Ni veinticuatro horas tardaron los responsables del UCAM en destituir a Miguel Rivera tras la derrota en el campo del Sanluqueño. Si el miércoles 15 de enero el equipo universitario sumaba otro duro golpe; al día siguiente la entidad emitía un comunicado para informar del despido del técnico malagueño. Trece partidos duraba la aventura del andaluz en un banquillo en el que se han sentado ocho preparadores en dos campañas y medio.

Once días después, el UCAM Murcia sigue sin entrenador titular. Aunque apostó el club de forma provisional por Sergio Aracil, del filial, la goleada encajada por el Marbella ha acabado de tachar el nombre de un técnico que tampoco convencía en los despachos de La Condomina. Sin embargo, en esta semana y media, los responsables del conjunto azulón no han decidido quién va a asumir el mando de un equipo que se ha empeñado en coquetear con la zona de descenso.

Ayer hubo una reunión entre José Luis Mendoza, sus directivos de confianza y Pedro Reverte, director deportivo del UCAM Murcia. Pese a que se había dicho que el mismo lunes se conocería el nombre del nuevo entrenador y que el objetivo era que hoy mismo fuese presentado, la confirmación tendrá que esperar. No realizó ayer el club ningún comunicado. Mientras que se sigue deshojando la margarita en La Condomina, Sergio Aracil dirigió ayer la sesión preparatoria de una plantilla que no está dando la talla, cometiendo errores impropios de jugadores contratados para luchar por estar en el play off.

La intención del UCAM es dar a conocer hoy mismo el nombre del nuevo entrenador. No pueden volver a fallar los responsables universitarios, que esta temporada ya han despedido a Rubén Albés -jornada 7- y a Miguel Rivera -de la jornada 8 a la 20-. Lleva varios días Pedro Reverte revisando el mercado de técnicos, y ahora serán José Luis Mendoza y su hijo los que tomen una decisión final.

El UCAM Murcia, tras caer goleado en el campo del Marbella, está en el puesto 14 de la clasificación con 26 puntos. Solo la debilidad de los equipos de la zona baja hacen que los universitarios puedan respirar, teniendo seis puntos de ventaja respecto al play out y seis con el descenso. Apenas se han logrado seis victorias en 22 semanas.