda B Élite que estaría formada por cuarenta equipos repartidos en dos grupos. Ellos competirían por cuatro plazas de ascenso al fútbol profesional.

Según se expone en el dossier enviado a la Federación, los campeones de cada uno de los dos grupos ascenderían directamente a Segunda División. Los segundos y los terceros competirían en un play off en el se repartirían los otros dos billetes al fútbol profesional.

Para establecer la competición de esta nueva categoría se tendría en cuenta la clasificación actual, teniendo en cuenta que la Federación ya da por hecho que no se va a poder disputar lo que queda de liga regular. Los doce equipos que no asciendan a Segunda en el play off exprés pasarían a jugar esta liga élite. A ellos se unirían los conjuntos clasificados entre el quinto y el décimo lugar, ambos inclusives. La competición se completaría con los cuatro equipos que descienden de Segunda.

Si saliese adelante esta propuesta reformista, el Real Murcia y el UCAM estarían el próximo curso en la liga Élite. El FC Cartagena y el Yeclano también siempre y cuando no pudieran ascender a Segunda.

Los defensores de esta propuesta creen que esta es una forma de «proteger, dar estabilidad y sostenibilidad, y no devaluar aún más» la división de bronce, según explican en el dossier enviado a Las Rozas. Y es que consideran que aumentar el número de participantes a 98 «es demoledor».

«Es el momento ideal para acometer un cambio», defienden, y para ello hacen una «propuesta de reforma integral», hablando de un «proyecto conjunto que será sólido, duradero y solidario».

96 equipos en una Segunda B intermedia

Entre la Liga Élite y la Tercera División, según desarrollan en este plan, se crearía otra categoría en la que competirían 96 equipos divididos en seis grupos. Esta competición se seguiría denominando Segunda División B y estaría compuesta por los 40 clubes clasificados entre las posiciones 11 y 20, y los 56 equipos que ascenderían de Tercera.

La propuesta ya está encima de la mesa de la Federación Española de Fútbol. Según detallan en la carta enviada a Las Rozas, los clubes que se han dado la mano para apoyar este plan confían en que «se pueda implementar en la próxima temporada (2020-21), y para ello, quedamos a su entera disposición para seguir avanzando en la misma». Ahora habrá que ver cuál es la idea de la RFEF, que en la última semana, ante la dificultad de poder jugar por el coronavirus, decidió proponer que se diese por cerrada la liga regular, jugándose un play off exprés y anulando los descensos.

Además también se detalla que "a partir de la temporada 2022-23, se estudiará la posibilidad de una nueva restructuración de las dos categorías, planteando como una alternativa previa que será diseñada y acordada en su momento. En líneas generales, y como ya se ha planteado hace 2 temporadas por la propia RFEF, la Segunda B-Élite sería formada por un solo grupo de 22 clubes, y la Segunda B por 3 grupos de 20 equipos".

Venta conjunta de derechos de TV

Los clubes que están defendiendo esta propuesta impulsada especialmente por el Badajoz consideran que esta reestructuración permitiría dar un poco de oxígeno a una categoría sin apenas ingresos. Para ello plantean a la Federación una venta centralizada de los derechos televisivos. El 90% de lo que se consiga iría a los clubes, mientras que el 10% lo destinaría la RFEF al desarrollo del fútbol base. Por otro lado también se detalla en este plan que se podría conseguir dinero vendiendo el nombre de la competición así como consiguiendo patrocinadores por parte del organismo presidido por Rubiales. Por último, se renunciaría a las subvenciones federativas, que irían a los clubes de la Segunda B.