El Cartagena disputó el pasado domingo ante el Marbella el que era el partido más importante de la temporada hasta la fecha. Un encuentro en el que el conjunto andaluz llegaba con un punto de ventaja sobre los albinegros y en el que podrían haberse dado dos circunstancias que habrían cambiado de forma totalmente radical la situación actual. La victoria de los del Borja Jiménez hubiera dejado al equipo al frente de la clasificación del grupo IV con dos puntos de ventaja, provocando un nuevo cambio de líder como viene siendo habitual durante las últimas semanas. La victoria del cuadro marbellí hubiera supuesto ampliar el colchón de ventaja de uno a cuatro puntos, que hubieran puesto un terreno de por medio difícil -no imposible- de recuperar para el Cartagena.

Lo que sucedió, sin embargo, fue que el encuentro terminó en tablas. Y no será porque no hubo ocasiones para deshacer el empate inicial. Dos disparos a la madera del Marbella -Samu Delgado y Esteban Granero-, otro remate al palo de Vinicius Tanque y, sobre todo, el penalti errado por José Ángel Jurado -o detenido, mejor dicho, por Wilfred- cuando el partido prácticamente estaba agonizando. Un resultado que dejó la situación igual que antes de comenzar en lo que al duelo directo entre ambos equipos se refiere -porque sí que sirvió para que los perseguidores recortaran puntos con respecto a la cabeza- y que hizo que el Cartagena se terminara marchando con un «sabor agridulce», como reconocía el propio técnico albinegro.

No obstante, sí que hubo aspectos positivos a destacar por parte del conjunto dirigido por Borja Jiménez. Una de las más destacadas fue, sin duda, el ambiente que se generó en el estadio. Durante la semana previa se llevó a cabo una gran labor de concienciación de la importancia del partido y se consiguió retomar una grada de animación que hacía varias temporadas que no aparecía por el Cartagonova. Y es que los seguidores albinegros vistieron las gradas con los colores del equipo. Camisetas, bufandas, banderas y la voz bien preparada para alentar a los suyos. En un campo al que acudieron alrededor de los diez mil aficionados, la grada de animación llevó, nunca mejor dicho, la voz cantante y la iniciativa en las labores de animación. Fueron continuos los cánticos en un encuentro en el que se pudo disfrutar de un intenso partido tanto en el terreno de juego como en la grada y en el que el ambiente se asemejó -salvando las distancias- al de las grandes ocasiones.

También dejó buenas sensaciones el equipo sobre el terreno de juego. Aunque aún no se ha alcanzado la mejor versión de un Cartagena que llegó a ser en la primera vuelta el más fiable de todo el grupo y la categoría, se puede apreciar cómo los jugadores -que además estuvieron muy metidos en el encuentro- van encontrándose más cómodos con lo que le pide Borja. Sin embargo, hubo un jugador que el pasado domingo sobresalió por encima del resto. Álex Martín fue el jugador más destacado en un encuentro en el que dejó patente su calidad y las garantías que puede ofrecer en un partido importante en el centro de la defensa. El central canario salió de inicio junto a Carlos David en la pareja de centrales y durante largos tramos del partido pareció ser el veterano de los dos.

El ex del Real Madrid Castilla estuvo seguro atrás, tanto por bajo como por alto, fue contundente al choque con los delanteros del Marbella, ganó disputas en balones divididos y no mostró en ningún momento la inseguridad que sí se le pudo ver cuando a lo largo de estos meses ha tenido que actuar en el lateral derecho. Pero no solo eso, sino que además fue capaz de ser efectivo en la salida de balón, realizando incluso conducciones para sacar el balón controlado desde atrás y empezar las jugadas del equipo. Y es que el canario ha ido creciendo con el paso de las semanas y eso se transmite en el terreno de juego.

Una progresión que se ha notado de forma especial desde la llegada de Borja Jiménez al banquillo. Por decisión propia o por circunstancias que han terminado llegando por las lesiones y sanciones de los jugadores de este puesto, Álex Martín ha pasado de jugar en el lateral derecho y ser que el que tapaba los agujeros de la defensa a mostrarse como un jugador sólido y de muchísimas garantías para el equipo. La del domingo fue una muestra de que es un futbolista con mucho potencial y que en cuanto a logrado tener algo de continuidad en su posición natural, ha sabido responder a las mil maravillas. Ante las lesiones y sanciones que están existiendo, parece que el abulense ha encontrado un recursos de muchos quilates.