Alberto Toril empezaba el derbi frente al UCAM Murcia en el banquillo. El delantero mallorquín, que la semana anterior se había quedado fuera de la convocatoria por lesión, debía esperar su turno. Lo mismo le ocurría a Víctor Curto. El catalán estaba en la lista, pero después de un mes en la enfermería, era muy pronto para que saltase al terreno de juego. Fue Víctor Meseguer el que tuvo que tirar del carro en ataque. Un gol del canterano en el minuto 51 ponía el partido a favor de los murcianistas. Pero el tanto, en ver de reactivar a los de Adrián Hernández, provocó justo lo contrario. El UCAM disfrutaba de sus mejores minutos. Solo la madera evitaba que los universitarios igualaran el marcador. En el minuto 67, el técnico del Real Murcia movía el banquillo. Chumbi abandonaba el campo para dejar su lugar a Alberto Toril. Y el mallorquín solo necesitó tres minutos para 'llamar por teléfono'. Porque el atacante grana celebra sus goles de esa manera. Con el 2-0, el derbi ya fue una fiesta completamente murcianista.

Su tanto frente al UCAM no cambió su situación. Ante el Mérida, volvía a quedarse en el banquillo. También Curto. Adrián Hernández volvía a apostar por un esquema con un solo delantero, en este caso Chumbi. El Real Murcia cayó en el Romano merecidamente.

De vuelta a casa, el técnico murcianista decidió mover algo en busca de reactivar al equipo. Manteniendo a un solo delantero, frente al Don Benito apostó por Víctor Curto,. El catalán, titular después de cinco jornadas, sintió lo mismo que Chumbi las semanas anteriores. La soledad del delantero se hace demasiado evidente. A ello se unía el gol de Abraham Pozo que ponía al Don Benito por delante en el marcador. En el minuto 46 a Adrián Hernández se le encendió la luz. Alberto Toril saltaba al terreno de juego en lugar de Antonio López. Con dos delanteros en el campo, el marcador tardó solo diez minutos en moverse. En el 54, el mallorquín ponía la igualdad en el marcador y metía a los murcianistas en el partido. El tanto de la victoria lo pondría Curto en el 63, confirmándose que el catalán es experto en resolver encuentros a favor de su equipo.

La dupla Curto-Toril se está convirtiendo en el salvavidas del Real Murcia en este 2020. Si el catalán, pichichi grana con seis goles, lleva cuatro tantos desde que comenzase el año -no pudo jugar por lesión en cuatro partidos-; el mallorquín también está llamando a la puerta gracias a sus cinco dianas.

Con Curto sobre el campo, el Real Murcia tiene más fácil sumar victorias. Solo los problemas físicos han hecho que el catalán se pierda hasta doce partidos. En lo que va de liga, ha jugado 710 minutos. Su media de goles es de un tanto cada 118 minutos.

Un poco más ha jugado Alberto Toril. El mallorquín de 22 años ha diputado 1.102 minutos. Marca cada 220 minutos.

Adrián Hernández, teniendo en cuenta la racha de ambos, podría alinearlos juntos de inicio el próximo domingo en el campo del Sanluqueño.