Soraya Lumbreras Sánchez (Alicante, 29 de agosto de 1990) fue la ganadora el pasado domingo de la Carrera de la Mujer. Abogada y Periodista, trabaja como camarera en el restaurante La Tagliatella, del Centro Comercial Thader, mientras se prepara para unas oposiciones. Ha hecho natación, tenis y desde hace unos años es una asidua de las pruebas populares de la Región.

¿Desde cuándo está vinculada al deporte?

Toda la vida he jugado al tenis, desde pequeña, y es verdad que también hacía natación. Mi padre siempre me ha inculcado mucho hacer deporte, y como soy una persona tan nerviosa, me ha ayudado mucho a desestresarme. Cuando vivía en Madrid me apunté a clases de tenis y allí corrí mi primera carrera, en mi universidad, la Carlos III.

Entonces empezó tarde a correr.

Sí, ya estaba crecidita. Era mi último año de la universidad y me apunté a una carrera porque no sabía qué hacer. Encima, mis zapatillas eran de tenis, nunca había corrido en mi vida y me dijo un amigo que la preparara corriendo en una cinta, algo que no recomiendo a nadie. Ahí empecé y recuerdo que tardé una burrada en terminarla, 59 minutos en un 10K, que a día de hoy diría que es imposible. Terminé muy contenta y a partir de ahí empecé a correr por mi cuenta. Cuando regresé a Murcia, que es una ciudad mucho mejor para correr que Madrid, me animé más porque puedo ir a cualquier sitio sin problema, y luego está el tiempo, que ayuda mucho, porque en Madrid se pasa un frío que impide salir a la calle. Encontré un grupo de correr, que era Murcia Running, compuesto por hombres mayores que yo, y ahí fue cuando empecé a hacer mis primeras series porque hasta ese momento no sabía ni eso. Poco a poco fui mejorando y viendo que tenía que hacer ciertas cosas para poder mejorar. Después encontré los grupos de entrenamiento de la pista de atletismo y empecé con Grupo Alcaraz y luego, por temas de horarios, me apunté a uno Torrevieja, con un chico que se llama Álex y con quien mejoré un montón en intensidad. El problema es que entrenaba sola y ahora estoy con otro grupo que se llama Grasshopper, que también está en la pista, que me lleva los entrenos, aunque sigo corriendo con Torrevieja.

¿Se considera muy competitiva?

Sí que lo soy, en general, siempre lo he sido, pero no con otras personas, sino conmigo misma. En ningún momento me voy a enfadar porque alguien me gane, porque si pasa es porque son mejores, pero soy muy crítica conmigo misma y nunca considero que lo voy a hacer bien aunque haya conseguido un tiempo muy bueno. También es verdad que yo ya soy mayor y es muy difícil llegar a un nivel alto por el escaso tiempo que tengo para dedicarle. Dentro de lo que puedo, hago lo que puedo. También hago natación, que me ayuda muchísimo, y como soy bastante nerviosa, lo necesito.

¿También ha hecho triatlones?

Nunca lo he hecho, pero me gustaría. Si yo pudiese, intentaría hacer uno supersprint, de distancias cortas, pero me parece muy difícil a día de hoy. No sé de dónde podría sacar el momento porque llego muerta de trabajar.

¿Cuando empezó solo había hombres?

Chicas éramos dos o tres, muy pocas. Encontré el grupo de entrenamiento de una manera rara, porque me aconsejaron esa tienda y fui un día. Precisamente los miércoles a las ocho cerraban y ofrecían entrenos. Era un grupo de hombres que se habían juntado y ahí fue cuando empecé a hacer series. Ellos estaban muy fuertes y yo he mejorado poco a poco. No tengo un don para correr ni nada de eso, simplemente trabajo y trabajo. Esa fue mi primera toma de contacto con las series de entrenamientos.

¿Nunca había tenido entrenador?

Para nada. Yo iba a correr y era lo que salía, pero llegó un momento donde noté que no mejoraba. Entonces me di cuenta que tener alguien que te dirija ayuda mucho.

¿Y cuándo dio el cambio?

Sobre todo cuando me puse en manos de un entrenador que sabe cómo vas y los ritmos que llevas, que te pone entrenamientos muy específicos. Diariamente solo tengo una hora y no puedo saltármela porque entonces la pierdo. Mucha gente dice que me vaya al monte a correr, pero yo no puedo porque no me da tiempo. A la gente, a la hora de correr, no le gusta mucho madrugar, pero yo no puedo hacer eso. La suerte es que he encontrado a un chico de Villegas Team que sale también muy temprano los domingos por la mañana y nos hemos adaptado los dos. Ayuda mucho ir acompañada, porque muchas veces, cuando sales sola, por la situación que se vive hoy en día, da un poco de miedo. Evito salir por la noche porque aunque nunca me ha pasado nada grave, sí que alguna vez se ha parado un coche y no me hace gracia. Intento evitar la noche por eso y cuando no tengo más remedio, me voy a la pista a rodar sola porque al menos ahí hay gente.

¿Le gustan las grandes kilometradas?

La verdad es que sí. Estoy más a gusto haciendo distancias largas que cortas. Como no comencé a correr de pequeña, me siento a gusto con muchos kilómetros, pero cuando tengo que hacer pruebas de 5K, como el otro día, por ejemplo, sufro muchísimo porque lo doy todo, literalmente.

Claro, se exprime al máximo desde el primer minuto.

Así es. Hace dos semanas hice un 10K y me sentí más a gusto que en el 5K del otro día porque con los kilómetros recupero. Siempre me han dicho que tengo más posibilidades en las medias maratones que en carreras cortas.

¿Lleva muchas medias maratones?

Pues este año me he pasado. Hice Santa Pola, Murcia, Valencia y Orihuela, que no son tantas, pero que para mí es mucho porque fueron en un período de tiempo muy corto y con poco espacio de tiempo para entrenar. En Orihuela, aunque estaba cansada porque había trabajado, acabé muy contenta porque hice mi mejor marca, 1 hora y 29 minutos, que para mí es una cosa exagerada. Bajar de 1h.30 era una cosa impensable para mí.

¿Se ha marcado algún reto?

Ninguno en especial. El año pasado tenía mucho más tiempo y quizás no supe valorarlo, porque podía haber hecho más cosas. Este año, que tengo un montón de cosas encima, me están saliendo mejor.

Pero si trabaja los domingos, no le dará tiempo a nada. De hecho me hizo gracia que en la Carrera de la Mujer, cuando me dijo que tenía prisa por recoger el trofeo, era porque la estaban esperando en el restaurante.

Claro, no era otra cosa, solo era porque que me estaban esperando para trabajar. Allí no saben que yo corro ni nada de eso. ¿Cómo voy a decir que he llegado tarde porque he ganado una carrera?

Siendo camarera hará muchas piernas a diario.

Así es. Hay días que acabo reventada porque estoy desde por la mañana hasta por la noche, y ahí ya las piernas no funcionan. Es cierto que me cuido mucho porque me pongo medias compresivas y me echo crema todos los días. Quizás no voy al fisioterapeuta como se aconseja, pero me intento cuidar siempre las piernas bastante.

¿Y la alimentación?

Mira, yo como de todo. Es cierto que no tomo fritos ni cosas de estas porque tengo la suerte de que en mi familia se come bastante bien. No tenemos chuches ni nada de eso. Intento cuidarme bastante bien, pero nada especial. Sí que es verdad que me encanta el pan. Dicen que no es bueno, ya lo sé, pero yo no soy élite ni nada eso, aunque en general como bien. Sí que me han dicho que si hiciese una alimentación más específica podría mejorar más, pero también es verdad que los estudios me generan ansiedad y a mí me da por comer pan. Ya sé que no está bien, pero como no tengo que dar explicaciones a nadie, no pasa nada.

¿No se anima a hacer un día unos 100 kilómetros?

No porque ni me planteo una maratón, ya que psicológicamente tienes que estar muy bien para afrontarlo. Mentalmente estoy fuerte, pero no tanto como para tirarme 42 kilómetros pensando en mis cosas, eso es demasiado. Es que en las carreras sufro pensando que la chica de atrás me va a pillar, y si pasa...

Pues en una media maratón le da tiempo a pensar.

Sí, pero la presión no es la misma. Hay tanta gente que me dejo llevar. En Orihuela me pasó alguna chica y después la cogí.

¿Y en casa, no le preguntan por qué corre?

Un poco. Mi padre siempre me dice que estoy todo el rato haciendo cosas, pero es que lo necesito. Este año he cogido mucha fuerza tanto corriendo como en la piscina.

¿Mentalmente le ayuda mucho?

Sí, muchísimo porque durante el entreno no pienso en nada, no me acuerdo de ningún problema que tengo ni nada. Desconecto totalmente y lo agradezco mucho porque soy una persona que piensa demasiado. A veces dramatizo mucho una situación que no tenía por qué. Con el deporte estoy centrada, pendiente de hacerlo bien y no le doy vueltas a la cabeza a otras cosas.

En otra entrevistas, una chica me contó que tuvo una separación y que el deporte le ayudó mucho.

Es que a mí me pasó algo parecido. El año pasado, por relaciones personales, yo no me estaba dedicando a mí misma, sino todo lo contrario. Este año, por diversas circunstancias, me he dado cuenta de que también valgo, que no tengo que estar por encima de nadie, pero sí que es verdad que tengo que tenerme en valor a mí misma. Cuando haces deporte en torno a otra persona, no es la misma fuerza o ganas que cuando lo haces para ti, para hacerlo mejor, y por eso me salen mejor las cosas. Lo estoy notando tanto en las carreras como en los entrenos.

¿Y se gasta mucho dinero en esto?

Bueno, yo tengo unas zapatillas para correr rápido y otras normales, y las últimas pueden durarme un montón. Como tengo poco dinero, no me puedo permitir muchos caprichos, pero estoy contenta. Como el otro día, en la Carrera de la Mujer, me dieron un premio bueno para mí (150 euros en compras en El Corte Inglés), pues me voy a comprar unas zapatillas. Le dije a mi madre que iba a invitar a comer a la familia con eso, pero no, que me dijo que me comprara unas zapatillas porque en un par de meses tengo que cambiarlas por otras y, encima, no son baratas. Yo, cuando salen unas nuevas, me compro la edición anterior para que sean más baratas, pero aun así, son caras. Y luego está cuando tienes que pagar un fisio de vez en cuando. Aunque a mí me dicen que hay que ir una vez cada mes, yo voy cada dos meses o un poco más.

Encima, cuando sale fuera se gasta algo más de la cuenta.

Claro, cuando estuve en la Media de Valencia tuve hotel, inscripciones y comidas y, encima, en la Feria del Corredor algo me compré. Ahora voy a hacer alguna carrera más, pero tranquila porque van a salir mis oposiciones, que son de abogado militar. Quizás este es mi año para hacer más competiciones, pero es que no me puedo pedir un día libre en el trabajo para irme.

Y tiene el hándicap de que trabaja los domingos.

Claro. Encima, los cross y todo ese tipo de pruebas, no se celebran en Murcia. Tengo mis limitaciones y solo estoy tratando de disfrutar con lo que puedo hacer porque el día de mañana no sé si podré seguir.

El problema es cuando gana, que se tiene que quedar a recoger el premio y corre el peligro de llegar tarde a trabajar.

Eso me pasó una vez con Ginés Soto en Alquerías. La carrera era más tarde y le dije que me tenía que ir en media hora. Me cambié de ropa dentro del coche y, aunque suene feo, me duché por encima, marraneo total, para irme a trabajar. Es que no puedo coger un día libre para hacer una carrera, estaría un poco feo.

¿Y por qué oposita a abogado militar?

Cuando acabé la carrera no tenía muy claro si ejercer como abogada o no. Mi madre, que está muy puesta en todas estas cosas, me dijo que en su día intentó hacer esa oposición, pero que no la dejaron por ser mujer, porque antes era un trabajo solo de hombres. Ahora no hay limitaciones, pero mi madre es lo mejor del mundo y es un ejemplo a seguir. Ella es funcionaria, es muy fuerte en todos los aspectos e imagino que todas las hijas dirán lo mismo de sus madres, pero para mí lo es.

Por la edad que tiene ha vivido una época donde las chicas sí que se han animado a hacer carreras. ¿Pero no cree que aún son pocas?

Cuando empecé, que no fue hace mucho, porque llevo solo dos años en serio, había pocas chicas. Ahora hay más, pero seguimos siendo minoría. No sé si es por la mentalidad de las mujeres o porque solo pretendemos mantenernos en forma de otra manera. Por eso me gusta mucho la Carrera de la Mujer, por la cantidad de mujeres que se animan. El otro día, después de ganar, me fui a la Gran Vía a esperar a mi madre y mi hermana, que iban andando, y me encantó ver tantas mujeres.

Las mujeres tienen más limitaciones, como la maternidad.

Claro, también es verdad eso. Conozco a chicas que han dado a luz y luego las he visto entrenando con más fuerza de lo normal. Es muy complicado compaginar el deporte con la maternidad porque la prioridad son los niños.