­Uno de los objetos de deseo del murcianismo desde que en 2006 abrió sus puertas el estadio Nueva Condomina ha sido la construcción de una ciudad deportiva que permitiera al club grana reunir en una misma instalación a todas sus bases. Han sido muchas las etapas en las que se ha hablado de la creación de ese recinto, sin embargo, el sueño nunca se ha hecho realidad. No tiene el Real Murcia ciudad deportiva como tal, pero desde el año 2000 cuenta el club grana con unos terrenos de su propiedad en los que se construyeron dos campos de entrenamiento y un gimnasio. Allí entrenaba el conjunto murcianista hasta el pasado mes de septiembre, cuando el actual consejo de administración decidió echar el cierre al considerar que mantener esas instalaciones suponía un coste demasiado elevado para la actual economía de la entidad.

Se echó el cierre a la vez que se llegaba a un acuerdo con la Agencia Tributaria para que esa parcela saliese a subasta por segunda vez. Y es que en 2014, ante los impagos, Hacienda decidió embargar el único patrimonio que tenía el Real Murcia. En aquel momento nadie acudió a una puja que comenzaba en dos millones de euros, una cifra muy por encima del valor original de un terreno cuyo coste, según una tasación realizada por el propio club hace unos años, estaría cerca del millón de euros. Con la subasta desierta, el Real Murcia siguió utilizando esos campos que están en El Esparragal, pero que son conocidos por el murcianismo como Cobatillas.

El paso de los años no ha cambiado nada. El recinto sigue embargado por la Agencia Tributaria, y es que en todo el este tiempo la deuda con las administraciones públicas no ha parado de crecer. Según las últimas cuentas del Real Murcia, la cantidad pendiente con Hacienda es de diecisiete millones de euros.

Una de las primeras medidas de los actuales rectores del Real Murcia fue afrontar los gastos del día a día con el fisco. Con este gesto se intentaba mejorar unas relaciones que estaban completamente rotas. Además, tal y como explicaron en la última rueda de prensa, se han abonado unos 400.000 euros de uno de los plazos del concurso de acreedores.

La otra medida, después de estudiar varias alternativas que no se podían llevar a cabo por el alto coste, fue cerrar las instalaciones de Cobatillas, trasladarse a entrenar a otros campos -Universidad de Murcia, Ceutí, Nueva Condomina...- y llegar a un acuerdo con Hacienda para que se sacasen otra vez a subasta esos terrenos, en esta ocasión con un precio más ajustado. Así, si se consiguen vender, ese dinero iría a reducir deuda.

Desde el martes la subasta para adquirir esa parcela de 19.361 metros cuadrados ya está en marcha, según aparece en el portal de subastas del Boletín Oficial de Estado. El precio inicial es de 636.235 euros, un millón cuatrocientos mil euros más bajo que la primera vez que salió a licitación. Hasta el próximo 17 de febrero se podrá pujar por esos terrenos que están en el término de El Esparragal. En los datos de la subasta también se indica que los tramos entre pujas son de 2.000 euros y que para poder participar hay que hacer un depósito de 31.800 euros, que es el cinco por ciento del valor con el que bien sale a subasta.Será en veinte días cuando el Real Murcia

sabrá si en esta ocasión hay un comprador para la que hasta este año ha sido su ciudad deportiva. Si finalmente alguien adquiere esos terrenos, el dinero permitirá reducir deuda con la Agencia Tributaria. El lado negativo es que el club grana, como ya ocurrió cuando vendió La Condomina, volverá a quedarse sin patrimonio.