El consejo de administración del Real Murcia sacó ayer adelante tanto los cambios estatutarios planteados como la ampliación de capital mixta con la que se lanzarán acciones por valor de 2,2 millones de euros a la vez que se convertirán en títulos los 800.000 euros que algunas empresas prestaron al club en diciembre.

Despejada la deuda del 'quórum' -se reunió un 41,99% o lo que es lo mismo, 630.973 euros-, la Junta pudo votar lo establecido en el Orden del Día, y los accionistas respaldaron con gran mayoría lo planteado por el consejo de administración. Un 95,43% votó sí a los cambios estatutarios con los que se persigue evitar que una sola persona pueda tener más del 51% de las acciones. Más o menos el mismo apoyo recibió la propuesta de ampliación de capital (96,98%) y la conversión de préstamos (97,95%).

Aunque los accionistas en su mayoría respaldaron al consejo de administración, en la cita celebrada en Nueva Condomina hubo algunas voces críticas. No estaban los responsables del club muy dispuestos a que se debatiera. «Que voten, que voten», se escuchaba desde la mesa principal cada vez que alguien intentaba pedir información sobre lo que se estaba votando. Muchos de los accionistas, sin casi información, esperaban que el equipo de Tornel expusiese con naturalidad cada punto del Orden del Día, especialmente los cambios relativos a los Estatutos, sin embargo se limitaron a dar por hecho que todos conocían todos los detalles, acelerando continuamente para que simplemente se votara.

Los más críticos fueron los representantes de la Asociación de Accionistas Minoritarios, que explicaron a través de Enrique López que los créditos convertibles que han puesto una serie de empresas por valor de 800.000 euros «son una ampliación encubierta». Además, hablaron de «ampliación a dedo». Llama la atención que casi todas las empresas que prestaron dinero no son accionistas, lo que choca con las distintas declaraciones de los miembros del consejo de administración en las que se habla de que no quieren ahora gente que se apunte al carro. Mientras que a unos, como Alfonso García, se les pide prima de emisión; a otros, como Enrique Roca, que apenas tenía unos cien euros en títulos, se le da prioridad para inyectar 215.000 euros. El mismo KBussines, que no era accionista como sociedad, ahora pasa a estar representado con 151.000 euros. Pero los responsables granas ni se molestaron en dar explicaciones.

«¿Por qué se ha dado prioridad a empresas que no son accionistas?», preguntaba Enrique López. No obtuvo respuesta, porque las únicas palabras que se escucharon desde la mesa principal fueron «vamos a votar, que el autobús a Villarrobledo va a salir ya».

Lo que anteriormente sí dijo Francisco Cobacho sobre los convertibles es que «el objetivo era recaudar un millón de euros y muchos teníais esa información y no participasteis», señalando también a Alfonso García, quién quiere tomar el control del club pero con un 51% de las acciones. «El Murcia necesita dinero y es una labor impagable la que han hecho los que han puesto dinero».

El consejo de administración, defendiendo una vez más que no se podía hacer publicidad para no perjudicar económicamente a la entidad en las negociaciones con los acreedores, solo avisó a las empresas que consideró de la posibilidad de poner dinero en el club a cambio de acciones. Por ello, la AAMRM habló de «ampliación a dedo». Tornel rechazaba esta acusación, explicando que «los que pusieron dinero hicieron un esfuerzo brutal. Dada la necesidad de dinero que tenemos, hay que agradecer a esas empresas su apoyo». Daniel Moreno, intentando cortar por lo sano para no dar espacio a las voces críticas, volvía al «que se vote», que fue la frase más escuchada de la mañana. «Se habla de que es a dedo, pero lo que necesita el Real Murcia es dinero, y mejor diez millones que 800.000 euros. Cuanto más dinero mejor», añadía el consejero.

Francisco Tornel, pese a que lo intentó, también desveló que no ha podido convertir en acciones el dinero que ha prestado en este tiempo al club. «Se decidió en consejo que solo podía ser a partir de una fecha. Se ofreció a empresas cercanas al Real Murcia».

Otro pequeño debate se abrió cuando los accionistas quisieron saber cómo va a sacar el consejo el dinero para poder hacer un proyecto deportivo interesante sin que llegue un inversor. Quique Baeza, ex consejero, se mostraba contrario a los cambios en los estatutos. «Este Consejo es de transición. Y estos cambios pueden significar darse un tiro en el pie. Que la gente vote muy bien que va a votar».

El exconsejero abría el debate y la reflexión, aunque Antonio Rubio, secretario del club, quisiese acelerar para no escuchar las voces críticas. En ese instante otro accionista indicaba que «hay que debatir, no podemos votar a ciegas», y es que muchos de los presentes no conocían los cambios que se incluirán en los estatutos. Además querían escuchar en primera persona el plan que tiene el consejo de administración para poder inyectar al club el dinero necesario para ir pagando deudas a la vez que se confecciona un proyecto deportivo interesante.

Para intentar convencer a aquellos que dudan en un modelo en el que no habrá un accionista mayoritario que ponga dinero y que pueda elevar los objetivos deportivos, Francisco Tornel decía que «hasta ahora la prioridad ha sido lo económico por la mochila de la deuda, pero a partir de la próxima temporada Contra Gálvez, Moro y De la Vega

El consejo de administración del Real Murcia propuso a la Junta añadir un punto al Orden del Día. Preguntando a los accionistas si apoyaban tomar medidas legales contra Raúl Moro, Víctor Gálvez y Mauricio García de la Vega. Los presentes no lo dudaron. El 96,52% respaldó este punto.