Cuando Víctor Curto está bien físicamente, no hay quien le pare. Su hambre no tiene límites. Da igual lo que marque su DNI, si sus piernas le responden, el delantero catalán es el mejor killer que tiene el Real Murcia en su plantilla. No solo eso. El '10' murcianista es un delantero atípico. Mata dentro del área, pero también es capaz de sacar la varita y enseñar a sus compañeros como se baila, combinando, participando en el juego, ayudando en la presión.

Ha resurgido Víctor Curto en el comienzo de 2020. Superada ya esa lesión que le tuvo varias semanas apartado, el de Tortosa ha vuelto al once titular no solo para quedarse sino también para demostrar a sus compañeros que el escudo del Real Murcia está llamado por historia a estar arriba. Ha sido siempre un ganador el catalán, y no iba a ser menos ahora. Sin él, los granas coqueteaban una semana sí y otra también con el descenso; con él, el murcianismo incluso se puede permitir ilusionarse con nuevos retos. De momento, las victorias llegan de tres en tres, algo que no había sucedido en toda la temporada. Primero fue el Cádiz B, hace una semana el Algeciras y esta tarde se ganó a un Córdoba al que el buen trabajo defensivo de los granas frenó y al que Curto mató a la media hora.

Se enfrentaba el Real Murcia a un conjunto cordobés con muchas caras nuevas. Ha aprovechado el equipo andaluz el mercado invernal para reforzar una plantilla que no acaba de engancharse al play off. Está costando mucho a los blanquiverdes sobrevivir en la Segunda B. No temieron los granas a los de Raúl Agné. Incluso les sorprendieron desde los primeros minutos. Con una alineación en la que Adrián Hernández daba una vuelta a su modelo para apostar por meter músculo en el centro del campo, el Real Murcia comenzó llevándose el primer punto.

Armando saltaba de la defensa para volver a mostrar su fortaleza como centrocampista. Su trabajo ayudó mucho en un espacio en el que aparecía Manolo por la sanción de Juanma Bravo y seguía un Victor Meseguer que ayer estuvo más apagado, no sintiéndose cómodo en una zona en la que más que chispa hubo pelea.

Salió el Real Murcia ganador de muchas de las batallas. No dejaron los granas nunca estar cómodo al Córdoba. Sin salida, los de Agné sufrían demasiado. Solo respiraban con los errores de un Edu Luna que se empeñó, sobre todo en la primera parte, en alegrar la tarde a Willy Ledesma, fichaje invernal que ayer debutaba en el bando cordobés. El delantero fue una pesadilla para el central grana, que no tenía el escudo de Armando y tampoco de Antonio López, en el banquillo por decisión técnica. El otro hueco en la defensa fue para Juanra.

Sufrió muchísimo Luna, aunque para suerte de los locales, el Córdoba nunca estuvo inspirado para hacer daño cuando fallaba el central grana. Muy lejos del área, muchas veces aislado por la banda izquierda, Ledesma no disfrutó. La única gran ocasión en la primera parte de los visitantes llegaba en el minuto 16. Ledesma aprovechaba un envío fallido de Edu Luna para quitarse de encima a Quereda y plantarse delante de un Tanis que sacó cuerpo para tapar el disparo del delantero blanquiverde.

No estaba siendo un partido vistoso en cuanto a ocasiones de gol. Tampoco había generado mucho el Real Murcia. Eso sí, tuvieron los granas el primero nada más comenzar el choque. En el minuto 4 fallaba Víctor Curto en una posición en la que no suele errar el delantero grana. Estuvo lento y cuando vino a rematar un defensa visitante ya le había ganado la partida.

Falló Curto, que posteriormente envió un remate de cabeza fuera; acertó Tanis ante Ledesma, y cuando las fuerzas estaban igualadas, sobre todo en un centro del campo donde el Córdoba no sacaba cabeza ante la inteligencia de un Murcia que les frenaba con faltas cada vez que intentaban iniciar la jugada, Víctor Curto decidió que ya era hora de empezar a poner las cosas en su sitio.

Fue una jugada bonita, en la que se demostró el hambre del delantero catalán. Dentro del área pocas veces tiene rival. Aunque en su primer intento, una magnífica reacción de Becerra hizo que Nueva Condomina se quedase con la palabra gol en la boca. No dio tiempo a lamentaciones. El balón seguía en el área, dividido, sin encontrar alguien que lo cuidara. Y entre rebote y rebote llegó a un Curto que esta vez sí, puso el 1-0 en el marcador (32').

Sufrimiento en la segunda parte

Nada más volver del descanso, Agné dio entrada a Moutinho, otro de los fichajes del Córdoba en este mes de enero. El centrocampista portugués dio mordiente a los visitantes, que con el marcador en contra no tenía otra que dar un paso al frente. Lo dieron y el Real Murcia empezó a sufrir. Aunque en esta ocasión Tanis no fue un enemigo. El meta grana salvó a su equipo en varias ocasiones. Estuvo atento en una falta en la que intentó sorprender González y luego reaccionó a la perfección ante un disparo de Valverde en una doble ocasión de los visitantes.

Se dio cuenta rápidamente Adrián Hernández de que el marcador estaba en juego, por ello en el 63 movió su banquillo y apostó por la entrada de Antonio López. El central reforzaba una zaga que se estaba viendo superada por los visitantes. A la vez el Murcia se quedaba sin delantero, porque Curto era el elegido para abandonar el campo.

Ayudó la entrada al campo del central murciano. El Murcia volvió a sentirse fuerte atrás. Con sus piezas bien colocadas, los espacios empezaron a desaparecer para un Córdoba que se desesperaba con cada pérdida de balón y que sufría cada vez que Dorrio metía la quinta. Tenían los murcianistas el partido donde querían de nuevo, solo faltaba dar un golpe sobre la mesa y conseguir un gol que sentenciara el partido.

No sufría el Real Murcia ante un Córdoba bloqueado. No solo eso. Los granas se sentían cómodos en el terreno de juego y se atrevían a mirar arriba. El único problema es que sin Curto no hay ideas cuando toca pisar el área. Se equivocó un Marcos Legaz que no tuvo en cuenta a Quereda y Peque, y disparó alto Armando. No lo necesitó el conjunto grana que cuando el colegiado señaló el final del partido no solo celebró la victoria sino que también presumió de vivir su mejor momento de la temporada. Tres victorias consecutivas que le permiten ilusionarse con retos mayores.