El Real Murcia y el UCAM no están cuajando una buena temporada. Se acrecenta esta sensación en la caso de los universitarios, en el que su principal objetivo a principio de campaña era como mínimo, luchar por el play off. Se creó una plantilla con calidad y experiencia para conseguir tal objetivo, pero los resultados no fueron los deseados. Desde la llegada de Asier Santana como nuevo técnico están reconduciendo un poco la situación y van escalando posiciones con el paso de los partidos y el descenso se aleja cada vez más.

En el caso del Real Murcia, la temporada está sufriendo altibajos. Las expectativas no eran halagüeñas a principio del curso pero tampoco se esperaba coquetear con la Tercera División. Los hombres de Adrián Hernández han alternado rachas negativas con muy poco fútbol y malos resultados y otras en la que sin un gran fútbol, han cosechado buenas rachas de resultados. Con esfuerzo y trabajo, porque lo cierto es que, la calidad general de la plantilla brilla por su ausencia. Después de encandenar las tres victorias consecutivas que dieron oxígeno, venían en el calendario dos escenarios propicios para buscar la tranquilidad definitiva o quién sabe si cotas más altas. Ante dos rivales en la zona de descenso, los granas no supieron encontrar el camino que les llevara a la victoria.

Ambos equipos, mirando a la tabla, llegan al partido del domingo (17.00) en plena igualdad de condiciones. Después de 25 jornadas de Liga, los granas son octavos con 33 puntos repartidos en ocho victorias, nueve empates y otras ocho derrotas. Exactamente los mismos guarismos que su rival, el UCAM Murcia. Suman los mismos puntos y ocupan la novena posición por la diferencia de goles. En el caso murcianista es de +5 y en el univeritario -3. No vienen en mala dinámica ninguno de los dos conjuntos, aunque es cierto que el Real Murcia lleva sin ganar dos partidos en los que solo ha rascado un punto. Si miramos los últimos cinco encuentros del Grupo IV, el UCAM Murcia estaría en puestos de play off con diez puntos de quince posible. Dos menos sumaría el Murcia.

Con todo por decidir aún en Liga, será un duelo en el que el ganador -si lo hubiera- daría un paso en la clasificación y le afianzaría en la parte media de la clasificación. En el caso de los granas, el choque dota de una importancia mayor después de dos partidos sin ganar dos de los peores rivales de la clasificación. Es cierto que el equipo llegó con bajas al encuentro contra el Villarrobledo y el entrenador tuvo que tirar del filial al no fichar en el mercado invernal. Aquí su rival tiene ventaja. Los universitarios han hecho 'operación limpieza' en este periodo de fichajes y han incorporado a cuatro piezas -acompañadas de otras tantas salidas- que de momento están subiendo el nivel y la competencia interna de la plantilla. Todos los fichajes han tenido minutos de calidad en lo poco que llevan en la disciplina azuldorada. El que más, Mustafá, el extremo procedente del Marbella volverá a los terrenos de juego tras perderse el último partido por sanción. En sus dos partidos en Murcia, el argelino ha demostrado ser un puñal por ambas bandas.

Es un factor que podría ser determinante a la hora de decidir el partido. La savia nueva que ha venido al UCAM puede terminar contagiando al resto y que el equipo pueda seguir en proyección ascendente. Tendrá que buscar el Murcia la motivación en otra parte. Quizá en las ganas de los jóvenes del filial. Quizá en las arengas de su técnico. O en la ilusión de sus 5.000 incondicionales. Lo que espera todo el mundo es que, al menos, brinden un gran espectáculo y que el Enrique Roca se convierta en una fiesta del fútbol.