A la vez que la vida siempre te da segundas oportunidades, el fútbol te da segundos tiempos. Solo hay que tener paciencia y no apagar la televisión. Eso ha ocurrido en Nueva Condomina. Viendo el primer tiempo, cualquiera hubiera cogido el mando a distancia para buscar cualquier cosa más atractiva que el penoso espectáculo que se estaba viendo en el estadio murciano. Era una opción que, por ejemplo, no tenían los pocos espectadores que acudieron una semana más a las gradas y que las primeras de cambio ya se imaginaban que se iban a tragar otro auténtico tostón.

Sin embargo, el paso por vestuarios reactivó al Real Murcia en ataque. El equipo que siempre sufre y mucho para marcar un gol, se desmelenaba a partir del minuto 52. Aprovechando la mala imagen que estaba dejando el UCAM sobre el terreno de juego, los murcianistas consiguieron la victoria más cómoda desde hace mucho tiempo. Al tanto 1-0 de Meseguer, se unieron los goles de Toril y Dorrio. Por fin, el Murcia ganaba en Nueva Condomina a los universitarios, la pena fue el poco público que disfrutó de la victoria.

Si no han asistido a la grada ni tampoco han visto el partido por televisión, todavía tienen la oportunidad de ver un resumen. Eso sí, de la primera parte apenas verán dos jugadas. Y es que antes del descanso el encuentro dio para muy poco, con un Real Murcia que lo intentó sin encontrar su mejor versión y con un equipo universitario que ni compareció. Se desconoce si por falta de interés o por la decisión extraña de Asier Santana de mover fichas sin sentido, pero poco o nada se supo de los azulones.

Mala primera parte

Si algo se vio en el primer tiempo es la cantidad de defectos que acumulan ambos equipos. Pérdidas de balón, ausencia de criterio, escasa pegada€ Iba tan lento el partido que daba gana de buscar el mando a distancia y pulsar el botón de avance para poder acabar lo antes posible con la pesadilla. Como si ambos entrenadores hubiesen apostado al 0-0, ninguno hizo méritos para mover el marcador en la primera media hora.

La novedad de Adrián Hérnández estuvo en la delantera. El canterano Pedrosa disfrutaba de su oportunidad y, aunque nervioso, se le vio participativo, intentando acelerar el juego ofensivo de los granas en los primeros minutos. Salieron los murcianistas más concentrados. Miraban arriba pero volvía a faltar lo de siempre, chispa para conectar con Chumbi. Tampoco era difícil ser mejor que el rival teniendo en cuenta que el UCAM se desentendió del choque desde el pitido inicial. Como si los jugadores no entendiesen lo que pretendía su técnico, que hizo tal revoltijo que no había por donde cogerlo. Con Rafa de Vicente en el banquillo, sin nadie capaz de coger el timón, con Mustafá desperdiciando su velocidad en la media punta y con una defensa donde parecía que, aprovechando estas fechas de carnaval, Asier Santana había decidido disfrazar a unos de otros.

El partido era malo, por no decir malísimo, pero si alguien podía conseguir mover el marcador ese era el Real Murcia. Entre despropósito y despropósito de unos y otros, los únicos que se acercaban al área eran los granas. Vale que eran centros que apenas encontraban rematador o jugadas que no conseguían conectar con Chumbi, pero por lo menos era apostar por algo más que por ver la hierba crecer, que era lo que hacían los universitarios.

Las dos mejores ocasiones, por no decir las únicas, de la primera parte fueron para el Real Murcia. Iricibar se lució para sacar con la pierna un remate de Chumbi tras asistencia de Dorrio (31') y el palo evitó que el marcador se moviese cuando repelió un duro disparo de Juanma Bravo desde la frontal.

El paso por vestuarios no sirvió de escarmiento a los universitarios. Saltaron al terreno de juego igual que se marcharon, sin ninguna gana de ofrecer algo de espectáculo. Se desconoce si esperaban al minuto 90, ese instante en el que se sienten tan cómodos, pero el Real Murcia les avisó de que para llevarse los tres puntos deberían espabilar y mucho. Y es que los granas se pusieron por delante en el marcador en el minuto 52. Con la colaboración de Iricibar, Meseguer llevaba la alegría a las poco pobladas gradas de Nueva Condomina. Cuando el canterano golpeó el balón posiblemente no se esperaba lo que iba a suceder. El meta universitario no era capaz de blocar, se le escapaba el esférico y tras tocar el palo cruzaba casi llorando la línea de gol. Con suspense, pero igual de válido, y es que el Real Murcia ya tenía contra las cuerdas a un UCAM decepcionante.

El gol de Meseguer vino de lujo a un partido que iba camino de pasar a la historia de ser de lo peorcico que se había visto en Nueva Condomina. Por fin, el derbi capitalino empezaba a parecerse a un derbi. A Asier Santana no le quedó otra que mover el banquillo. Y con Rafa de Vicente en el campo, los universitarios empezaron a sentirse más cómodos. Como cuando te encuentras a alguien que reconoces en medio de una multitud de extraños, los azulones empezaron a ofrecer otra imagen. Lo que no cambia ni Santana ni nadie es la mala suerte que están teniendo esta temporada los de La Condomina cada vez que miran a puerta. Como si les hubiera mirado un tuerto, volvió a suceder. La cruceta impidió que un bello disparo de Javi Moreno subiese al marcador. Era el minuto 65 y el UCAM disfrutaba de su primera gran oportunidad. Tres minutos después, los visitantes volvieron a cruzarse con la madera. Esta vez fue Mayoral el que se estrelló con el larguero.

El derbi era del Murcia en el marcador y también en el campo. Porque la suerte que no tenían los de azul, sí acompañaba a los de grana. Cuando más apretaba el UCAM, Alberto Toril sentenció. Saltó al terreno de juego el delantero en el minuto 68. Volvía tras una lesión y entraba en lugar de un Chumbi que otra vez se fue a casa pasando completamente inadvertido. Solo dos minutos necesitó el mallorquín para recibir un balón de Dorrio peleado por Pedrosa, darse la vuelta y batir a un Iricibar cuya cara era idéntica a la de sus compañeros. Y la cara fue a peor, porque en el 78, Dorrio sacaba el fusil de francotirador para desde prácticamente su casa poner el 3-0.

Lo que sí hizo el UCAM fue marcar su gol en el minuto 90. No faltó a la costumbre a los universitarios. Javi Moreno batió a Tanis cuando ya no había nada que hacer.