En el que era uno de esos partido más relevantes en cuanto a tendencias de la temporada, el Yeclano Deportivo alcanzó los 46 puntos que sellan el objetivo de la permanencia que se había puesto a principio de temporada. Y lo hizo con apuros ante un honroso Villarrobledo al que no mató cuando pudo y el que le pudo vengar aquel punto de la primera vuelta pese a estar un buen rato con diez. Entre las bajas de los imprescindibles Álex Vaquero, Víctor Fenoll e Iker Torre, además de Ubai, y llegando de sumar un punto de los nueves últimos, para los de Sandroni era un contexto en el que tenían que ganar por lo civil o por lo criminal. Lo civil corrió a cargo de un combativo Luís Castillo, que marcó en una brillante acción combinativa, y lo criminal fue cosa del guardameta Serna, quien le sacó varias manos a Agus Alonso y, sobre todo, le paro un penalti en el tramo final del partido.

El conjunto azulgrana salió al césped con buena predisposición, repitiendo doble pivote Selfa-Vivanco, con una notable versión del argentino tanto en corte como en confección. Precisamente de sus botas se inició la mejor jugada de equipo del partido, cuando encontró picando la bola en el sector izquierdo a Alayeto y Luis Castillo, quienes se asociaron perfectamente para que el canterano pisara área con espacio y resolviera brillantemente a gol. Con el tanto resurgió por momentos ese Yeclano aguerrido, intenso y, sobre todo, con esa confianza especial para hacer cosas gigantes. Se sucedieron entonces diversas llegadas con el cuchillo entre los dientes de Castillo, Mario, Alayeto y Rulo, sin embargo esa pegada diabólica a la que acostumbra el equipo de Sandroni no terminó de madurar para meterle la puntilla al Villarrobledo. Y, como suele pasar cuando se trata de recuperar la senda victoriosa, el sacar los puntos iba a ser más duro que la Ultra Trail de Yecla. El Villarrobledo se amoldó a la situación con cosas interesantes en los últimos diez minutos de la primera parte, y posteriormente enriqueciendo su esquema a base de ambición y poblamiento arriba. Y lo de ser colista por fallar hasta desde los once metros.

Agus Alonso advirtió en la última antes del descanso en el segundo palo que la cosa no iba a ser sencilla. Ahí Serna rectificó su no salida con una buena parada bajo palos. Y ya en la reanudación, con un par de faltas al borde del área de Abel Moreno y de Iñaqui, pero sobre todo en un golpeo abajo de Alonso que Serna despejó a córner con una mano brillante. Antes de eso sucedieron dos hitos de la contienda, la expulsión por doble amarilla del visitante Mauro y el barrilete cósmico de Mario Sánchez. Qué escándalo de jugadón se marcó el lateral derecho del Yeclano, desequilibrando desde campo propio hasta a cinco rivales, entrando al área y cruzándola con el infortunio de chocar con el poste, y para más inri, el paradón de Salcedo a Tonete en el rechace. Para quien no estuviera contento con el juego del Yeclano, solo por ver esa jugada se justificaba el pago de la entrada. Viendo que no era tarde de un segundo gol azulgrana, la afición ofreció fuerza a su equipo para que amarrara el 1-0. Lo icónico del partido de la salvación iba a ser entonces el héroe del Mayayo, que paró un penalti a Agus Alonso para mantener, por segundo partido seguido y enésimo de la temporada, la portería imbatida.

Y aunque a muchos cuando prueban el jamón ibérico les pica pronto la lengua al probar serrano, es de destacar como algo histórico que el Yeclano a finales de febrero haya conseguido su objetivo, y contextualizar que, pese a que sigue en play off una semana más, a este equipo hay que evaluarle sabiendo que la comparativa de presupuesto con los que tiene alrededor es como si los azulgranas ni siquiera llegarán a jamón y se quedarán en paletilla.