Muchos de los acuerdos para las siguientes temporadas deportivas se atan anualmente entre los meses de marzo y abril. Pero este año no será así porque el coronavirus así lo ha dictaminado. «La suspensión de las competiciones ha paralizado el fútbol», dice José Manuel Espejo, muleño que es agente FIFA. «En esta época se llevan a cabo muchas reuniones de cara a la siguiente temporada con directores deportivos. El ritmo de trabajo ha bajado en un 80% en un mes donde se empiezan a cuajar cosas», apunta Espejo, quien admite que la crisis «nos va a afectar porque algún club vendrá con recortes. Intentaremos minimizar el golpe, pero todo eso va a dar lugar a conflictos. Intentaremos siempre que impere la lógica, pero los futbolistas y nosotros seremos flexibles».

Espejo no deja de atender estos días llamadas de sus representados, pero no para hablar del futuro, como es habitual en esta época del año, sino por «la gran incertidumbre que existe. Están preocupados, pero están abiertos y flexibles a escuchar y ceder. Quieren que se lleguen a acuerdos coherentes, que dejen satisfechas a todas las partes», dice. Y para los agentes de futbolistas se plantea otro problema en caso de no poder concluir la campaña el 30 de junio: «Acabando en esa fecha se evitarían muchos problemas», dice el muleño, pero admite que «todo está por esclarecerse. Hay mucha gente involucrada y hay que llegar a acuerdos. Hay voluntad de ello, pero también hay futbolistas que no están dispuestos a poner en peligro su salud. Influirá mucho si los clubes han hecho rebajas o no en los salarios», dice. Al igual que el abogado de la AFE, señala sobre los ERTE que «los futbolistas siguen trabajando desde casa, y para posponer el contrato, hay que llegar a un acuerdo con ellos». Esos pactos seguro que afectarán en el futuro, «ya que las gracias que hagan los clubes con los jugadores en estos momentos serán proporcionales a las que hagan los futbolitas después. Hay muchos casos diferentes, pero se pueden dar hasta conflictos internos para llegar a acuerdos», añade el agente muleño.