ElPozo Murcia se clasificó para las semifinales de la Copa de España, donde se medirá al Barcelona hoy a las 19.00 horas (Gol), tras imponerse por 2-1 al Levante en un duelo durísimo y donde durante muchos minutos perdió el control del partido.

Ocurre, sin embargo, que la escuadra murciana ha hecho del sufrimiento uno de sus principales activos, algo necesario e imprescindible cuando el encuentro es igualado o cuando el rival te supera en algunas fases del mismo. Y ElPozo, que ayer sufrió, pudo contener con trabajo y algo de fortuna a un conjunto granota encorajinado para lograr marcar el gol que a la postre supondría el de la victoria justo cuando peor lo estaba pasando. Ahora, será el Barcelona, bestia negra de la era de Giustozzi y principal artífice de que el conjunto de la capital del Segura no haya conseguido un título en la temporada y media que lleva el técnico argentino en el banquillo murciano, quien aguarde en semifinales.

El primer tiempo del partido tuvo alternancia en su dominio, siendo los de la capital del Segura los que capitalizaron las ocasiones en la primera fase para posteriormente ser el conjunto granota el que marcó el tempo del encuentro. El inicio mostró a un ElPozo muy vertical, con ansia por finalizar las jugadas y con la idea clara y grabada de marcar lo antes posible. Con el transcurrir de los minutos, el equipo levantino pareció despertar y se metió de lleno en el duelo equilibrando la balanza siendo en esa tensa calma, una en la que ambos equipos chocaban una y otra vez, cuando llegó el gol.

Fue una mezcla entre regalo y premio a la obstinación pues Cuzzolino se puso a jugar con el esférico y a hacer filigranas en banda cuando Andresito, que ejercía una presión asfixiante al igual que los suyos, robó el balón para posteriormente cederlo a un Paradynski que fusiló al meta levantino pues de perdonar dentro del área no entiende.

El tanto se lo tomó muy mal el equipo dirigido por Diego Ríos, que se puso el mono de trabajo y empezó a picar piedra en los cimientos defensivos levantados por Giustozzi para, a un minuto del final, lograr el empate con un doble penalti que Cuzzolino no falló para llevar la igualada al luminoso y, como bonus extra, sacudirse el mar sabor de boca de haber sido actor protagonista en el tanto conseguido por su rival. Les supo a poco y todavía dispusieron de un lanzamiento de Gallo al travesaño antes de llegar a un descanso que ElPozo ya estaba implorando a tenor del escenario en el que se encontraba, uno nada provechoso para sus intereses.

En el segundo acto no varió un ápice esa dinámica en la que el Levante era protagonista y ElPozo el que recibía. Con tres ocasiones claras, siendo una de ellas un lanzamiento de Cecilio al palo, el conjunto valenciano superaba a su rival con contundencia. La escuadra murciana, algo perdida, parecía haber perdido la referencia del plan inicial dispuesto e iba improvisando sobre la marcha. Soltaba, eso sí, algún zarpazo de vez en cuando, pero eran tan aislados que no conseguía revertir esa situación y voltear el duelo a su favor.

Entonces, cuando peor lo estaba pasando el cuadro murciano, llegó el tanto de ElPozo en una contra conducida por Marcel quien cedió para que Darío rematase a la red. El gol fue una liberación, una nota de color en un lienzo impuesto y donde predominaba el color oscuro. El partido se volvía a su favor pero todo se complicó cuando Espíndola fue expulsado y los de la capital del Segura se quedaron con tres jugadores sobre la pista y cinco faltas en su casillero. La situación, contraria, no hizo temblar al conjunto murciano, que aguantó con fiereza las embestidas de su rival para, finalmente, para sellar de su pase a las semifinales de una forma que mezcla lo heroico y lo gris.