Carlota Prendes Larios (Cartagena, 31 de marzo de 2001) es una estudiante de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte en la Politécnica de Madrid. En enero ganó el Europeo de jiu jitsu y a raíz de un tuit la llamaron para una entrevista en La Resistencia, programa de Movistar Plus que presenta David Broncano. Natación, judo, lucha, ballet, fútbol, rugby, atletismo y hasta tiro con arco ha practicado esta joven que también toca la guitarra. En Cartagena entrenaba en el Gimnasio Apolo y ahora lo hace en el City Fit, de Madrid, bajo la dirección de Arturo Salas.

¿Desde cuándo hace deporte?

Pues desde que tengo uso de razón. Desde que que era pequeñita mis padres me dijeron que no me iban a obligar a hacer ningún deporte en concreto, pero que era bueno para el cuerpo y la mente. Me dejaron que eligiera lo que quisiera. Estuve apuntaba a natación un tiempo, pero ni me acuerdo de haberlo hecho, y después hice judo seis años, ballet nueve, atletismo, tiro con arco y jiu jitsu. Y también estoy ahora jugando al fútbol y rugby en la Universidad.

Pues no me salen ya las cuentas.

Sí, porque iba combinando varios deportes porque siempre he hecho dos a la vez. Siempre me ha gustado probarlo todo.

Judo y ballet son incompatibles.

Y el tiro con arco con el judo y el atletismo se parecen como un huevo a una castaña.

Una vida muy variada, por lo que veo.

Además, ningún deporte lo he hecho poquito tiempo. Yo hacía mínimo dos años cada uno.

Y ahora jiu jitsu y también me contó que hacía grappling. ¿Qué es el grappling?

Es bastante parecido al jiu jitsu pero tampoco la gente sabe lo que es. Consiste en conseguir que tu oponente se rinda. No vale tocar la cara, genitales, solo valen llaves.

Pero para eso hay que tener mucha técnica.

Sí, sobre todo cuando tienes un cuerpo pequeñito, porque cuando eres grande puedes aplastar con el pecho. Pero cuando eres pequeño, como es mi caso, tienes que perfeccionar mucho la técnica. Yo llego muchas veces al entrenamiento media hora antes y me dedico a hacer técnica yo sola, repeticiones una y otra vez.

Pues tiene que ser muy aburrido.

Bueno, yo me pongo mi música y voy a lo mío mientras voy haciéndolo y ya está. Cuando lo haces con algún compañero, estás hablando y te lo pasas bien.

Con la diferencia que hay entre todo lo que ha hecho, dentro de poco la veremos en otra disciplina.

La natación no la cuento porque se me da fatal. No sé, siempre me ha gustado hacer varios deportes. Cuando hacía atletismo lo combinaba con jiu jitsu.

¿Qué hacía en atletismo?

400 metros porque soy relativamente rápida.

¿Qué es lo mejor que se le da del jiu jitsu?

El combate en el suelo. El jiu jitsu es como el boxeo, donde te van dando una serie de puntos mientras que no acaba el combate. En el jiu jitsu mucha gente va a puntuar, sin más, pero yo no, voy a tirar a mis rivales al suelo y a acabar cuando antes el combate.

¿Practica mucha gente en España este deporte?

Desde que salí de Cartagena estoy descubriendo que hay muchísima más gente de lo que pensaba. Ahora se ha hecho muy popular y en Madrid hay un montón de gente que lo practica y que quiere también iniciarse. No hay tantos practicantes como en el judo, pero hay más de lo que se pueda pensar para ser un deporte marginal. Se está empezando a ver nuestro trabajo.

¿Y qué tiene de atractivo?

Aparte de que es una disciplina muy completa, porque hay combate en pie y en el suelo, tiene la parte del judo de pie, y una parte de suelo muy amplia, con un abanico técnico muy amplio. Abdominales haces muchísimas y por eso a la gente le gusta tanto. Cuando estás combatiendo no te das cuenta de la fuerza que haces.

¿En el jiu jitsu hay muchas chicas?

No, somos muy poquitas, pero cada vez somos más y eso mola mucho.

¿Por qué?

Te pongo un ejemplo porque no puedo explicarlo mejor. En Cartagena, cuando entrenábamos, éramos seis y yo era la única chica. Entrenar con tíos que pesaban 80 kilos muy grandes y yo con 47, era muy difícil. Cuando una chica llega y se encuentra a siete hombres que pesan 90 kilos, pues no le llama mucho la atención y la mayoría no sigue.

Los chicos, cuando les gana, no querrán ya luchar contra usted.

En Cartagena éramos como una familia, casi todos amigos de mi padre. A mí me tomaban como la niña a la que enseñaban, tuve esa suerte.

Pero si algún día les ganaba, ya no les haría tanta gracia.

A ellos sí porque eran como mi familia, pero cuando venían chicos nuevos y yo los entrenaba, sí que se picaban. Los señores mayores que tenían técnica eran muy buenos conmigo, pero los chicos de mi edad se picaban un montón, pero al final se acababan rindiendo.

Cuando la chica gana al chico, ya la cosa cambia, ya deja de ser la chica simpática. Además, se le nota muy competitiva.

Un poquito, solo un poquito.

¿Ha iniciado a sus amigas en el jiu jitsu?

Pues sí, tengo una amiga de Cartagena, que se llama Mar, que se animó y lleva un año y pico entrenando. Estoy súper orgullosa de ella porque sé que le costó un montón. Al principio se lo dejó a los dos días, pero este año, al verme a mí ganar, se ha motivado un montón y estoy notando que mejora. Me hace sentirme genial que gracias a mí una chica se haya iniciado en este deporte.

Ha empezado a seguirla mucha gente en redes sociales a raíz de ser campeona de Europa. ¿Cuántos seguidores tenía antes y después? Aunque también tiene que haber un antes y un después tras la entrevista que le hicieron en La Resistencia.

Claro, hay un antes y un después de todo. Yo tenía como unos 50 o 60 seguidores en Twitter antes de ganar el Europeo. En ese momento pasé a tener 3.000. Y en Instagram pasé de 1.000 a más de 2.000. Después fui a otro programa de radio de Europa FM y subieron unos 700 más, y luego, cuando estuve en La Resistencia, se disparó y ahora tengo en Instagram 30.000 seguidores.

¿Y cómo fue eso de que la llamaran para La Resistencia?

Puse un tuit diciendo que había ganado el Europeo y que me había hecho mucha ilusión. Además, lo redacté súper fatal porque estaba muy nerviosa. El tuit no llevaba ninguna coma ni signo de puntuación, pero se volvió viral y la gente empezó a seguirme. De repente, un día me escribió un chico que trabaja en La Resistencia. Me dijo que había visto mi tuit y me propuso ir al programa. Después de asegurarme que era una cuenta real, le pregunté si me estaba vacilando. Me costaba creerlo. Después le dije que me daba igual la fecha de la entrevista porque iba a estar disponible sí o sí.

¿El día que fue campeona de Europa le llamamos muchos periodistas? Recuerdo que cuando hablamos no tenía ni una foto para pasarme.

Antes de ir a mí no me conocía nadie y yo fui sola, ni llevé entrenador. Allí estaba todo el mundo con sus entrenadores, sus compañeros y su equipo, pero yo competía el lunes y el resto de mis compañeros lo hacían el domingo siguiente. Mi entrenador me dijo que nadie me podía acompañar, que lo sentía, pero yo dije que me iba a sola. Salí para Lisboa con un compañero de clase al que le hacía ilusión hacer un viaje y que se animó a venirse conmigo. Y la única foto que tengo de ese día es una del combate, ninguna más.

Pues no me creía que solo tuviera una foto cuando la gente, en un momento como ese, tiene siempre muchísimas.

Pues así pasó. Es que la gente de mi equipo decía que Carlota es súper buena, pero que me iba a poder la presión estando yo sola y que no iba a poder conseguir nada. Es más, mi entrenador fue el único que apostó por mí y dijo que era capaz de ganarlo sacándolo sola.

En La Resistencia tampoco le pudieron los nervios porque estuvo súper natural.

Pues nunca había hecho una entrevista de esa forma. Para mí todo esto es nuevo.

Pues parecía que llevaba toda la vida haciéndolo.

Mucha gente me lo ha dicho, que eso fue lo que me hizo ganar seguidores, que se me vio muy tranquila y real. Ese día estaba mala y la noche anterior me la pasé en urgencias con 40 de fiebre. Me hicieron la prueba del coronavirus y me dijeron que no lo tenía, y por eso fui a La Resistencia. Cuando fui a salir me dije a mí misma que tenía que mostrarme como si estuviera con mis compañeros. Y así fue, estuve tan tranquila.

¿Era seguidora del programa?

Sí, no lo veía todos los días porque no tengo Movistar Plus, pero sí que lo veo bastante en Youtube y me gusta mucho. Por eso, cuando me dijeron de ir€

Pensó que la estaban troleando.

Yo pensaba que llevan a Piqué a entrevistarlo y me llevan a mí también. ¿En qué cabeza cabe?

Bueno, me tiene que enchufar para ir porque le he prometido a mi ahijado que ese es su regalo por su 18 cumpleaños, que es en diciembre. ¿Y el confinamiento, dónde le pilló?

Pues venía de estar una semana mala con gripe y todo el mundo me dijo que no saliera de casa porque tenía las defensas bajas y podía contagiar a alguien. Llevaba una semana encerrada en mi casa sin salir cuando me dijeron que al día siguiente, cuando tenía previsto ya ir a la universidad, se suspendían las clases.

¿Desde cuándo lleva en casa sin poder salir entonces?

Lo miro que lo tengo apuntado. Desde el miércoles 4 de marzo. Fíjate que le había dicho a mis amigas que necesitaba salir a dar una vuelta, a tomar algo porque me iba a volver loca. Salí ese día a darme una vuelta y desde entonces estoy encerrada.

Ahora sí que no tiene excusas para sacar buenas notas.

Ya, totalmente. Ahora no valen las excusas.

¿Y la carrera, bien?

Sí, bien porque me gusta y eso se nota. No saco dieces, pero voy muy bien con mis notas. Lo que no sé es qué pasará con las clases prácticas porque estoy estudiando Ciencias del Deporte y la mitad de las asignaturas son deportes como natación, voleibol y balonmano, que eso lo tenemos un poco más complicado.

¿Está haciendo en casa deporte?

En casa entreno abdominales, tengo mis rutinas, no tengo material, pero sin material también se puede entrenar bien. Sé lo que tengo que practicar. La técnica no puedo realizarla en este suelo y sin compañero me cuesta mucho, pero estoy entrenando físico para no perder la forma.

¿Cuando no gana se mosquea?

Tengo mal perder en competición, lo paso fatal, no lo aguanto, lo paso muy mal. Entrenando me da igual, pero cuando estoy compitiendo, no me gusta perder ni a las chapas.

Por su historial, dentro de poco la veo haciendo otra cosa.

Bueno, este año estaba haciendo jiu jitsu, fútbol y en la universidad rugby. No sé, me gusta combinar deportes.

¿Y de qué juega al fútbol?

En la banda, de extremo.

¿Marca goles?

Yo no, corro la banda, ya está, doy asistencias.

¿Y nunca le han tachado de marimacho?

Sí, desde pequeñita. Como en el cole jugaba al fútbol, se metían mucho conmigo. No digo insultos, pero con la sociedad que había entonces me decían marimacho y lesbiana y no me hacía gracia. Ahora me da igual lo que me digan, me importa una€

Pues imagínese generaciones anteriores.

De pequeña sí me que me afectaba porque me decían que era un chico.

Es que si tuviera otra tendencia sexual, no sé dónde está el problema.

Cuando llegué a 3º de la ESO, un día un chico hizo un comentario sin maldad, pero dijo que le daba igual cambiarse delante mía porque era como un chico más. Y entonces saltaron todas mis amigas a decirle que no era como un chico más, que Carlota es una chica y te puede pegar una paliza.

Por la calle con usted no se debe meter nadie.

Nunca he tenido problemas por la calle porque nunca han llegado al contacto físico. Solo recuerdo una vez que estábamos en un descampado y un pavo se puso a meterse con una amiga mía, lo tiré al suelo y como iba un poco borracho, se quedó en el suelo un rato y nosotras nos fuimos. Pero sí que es cierto que voy mucho más tranquila y mis amigas, también.

Bueno, ¿hay algo más de su vida que debería saber?

Pues toco la guitarra.

¿Qué se le da bien con la guitarra?

Bueno, sobre todo clásico porque iba al conservatorio, pero como ya acabé ahora saco las canciones que me gustan.

Yo también le di a la guitarra en mi juventud, pero ahora mejor no escucharme. ¿Por qué la guitarra?

Porque a mi madre le gustaba la música y dijo que tenía que hacer un deporte e ir al conservatorio.

Pues no le quedaba vida ni para respirar.

Claro, pero mi hermana, que solo iba al conservatorio y a un deporte, sí le daba tiempo a hacer más cosas, pero conforme nos fuimos haciendo más mayores, era se dejó el deporte y se quedó solo con la música, todo lo contrario que me pasó a mí. Al practicar varios deportes, sentía que la vida no me daba para más, pero al estar en Cartagena, que lo tenía todo a diez minutos andando o menos, lo tenía fácil, iba de un sitio para otro.

Bueno, eso de irse a Madrid a estudiar teniendo aquí dos facultades€

Porque necesitaba un cambio de aires. Si me quedaba en Murcia, iba a estar en casa y quería salir de Cartagena. Era un reto personal, sentía que necesitaba cambiar. Además, Ciencias del Deporte, en la Politécnica de Madrid, es el mejor sitio para estudiarla. Aparte, en Madrid están ahora mismo entrenando los mejores del mundo de jiu jitsu, a los que conoce mi padre. Estuve trabajando en verano para poder pagarme el piso en Madrid y vivir un tiempo y aquí también he estado trabajando, entre el dinero ahorrado, lo que me pasaba mi padre he sacado lo justo para sobrevivir.

Pero le habrán pagado una pasta por ser campeona de Europa de jiu jitsu.

No, por eso no me han pagado nada.

Lo decía con ironía, seguro le habrá costado de su bolsillo.

Claro. Es como cuando la gente me dice que me habrán pagado por ir a La Resistencia. Sí, las gracias me dieron. Me pusieron el coche para ir, que para mí estuvo muy bien porque fueron muy majos.

¿Pero vio lo que había en la caja?

No, porque lo revelaron justo el día de antes y yo estaba súper enfadada.

Cierto, qué mala suerte. No le hicieron ni firmar el contrato.

Sí, es cierto, yo pregunté por wasap si podía decir lo que había en la caja. Y me dijeron que tenía que pagar no sé cuántos miles de euros de multa, que me hacían firmar un contrato. Y dije qué chulo, que iba a firmar un contrato, pero nada, no llegué a tiempo.

Cumplió años en el confinamiento. ¿Cómo lo celebró?

Por Skype. Nos pusimos mi hermana, que está en Cartagena con mi hermano y mi madre, y por otro lado, mi otra hermana, que está fuera. Y todos nos conectamos por Skype.

¿Y apagó las velas?

Las apagué yo sola, pero las apagué.