Nunca es capaz el Real Murcia de confirmar sus buenos momentos. Cuando mejores sensaciones da, cuando parece enganchar a la gente, el equipo grana se empeña en demostrar que tiene más defectos que virtudes. Disfrutaba esta tarde de un partido perfecto para seguir engordando la ilusión, para demostrar que tienen mucha hambre, pero el conjunto de Adrián Hernández volvió a las andadas. En un partido para olvidar, los murcianistas fueron superados por un Talavera hundido en la tabla, que no ganaba desde principios de diciembre y que no sumaba tres puntos a domicilio desde octubre.

Llega el Real Murcia bien situado a un tramo del campeonato en el que se enfrentará a equipos a los que les quema la zona de descenso. El Talavera era el primero de la lista. Visitaban los manchegos Nueva Condomina con urgencias.

Todos los datos favorecían a los murcianistas, que tenían una buena oportunidad para demostrar que tienen hambre y que no temen las alturas. Pero la primera parte dijo todo lo contrario. En cuarenta y cinco minutos, el único equipo que lo intentó fue el Talavera, al que además no le quemó el balón en los pies. Aunque apenas generaron ocasiones los de Juan Francisco Alcoy, rondaron el área una y otra vez, retratando sobre todo a un centro del campo del Real Murcia que no había saltado al terreno de juego con la concentración suficiente.

Había retocado el equipo Adrián Hernández. Antonio López volvía al once en una defensa de cuatro en la que no estaban Edu Luna y Juanra. Quereda repetía en detrimento de Iván Pérez. Y sobre todo destacaba la presencia de Josema. El muleño pasaba de descartado hace una semana a titular. Actuaba el murciano en la mediapunta, el puesto en el que esta campaña lo está castigando el técnico y donde una vez más no estuvo cómodo. El que no estaba una semana más era Chumbi.

No se encontró Josema y no se encontró el Real Murcia en una primera parte para olvidar. El Talavera, pese a su cartel de candidato al descenso, parecía jugar en casa. No les asustó Nueva Condomina a los manchegos. Sin oposición en el centro del campo, donde Juanma y Meseguer no fueron el muro de contención de otros días, y buscando por bandas a Cristian y Ángel López, los visitantes dominaban y pisaban área. Solo les faltaba afilar el cuchillo, pero la única vez que pudieron hacerlo, apareció Tanis para sacar un cabezazo flojito de Álvaro (34').

Casi nunca pudo dar un golpe sobre la mesa el Real Murcia. Perdía demasiado rápido el balón y no jugaba con la tensión y la intensidad suficiente, saliendo perdedor de cualquier lucha. Aún así, en un córner, Meseguer tuvo el 1-0. Lo evitó Buigues.

Nadie entendía la imagen que estaba mostrando el Real Murcia. Aunque el público guardaba silencio para no expresar su malestar, el partido estaba siendo para olvidar. Los granas volvían a las andadas. Lo positivo es que el marcador seguía 0-0 y que quedaba la segunda parte para reaccionar.

Cambios tras el descanso

El primer descontento era Adrián Hernández. Se demostró en el descanso. Dos cambios realizó en preparador grana. Josema y Quereda fueron los señalados, aunque, visto lo visto, podría haber sido cualquier otro. Iván Pérez y Edu Luna eran la solución para el técnico.

No cambió mucho en panorama en la reanudación. Seguía dominando el Talavera, aunque, de nuevo, sin generar peligro. Si tuvo una doble ocasión el Real Murcia. Buigues desviaba primero un buen disparo de Dorrio, hasta ese instante prácticamente desaparecido, y después sacaba un remate de Edu Luna tras el saque de un córner (53').

Si alguien pensó en ese momento que el Real Murcia había despertado, se equivocó. Un minuto después el Talavera confirmaba que no era el día de los granas. Cristian aprovechaba una mala salida de Tanis para poner el 0-1 en el marcador. Los manchegos incluso pudieron abrir brecha con un disparo lejano de Zamorano, pero en esta ocasión Tanis reaccionó bien.

Quedaba tiempo para reaccionar. Ya en la primera vuelta los granas se hacían con la victoria después de remontar el gol inicial de Pablo Aguilera, futbolista que ya no está en el Talavera. Pero no era el día de un Real Murcia que ofreció la imagen que le ha condenado en tantos partidos. Y es que si no juegan al 200%, cualquiera le pinta la cara. Tampoco estaba inspirado Adrián Hernández. Apostaba por Chumbi retirando a Armando solo veinte minutos después de reforzar la defensa con Edu Luna.

Oca, en una falta lejana, obligó a estirarse por bajo a Tanis. Buigues, por su parte, no tenía trabajo en estos minutos de la segunda parte.

Con el Talavera llevando el partido a donde le interesaba, y con el Real Murcia cayendo en la trampa, el partido acabó sin que los granas hiciesen nada para sacar algo positivo de un choque para olvidar.