El FC Cartagena no falló en casa contra la Balompédica Linense y amarró la victoria en un partido de constantes vaivenes y cinco goles en el marcador final (3-2). Después de adelantarse en el primer tiempo y de ir de más a menos, los albinegros encajaron el empate, pero gracias a un gol en propia puerta de La Balona y a otro del debutante Vinicius Tanque, los tres puntos se quedaron en el Cartagonova. De nada sirvió el arreón final del conjunto visitante, que solo les sirvió para maquillar el marcador.

Esta vez Borja apostaba por un nueve clásico como Pablo Caballero. Se caía de la alineación Elady Zorrilla, para que entrara por la izquierda el ex racingista Berto Cayarga, que disfrutaría de su primera gran tarde en el Cartagonova. Jugaba tirado a la izquierda, la derecha era para el brasileño William y por dentro, el joven Lucas de Vega. En la sala de máquinas, el veterano Verza y un Adalberto Carrasquilla que ya ha dejado de ser una simple revelación para convertirse en el líder del centro del campo albinegro.

Enfrente, el Linense llegaba en una dinámica francamente positiva, ganándose el derecho a soñar con las posiciones de play off a final de temporada. Y en el campo del segundo clasificado, los de Antonio Calderón quisieron proponer. Con el manejo de pelota que les aporta Manu Molina, los de la Línea de la Concepción tocaron con bastante criterio en la primera mitad, pero en ataque les faltaba algó más de colmillo.

Tras unos diez primeros minutos de tanteo, el Linense tuvo un leve acercamiento, con un testarazo suave de Pito Camacho que Marc Martínez atrapó sin estirarse.

Y unos instantes después, apareció el genio. El Cartagena aceleró en la presión y recuperó el esférico en medio campo. Y Carrasquilla se inventó un pase inverosímil, de veinte metros y a la espalda de la defensa. Berto Cayarga trazó el desmarque desde la izquierda y definió con maestría ante la media salida del guardameta Javi Montoya. Segunda titularidad y primer tanto para el futbolista que llegó al FC Cartagena en el mercado invernal.

El conjunto local se acomodó después de adelantarse pronto en el marcador, y poco a poco fue cediendo terreno al Linense. Se vivió una primera parte con pocos acercamientos con peligro y bastante juego en el centro del campo, aunque poco a poco el cuadro gaditano iba sintiéndose más cómodo.

La tendencia siguió en el inicio de la segunda mitad, hasta que finalmente la Balona consiguió el premio. El partido era de empate, y el empate llegó en una acción a balón parado, ejecutada por el omnipresente Manu Molina. En el segundo palo, el italiano Fabrizio Danese se aprovechó de la mala salida de Marc Martínez para cabecear sin oposición un esférico que prácticamente le vino a la cabeza.

Al Cartagena le tocaba remar de nuevo, guiados por un sublime Adalberto Carrasquilla, que deja detalles que la catapultan a niveles muy superiores a la Segunda División B. Borja quería más protagonismo en el centro del campo y metió a Quim Araujo, dejando al panameño como único pivote.

A Cayarga se le escapó su doblete por un margen de centímetros. El propio Quim se la cedió a la izquierda y ejecutó un suave disparo cruzado que rozó la madera. Al Linense se le empezaba a hacer largo el partido, pero el gol que adelantaba a los albinegros fue pura mala suerte. El tanto llegó un córner lanzado hacia el primer palo, hacia la torre que es Pablo Caballero. Manu Molina intentó despejar, pero apenas la peinó y el esférico se coló en la red.

A partir de ahí, todo fue de cara para los de Borja. A diez minutos de la conclusión, sacó al debutante Vinicius TanqueEl debut no pudo ser mejor. Primer balón que tocó y primer gol. El brasileño culminó una jugada de Cayarga por la derecha, ante un equipo rival volcado y con pocos efectivos atrás. Apareció desde segunda línea para sentenciar el partido y dejar una magnífica carta de presentación.

En el minuto 88, la Balona le añadió un poco de emoción a los minutos finales. Un rechace de Marc Martínez le cayó al mediocentro Koroma, que solo tuvo que empujar el balón a la portería para colocar el 3-2. Sin embargo, el Cartagena supo controlar el partido, mover la pelota para que no le llegaran más y esperar que el colegiado hiciera sonar su silbato.