Afrontaba Paco Belmonte el mercado de invierno a pecho descubierto. No se había escondido el presidente del FC Cartagena, que ya desde diciembre había avisado que iba a reforzar el equipo. No se conformaba el murciano con una incorporación. Tampoco con dos. Parecía tenerlo claro. La defensa era la prioridad de cara al público, pero 'off de record' el máximo mandatario cartagenerista tenía otro objetivo. La delantera, donde en verano fracasó, estaba en su punto de mira.

Quería Belmonte un delantero 'top', un '9' de garantías que guiara al FC Cartagena directo a un ascenso que, pese a los altos presupuestos, se ha escapado las últimas tres temporadas. De hecho, solo en una (17-18), acabaron los albinegros líderes del Grupo IV. Ni así se colaron en Segunda. El Rayo Majadahonda, con un gol en el último instante, les dejó con la miel en los labios.

De los fracasos se aprende, y Belmonte se lanzó al mercado de invierno sin esconderse, sin embargo, a la hora de la verdad, cuando había que sacar la billetera para poder reforzar un puesto clave para luchar por el ascenso, el presidente del FC Cartagena se quedó fuera de juego. Día tras día se fueron cayendo sus principales opciones. Dani Aquino se marchaba al Badajoz; Francis Ferrón, por el que el San Fernando pedía el pago de los 200.000 euros de su cláusula, era un imposible; y Jon Ander, por el que lucharon hasta el final, nunca estuvo cerca.

Se convirtió el atacante del Racing en el verdadero deseo del presidente del FC Cartagena en los últimos días del mercado. Desde la entidad santanderina no pusieron inconveniente. Si el jugador quería marcharse, le abrirían las puertas. Solo quedaba convencer al jugador vasco, pero Belmonte fracasó en el intento.

No echó el resto el murciano. Cuando tenía a tiro al jugador y solo tenía que convencerle con una buena oferta económica que le animase a abandonar la plantilla de Segunda División, el albinegro se quedó corto. Pese a que necesitaba el FC Cartagena un '9' top para poder optar al ascenso con garantías, Belmonte prefirió no hacer un esfuerzo que a final de temporada valiese la pena. Y sin ese gasto extra, Borja Jiménez tendrá que exprimir a Pablo Caballero y Jovanovic, confiando también en los buenos números en ataque de Elady y Santi Jara.

Saben los equipos que luchan por llegar al fútbol profesional que hay dos o tres posiciones en las que no se puede racanear. Que hay que ir con el dinero por delante para conseguir jugadores que eleven el nivel y ayuden a conseguir el objetivo. La más importante posiblemente sea en el ataque. Belmonte lo sabía. Por eso no se conformaba con Caballero y Jovanovic, por eso hasta el mismo día 31 de enero intentó convencer a Jon Ander, pero su insistencia no fue acompañada de los euros suficientes. Por eso el único delantero que pudo firmar el máximo responsable del club cartagenerista fue al brasileño Vinicius Tanque, un refuerzo que nada más anunciarse generó más dudas que ilusión en la afición del Cartagonova.

El carioca, que llega del Botafogo, tiene 24 años, y según sus estadísticas, en 51 partidos jugados solo ha marcado cinco goles. Habrá que ver en qué estado de forma aterriza en Cartagena, porque desde abril de 2018 solo ha disputado 315 minutos en la liga.

Además de Vinicius Tanque, Borja Jiménez ha reforzado la plantilla con otros dos jugadores. El primero en llegar fue el lateral Diegui, cedido por el Real Oviedo. Ya el último día se consiguió desbloquear el fichaje del extremo Cayarga, quien estaba en un Racing con el que el pasado año ascendió al fútbol profesional.