El Real Murcia regresa a casa tras la derrota frente al Talavera y el empate en Villarrobledo. El conjunto grana quiere volver a ganar para mantenerse en la zona templada de la clasificación y amarrar cuanto antes los puntos necesarios para cerrar la permanencia. Pero se enfrentará a otro partido especial, donde la gestión de las emociones puede desequilibrar la balanza. «Hay mucha carga emocional, donde esa sobreexcitación que puede existir en el futbolista hay que saber controlarla y gestionarla.

Tenemos que hacernos con los tres puntos contra un rival que viene con buena dinámica y es muy fuerte», explicó ayer Adrián Hernández, entrenador del Real Murcia ante los medios de comunicación antes de medirse al UCAM. La plantilla murcianista, hasta la fecha, ha sabido afrontar este tipo de encuentros, donde entran en juego más factores de los habituales, e intentará mantener esa misma línea. «En este tipo de partidos tenemos ese punto de concentración que algunas veces nos puede llegar a faltar en otros. Esa concentración y esa atención hacen que solventemos ciertos errores que cuando no estamos tan sumamente concentrados podemos cometer», explicaba Hernández.

Sobre el UCAM señaló su gran momento actual. «El UCAM llega en su mejor momento, ha adquirido una solidez defensiva que hasta ahora era impropia. Es un equipo que siempre ha tenido un potencial ofensivo de los más poderosos de la categoría», dijo. El entrenador murciano contará con las dudas de Curto Álvaro Rodríguez, el canterano Silvente y Alberto Toril; y serán baja por lesión Marcos Legaz y Peque.