El partido entre el Badajoz y el UCAM Murcia empezó de forma frenética. Se encontraron los murcianos con un regalo de Candelas, que se metió en propia puerta en el minuto cinco después de cometer el error de la jornada y posiblemente de la temporada. Poco le duró la alegría a los universitarios y Toni Abad puso las tablas en el minuto quince después de desplegar muy buenos minutos de fútbol. En la segunda parte, el Badajoz, alentado por su público y con la necesidad de seguir a la estela del Cartagena y del Marbella, hizo el definitivo 2-1 por parte de Santamaría.

Ambos equipos llegaban al partido con ganas de demostrar. Los murcianos, tras ganar después de un gran partido contra el Yeclano, tenían la obligación de ponerse las pilas fuera de casa y transportar el buen juego que suelen transmitir de locales a cuando son visitantes. El Badajoz, superó su particular bache de invierno, en el que llegaron a acumular cinco partidos sin ganar, con dos victorias consecutivas que le aupaban a la tercera plaza antes de comenzar la jornada.

Así llegaron los dos equipos al Nuevo Vivero. Los locales con ganas de demostrar que son candidatos al ascenso y recortar puntos con el Marbella y el Cartagena y los visitantes, querían seguir escalando posiciones que les alejasen de la zona de descenso y por qué no, asomar la cabeza las posiciones de play off.

Salieron los dos equipos justificando esa intensidad. Las presiones por parte de ambos conjuntos eran muy altas, imposibles de mantener durante los 90 minutos. El primero en golpear fue el UCAM Murcia. Se encontró con un regalo poco habitual en el fútbol profesional y semi profesional. Esta vez no tuvo que esperar al tiempo de descuento para meter gol. A los cinco minutos, Candelas, el lateral izquierdo del Badajoz, cedió el esférico a su guardameta después de una buena presión de Aketxe. El pase al portero no fue bueno y el balón se introdujo en la portería. Un error infantil que hizo que el partido se les pusiera cuesta arriba desde el primer momento. Infantil porque son esos detalles que los entrenadores de las bases, hacen hincapié en que no se pueden hacer. Los pases al portero deben ser fuera de los tres palos, para que, en caso de error, no acabe en gol.

Con este hándicap inicial empezó el Badajoz a remar a contracorriente. Todos se pusieron el mono de trabajo y pronto obtuvieron resultados. El Badajoz fue un vendaval ofensivo y sometió al UCAM durante los primeros veinte minutos. Tuvo varias ocasiones en ese periodo de tiempo. Fue al cuarto de hora cuando Candelas arregló su error inicial. Luchó una pelota en el área y posteriormente, centró al área para que rematara Toni Abad. Jugada de lateral izquierdo al derecho. Empató merecidamente el Badajoz.

Siguieron los de Munitis sometiendo a los murcianos y pudieron hacer más goles. Solamente una brillante parada de Iricibar lo evitó. Poco a poco, el UCAM sacó orgullo y fue reconduciendo la situación a raíz de un disparo que se marchó por muy poco de Ayala. Se fue pareciendo al equipo que ganó al Yeclano cómodamente la jornada pasada y controló el esférico en los siguientes veinte minutos. Eso sí, no consiguió incomodar mucho al meta local.

La segunda parte empezó de una manera muy diferente a la primera. Después de las ocho tarjetas amarillas que se vieron en los primeros cuarenta y cinco minutos, los dos conjuntos bajaron las revoluciones para que el árbitro parara la barra libre de amonestaciones. Empezó a espabilar el conjunto local, con el empuje de su afición, y los universitarios empezaron a pasarlo mal. Otra vez Iricibar salvó un mano a mano a Santamaría, pichichi de la categoría del Grupo IV. Más se agravó la situación cuando Johan, la revelación del equipo y el jugador con más progresión del equipo universitario esta temporada, se retiró lesionado en camilla.

Le estaba faltando verticalidad al UCAM en la segunda parte. Las ocasiones no sucedían y Asier Santana optó por sacar a Mustafá, que fue el primer partido que no formó parte del once desde su llegada, salvo el partido en el que estuvo sancionado. Le dio chispa al ataque el argelino con un par de llegadas, pero no fue suficiente para hacer un gol. A todo esto, el Badajoz siguió apretando y también dispuso de ocasiones importantes. En una de estas, en el 79, Santamaría encontró el premio del gol y adelantó al Badajoz. Disparó Guzmán después de un gran pase de Ramos, la paró Iricibar con su enésima estirada, pero en el rebote apareció Santamaría con la caña y poco pudo hacer el meta vasco.

Hacía justicia el Badajoz con este gol, que a pesar de la igualdad en el terreno de juego, creó más peligro en líneas generales que el UCAM Murcia. Con ese tanto, el Badajoz defendió el resultado hasta el final y los universitarios, se subieron con la expulsión de Djak en el 85. Sin muchas fuerzas, encajonaron a los pacenses en los últimos minutos pero le faltaron ideas, calidad y convicción en sus llegadas. Con corazón solo no basta. Con esta derrota, el UCAM sigue con la mala racha fuera de casa y solamente suma 11 puntos de 45 posibles. Se mantiene en mitad de tabla a siete puntos del descenso. Colchón suficiente para seguir con tranquilidad el próximo tramo de la temporada. Pero sin llegar a dormirse. Llega el tramo decisivo de la temporada y los de abajo van a empezar a sumar de tres en tres.