ElPozo tiró de contundencia para imponerse al Córdoba en un duelo que dominó desde los primeros compases, marcando bien pronto, y que cerró en un segundo periodo en el que tiró de pegada para,con cuatro goles -tres de ellos de Paradynski-, sellar un nuevo triunfo antes de medirse el próximo sábado a un Industrias Santa Coloma que ayer logró dar la sorpresa y vencer al Inter en su casa.

El primer tiempo arrancó con una presión muy alta por parte de los locales que obligaba al cuadro blanquiverde a sortear la pelota. Los de Giustozzi habían optado por la verticalidad y la velocidad, olvidando la pausa y el juego combinativo. Buscaban el gol con premura, y lo lograron por medio de Marcel tras una volea del carioca que entró en la meta visitante tras tocar en un defensa. Apuntaba a un implacable resultado a favor de los locales.

El asedio de la escuadra murciana era constante y, si no lograban el gol por efectividad, lo conseguirían por insistencia, erosionando un defensa hábil y dinámica pero incapaz de frenar tantas acometidas y que, además, hizo la quinta falta a los ocho minutos, lo que implicaba que quedaba vida y media por jugar viviendo pisando la cola del tigre. Y a éste le goteaba el colmillo.

Llegado el ecuador de una primera parte donde habían regresado a la pista del Palacio Pol Pacheco y Leo Santana tras superar sus respectivas lesiones, el resultado se antojaba muy escaso. Con la exposición inicial, donde ElPozo no había dado un paso atrás ni para coger impulso, marchar con la mochila cargada con una renta tan escasa resultaba hasta extraño. La propuesta de juego estaba ahí, solo faltaba la definición.

Sucede que aquello de amenazar con morder y no llegar a hacerlo, suele conllevar que el contrario se crezca. Y habida cuenta de que ElPozo no finalizaba, el cuadro cordobés empezó a coleccionar llegadas que hicieron que Fede pasase de ser un mero espectador a tener que ser uno de los más activos del conjunto murciano. El equipo visitante, sin hacer demasiado ruido, había llevado el duelo a un terreno donde se encontraba más cómodo, algo de lo que se percató un Giustozzi que tuvo que solicitar tiempo muerto.

Ese respiro sentó bien a los locales, que volvieron a encontrarle el pulso al duelo en un tramo final donde hubo mucha intención por parte de ambos equipos que, sin embargo, quedó en nada. Habría que esperar al segundo acto.

Los goles estaban esperando

El paso por vestuarios renovó energías en dos contrincantes que saltaron a la pista muy activos. Tras unos compases iniciales dominados en el plano ofensivo por el Córdoba, llegó el turno de ElPozo, que hizo sudar al meta visitante hasta lograr el gol con un tremendo zapatazo de Paradynski que entró en la portería tras tocar el larguero y previa jugada espectacular de un Marcel que sacó a relucir su clase. El Córdoba no reculó y siguió intentándolo, pudiendo reducir distancias con un lanzamiento al palo de Pablo del Moral y otra gran ocasión de Shimizu, ex jugador de la cantera de equipo murciano. No lo consiguieron y eso dio paso al golpe sobre la mesa de los de Giustozzi, un zarpazo que derribó el tablero y que daba por acabada la partida de forma abrupta. Y es que los de la capital del Segura, en los cuatro minutos locos en que entró el partido, supieron aprovechar la situación para anotar dos nuevos tantos, obra de un Paradynsky que hacía doblete y otro de Alberto García, y a pesar del tanto del Córdoba por medio de Cristian, pusieron un 4-1 en el marcador que fue definitivo. Ya en los últimos minutos, Paradynski haría su tercer tanto a puerta vacía para sellar un cómodo y solvente triunfo en un bonito duelo que solo quedó empañado por las lesiones que sufrieron los dos porteros del Córdoba, siendo la del meta Cristian de gravedad.