¿Dónde están sus orígenes deportivos?

Desde pequeña, en el colegio. Siempre hacían muchas carreras en Puente Tocinos, donde se ha movido siempre mucho el deporte, pero también estaba metida en el equipo de futbito y me ha gustado hacer toda clase de deporte. Al fútbol sala estuve jugando hasta que salí del colegio. Tuvimos un equipo que fue subcampeón de la Región. Pero además, carrera que veía, carrera que me apuntaba. Luego lo fui dejando con el paso del tiempo y ahora lo he retomado.

¿Qué le animó a retomarlo de forma tan intensa?

Salva, el presidente del club de Llano de Brujas, que me vio. Coincidimos en una excursión de senderismo y él fue quien me dijo que me metiera en la asociación a correr con ellos. Hacía muchos años que lo había dejado, aunque siempre me apuntaba a la Carrera de la Mujer y alguna contra el cáncer, solo pruebas cortas.

¿Y por qué se paró, se cansó?

Por una lesión que tuve en la rodilla, pero lo he retomado hace un año y hasta el día de hoy. Y que no pare.

¿Cómo se encontraba cuando volvió?

Empecé de cero, otra vez a correr poco a poco. Primero corría solo minutos, pero como siempre he hecho deporte y estaba acostumbrada a salir a hacer senderismo, no me costó ningún trabajo. Y con el grupo de compañeras, que lo llamamos de inicio que han seguido la mayoría, seguimos corriendo.

Si es monótono correr, ¿qué gusto le saca a correr?

Porque salimos en grupo a la hora de entrenar.

¿Pero no es individual?

A la hora de la carrera, pero los entrenamientos los hacemos en grupo. A veces salimos siete u ocho, pero cuando llega el buen tiempo, llegamos a ser entre veinte y veinticinco.

¿Qué ha encontrado ahora para que se haya reenganchado y no lo quiera dejar?

Lo que me faltaba para terminar de completar mi vida. Si paso un fin de semana sin una carrera, es que lo veo raro.

¿Qué tiene esto que crea adicción?

Adicción, adicción pura y dura. Mira, sobre todo es el compañerismo, irnos todos en grupo, juntos en los coches y el rato que se pasa después de la carrera. Pero también está disfrutar y la convivencia, porque se conoce a mucha gente de otros equipos y asociaciones.

¿Y en casa no dicen que está loca?

Sí, de forma rotunda. La semana pasada lo hablaba con un compañero, que llevábamos ocho fines de semana seguidos de carreras y ahora también nos hemos apuntado a una media maratón, y que un día nos iban van a preparar la maleta y nos la vamos a encontrar en la puerta cuando regresemos de una carrera.

Es que ahora le ha dado por medias maratones.

Sí, llevo ya dos, Cieza y Santa Pola, y ahora me he apuntado a Almansa.

¿Tiene gen competitivo?

Competitivo no porque de mi categoría hay mujeres muy buenas y yo, ni con entrenador personal diario, podría llegar a su nivel. Lo tengo como un reto personal de superación.

¿Ahora hay más movimiento femenino en las carreras?

Sí. Antes solo corrían hombres y en esta carrera que me he apuntado, en Almansa, regalan zapatillas a los cincuenta mejores hombres que pasen. ¿Y las mujeres, qué? Ya dan por hecho que por ese punto kilométrico los cincuenta primeros que van a pasar son hombres, y será así, pero hay muchas mujeres que corren muy bien y hacen tiempos muy buenos, mejor que muchos hombres. Bueno, pero lo importante es que ahora hay más movimiento que hace unos años y da mucho gusto. Yo no salgo con el afán de competir, sino a de pasármelo bien, y la carrera que puedo hacerlo bien lo hago, pero otras, con mi problema de asma, no puedo.

¿Desde cuándo es asmática?

Me lo detectaron hace justo un año. Y aquí estoy. Hace poco me he hecho otra vez las pruebas y el cardiólogo me ha dicho que me deje las carreras, que me vaya a un club de ajedrez, pero le he dicho que eso no lo voy a hacer.

¿En qué le condiciona el asma?

En las pulsaciones, que no puedo respirar. Cuando salgo por la zona de la orilla del río y hace mucha calor, me cuesta mucho correr, pero ya no lo voy a dejar con lo que he conseguido.

¿Qué intenta demostrar, es solo superación?

Sí, que sé que puedo mejorar porque en tiempos anteriores he corrido mucho mejor, y que ahora, porque haya surgido este problema, que para mí es un pequeño problema, no voy a dejar de correr.

¿Fue fumadora?

No, simplemente que un día me detectaron que tenía alergia. Me lo noté corriendo porque me fatigaba mucho y me notaba las pulsaciones mi altas. Fui a hacerme las pruebas y me dijeron que tenía un problema branqueolítico, y eso es lo que me hace que no pueda o no debiese correr.

¿Y el médico no la echa de la consulta cuando le dice que sigue corriendo?

Sí, con ganas se queda. Me dice que no es bueno, que no me garantiza que me pueda pasar algo, pero yo ya soy la responsable del acto que estoy haciendo, que es salir y echar a correr, pero es que no lo voy a dejar porque no estoy grave ni me estoy muriendo. Solo tengo que controlarme las pulsaciones y ya está. El día que me encuentro mal de la alergia y sé que no puedo correr, voy más despacio y ya está. Hay que morirse de algo y si es haciendo deporte€ Esto es como a quien le gustan las motos, se muere disfrutando de las motos.

¿Qué hace cuando siente que no puede?

Bajo el ritmo, solamente esto. Pero parar, ni hablar. Hay que seguir moviéndose, no me lo puedo dejar. Es la chispa que necesito diaria para seguir adelante.

Entiendo que siente que no pone su salud en riesgo por correr padeciendo asma, porque de lo contrario sí lo dejaría.

En alguna carrera sí que me vi apurada, lo que pasa es que seguí porque no era consciente del problema que tenía. Ahora ya lo sé y voy con mucho cuidado, y algunos compañeros asustados de ver cómo se me ponen las pulsaciones. Ahora ya está controlado.

En su club se ha creado un gran movimiento, cada día son más.

Sí, empezaron hace tres años seis o siete y ya somos muchos. Solo conozco a los que salen a entrenar conmigo porque hay mucha gente de iniciación y la semana pasada empezó un grupo nuevo también. Está empezando muchísima gente a correr, ya es imposible que nos conozcamos todos.

Hay gente que critica que exista la Carrera de la Mujer. ¿Qué tiene de especial para ustedes?

Porque hay mujeres, como a mí me ha pasado, que no se atreven a salir solas porque les da vergüenza, pero en esta carrera ven que todo el mundo corre, anda o trota, y ese es el primer día para muchas mujeres. Yo había dejado de correr muchos años, pero esta es una que siempre he hecho. Tres semanas o un mes antes empezaba a entrenar y corría ese día. La veo como algo bonito, simbólico, y encima ayuda a la visibilización de la mujer porque no hay que olvidar que muchas sufren maltrato y muchas mueren. Es una forma de decir que existimos, pensamos y que se nos vea. Si ese día sale tanta mujer, por algo será porque hay otras carreras donde no corren tantas mujeres.

¿Usted es de las que está pendiente de la clasificación que obtiene en cada carrera?

Nunca. No las miro nunca cuando acaba la carrera, pero luego que si me gusta saber si he quedado la quinta o como el otro día, que quedé la cuarta. Es verdad que luego muchos compañeros me lo han dicho, pero yo salgo a las carreras como si se tratara de un entrenamiento más, con mi compañera riéndonos. Cuando la gente de mi club vio en las últimas pruebas del circuito Corre por Murcia que iba a la cuarta, me animaban, pero es que yo no miraba, no iba con esa picardía de intentar a la llevaba delante para adelantarla en el sprint.

Pues el cuarto puesto es muy malo.

Sí, pero al final me quedé quinta y me dio rabia.

¿Entonces sí es competitiva?

Sí, te da rabia, lo que pasa es que lo que no se hace desde un principio no se puede conseguir al final.

¿Y alguna vez ha ganado una carrera en su categoría?

En Ojós, un pueblo que me encanta, acabé tercera y me tuvieron que llamar un montón de veces desde megafonía para darme el trofeo porque yo no estaba pendiente. También me quedé la cuarta en Murcia en mis primeros 10 kilómetros, que los recordaré toda mi vida porque no llevaba ni entrenando dos meses. También acabé cuarta en La Ribera, en la Media de Cieza y hace unos días. Son las que me sé, el resto no las he mirado ni una, y en Cieza lo sé porque lo miraron mis compañeros. Y cuando me dicen que he acabado cuarta, siempre pienso que me tenía que haber esforzado un poquito más. Pero bueno, yo salgo a pasármelo bien, salga lo que salga.