No pudo ser. La cuarta victoria consecutiva del Real Murcia no llegó. Estuvo cerca, pero finalmente no pudo hacerse realidad. Sin embargo, los granas pueden sacar más cosas positivas que negativas de su empate en el Bahía Sur. En un gran partido, en el que los murcianistas sacaron su lado más maduro, los visitantes fueron capaces de igualar dos veces al San Fernando para después, con un gol de Armando, ponerse por delante en el marcador. Con 2-3, parecía que la victoria en el Iberoamericano estaba más cerca que nunca. Pero Perdomo evitó el triunfo de los de Adrián Hernández. Con el 3-3, el San Fernando apretó y mucho, pero el marcador ya no se movió.

La calidad decantó la primera parte en el Bahía Sur. Se vio a un Real Murcia trabajador e insistente, un conjunto grana que no dejó de mirar arriba, con un Quereda que se sentía cómodo cabalgando por la banda, y con un Dorrio al que nadie baja de la moto; sin embargo, los granas se marcharon al vestuario por detrás en el marcador. Dos picotazos del San Fernando fueron suficientes para los isleños, que avisaron, si es que alguien todavía no lo sabe, de que tienen uno de los mejores ataques del Grupo IV.

Estaba el partido igualado, aunque era mayor la presencia ofensiva de un Real Murcia al que le sigue faltando encender la mecha. No necesitaban demasiados pases los murcianistas para acercarse al área de Rubén Gálvez. En varias faltas y saques de esquina, los de Adrián Hernández metían presión a los locales. Remataba varias ocasiones fuera Alberto Toril, delantero titular ante la baja de Víctor Curto, pero faltaba mayor claridad.

El San Fernando, mientras tanto, no se sentía cómodo. Juanma y Meseguer les tenían controlados en el centro del campo, y ni Jorge ni Sandro conseguían conectar con Hugo Rodríguez y Ferrón. No lo necesitaron los locales. En el minuto 20 se demostró la gran calidad de sus jugadores de ataque. En una falta lejana y cercana a la línea de banda, Hugo Rodríguez dejó con la boca abierta a todos. Con un chispazo que se convirtió en un auténtico golazo el San Fernando ya estaba por delante en el marcador.

En otra ocasión hubiera sido el final del Real Murcia, pero en este 2020 se ve un conjunto grana distinto, más maduro y al que cuesta más herir. Se volvió a demostrar un minuto después del gol de Hugo Rodríguez. Fue sacar de puerta y el Real Murcia ya estaba en el área de Rubén Gálvez. No solo eso, Dorrio se estrenaba como goleador con un tanto que metía otra vez a los murcianos en el partido.

Siguió insistiendo el conjunto visitante. Las faltas y los córners eran su forma de tener encerrados a los isleños. Pero otra vez ocurrió lo de siempre. Mientras que el Real Murcia trabajaba, el San Fernando mataba. Entraba Fernando Pumar como un puñal por la izquierda y Francis Ferrón batía a Tanis a la media hora. Otra vez estaban los granas por detrás en el marcador. Y pudo ser peor la cosa de no ser por el meta murcianista, que al borde del descanso salvó una doble ocasión de Pedro Ríos y Francis Ferrón.

Iván Pérez, importante por fin

Movió el banquillo Adrián Hernández a las primeras de cambio, y no le pudo salir mejor las cosas al técnico grana. Como si el Real Murcia hubiese entrado en un periodo en el que todo le sale bien, Iván Pérez por fin fue decisivo. El lateral, que volvía tras una lesión, saltó al terreno de juego para sustituir a Quereda y solo necesitó tres minutos para igualar el partido. Cedía con generosidad Toril y el jugador de El Palmar se elevaba para de cabeza batir a Gálvez y poner el 2-2.

Estaba claro que le salía todo al Real Murcia y se confirmó en el minuto 54. En una falta lejana Armando encontró la colaboración del meta local. Con un fallo garrafal, Gálvez introducía el balón lanzado por el capitán grana. Por primera vez en el partido, los murcianistas estaban por delante en el marcador.

Parecía que la victoria en el Bahía Sur estaba más cerca que nunca. Pero solo lo pareció. Porque en la última media hora del partido el San Fernando sacó su mejor versión ofensiva. Desapareció el Real Murcia, y los locales, al ritmo de Hugo Rodríguez, empezaron a acumular ocasiones. Cada minuto que pasaba era más peligroso el conjunto isleño. Daban miedo Hugo Rodríguez y Francis Ferrón. El primero destrozaba a la defensa grana una y otra vez, y el segundo remataba todo lo que le llegaba. Omar Perdomo fue el encargado de poner el 3-3 en el marcador tras rematar un córner, y luego tuvieron que remangarse los murcianistas para poder salir vivos del Bahía Sur. Finalmente, el 3-3 no se movió del electrónico, y el Real Murcia no solo sumó un punto sino que además vuelve a casa con muy buenas sensaciones.