La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) acordaron que haya un mínimo de 72 horas de descanso para los futbolistas entre partido y partido si se reanuda la competición.

La federación y el sindicato, junto a LaLiga, las asociaciones de Jugadores y de Jugadoras de Fútbol Sala y los clubes de la Primera Iberdrola y de la Primera División de Fútbol Sala, mantuvieron una reunión telemática de la Comisión de Seguimiento para abordar los escenarios generados por la pandemia.

Según informó la RFEF tras este encuentro, su presidente, Luis Rubiales, dejó claro una vez más que las condiciones de salud para los futbolistas serán innegociables y el organismo reiteró «su frontal rechazo a que los futbolistas jueguen cada 48 horas».

«Ante la postura inflexible de la RFEF, AFE se ha visto obligado a aceptar que el mínimo será de 72 horas, deshaciendo así su acuerdo previo con LaLiga», advirtió la Federación. Sin embargo, desde el sindicato desmintieron esto y recalcaron que su «posición siempre ha sido que los partidos se deben jugar en un plazo mínimo de 72 horas».

Además, durante los meses de mayo, junio, julio o agosto, se opondrá a la disputa de partidos en los que las condiciones de calor, radiación solar y humedad sean contrarias a la salud de los futbolistas.

En este sentido, y «de acuerdo con los informes a los expertos encargados» por parte del órgano federativo, se aprobarán dos pausas de hidratación por tiempo, en lugar de una por periodo, para combatir las elevadas temperaturas que se puedan dar en los meses de verano.

AFE, por su parte, también presentó su postura sobre el asunto de prorrogar los contratos más allá del 30 de junio si las ligas se ven obligadas a alargarse a julio y fue crítica con la RFEF. «Lamentamos que pretenda hacer seguidismo de la FIFA y asuma esta postura, la de prorrogar los mismos, porque se vulnerarían los derechos laborales de los y las trabajadores/as», resaltó el sindicato, que recuerda que el ente rector del fútbol mundial no tiene competencia legal en las relaciones laborales entre clubes y futbolistas.