El confinamiento y la crisis sanitaria por el coronavirus paralizó en marzo todas las competiciones deportivas. Por eso, los 18 clubes que componen la Liga ACB se reunieron ayer por conferencia en una reunión informativa para evaluar los efectos del periodo de esta suspensión temporal, y continuar trabajando en escenarios futuros. Así lo informó la propia asociación a través de sus canales oficiales, donde se dejó sin efecto la fecha establecida (en un principio, cuando se desató la crisis por el COVID-19) para el 24 de abril y se «analizará en las próximas semanas la evolución de la crisis sanitaria para tomar decisiones», comunicaba la Liga Endesa.

Antonio Martín, presidente de la ACB, mostró en nombre de todos los clubes «el profundo dolor por los estragos de esta terrible pandemia. Acompañamos en el sentimiento a las familias que lo están sufriendo y que no pueden despedirse de sus seres queridos», decía el comunicado. A nivel deportivo «el objetivo de reanudar la competición se mantiene intacto y analizaremos junto a nuestros clubes la mejor manera de conseguirlo, asegurando siempre la salud de todos los participantes». En estos momentos se han consumido vienticuatro jornadas, por lo que restan diez para que concluya la fase regular (un partido más en el caso del UCAM Murcia y el Ibersotar Tenerife al tener aplazado su encuentro) y debido a que los contratos concluyen el 30 de junio, el escenario ideal es que se pueda concluir antes de esa fecha. Por lo que se podrían ver hasta tres jornadas semanales de competición.

Uno de los obstáculos a la hora de estudiar la reestructuración es ver qué deciden las competiciones europeas. En el caso de la Basketball Champions League, que pertenece a la FIBA, ya se conoció a lo largo de esta semana que lo que resta de torneo se disputará a finales de septiembre en una Fase Final compuesta por ocho equipos, en lugar de los cuatro habituales. Mientras que la Euroliga y la Eurocup siguen barajando opciones. Aunque la liga rusa, por ejemplo, que cuenta con representantes en la máxima competición continental, ya ha quedado suspendida oficialmente.

Además, varios jugadores de la liga ACB se han marchado sin permiso y sus clubes les ha incoado expediente disciplinario. Algo que no sucede así en el UCAM Murcia CB, que cuenta con la totalidad de su plantilla confinada en la capital del Segura y trabajando de forma diaria gracias al uso de las tecnologías. La entidad, de momento, ha eludido hacer un ERTE a su plantel, que ha cobrado la nómina íntegra del mes de marzo siguiendo la hoja de ruta marcada por la Asociación de Clubes, donde la mayoría de sus afiliados ha optado por mantenerse a la expectativa en este sentido.