Victoria muy bien trabajada del Jimbee ante un Magna Osasuna que venía de estar invicto ocho jornadas seguidas (7-6), pero que en Cartagena estuvo falto de verticalidad y mordiente en ataque, mientras que en defensa también estuvo blando. Pero de ello culpable un equipo local que realizó un partido muy serio en defensa y se mostró más acertado en ataque que en otras ocasiones, aunque volvió a tener problemas, como ya ocurrió hace una semana en Zaragoza, para salir airoso del juego de cinco. El Magna apretó el marcador en los últimos segundos sin evitar la victoria de los Duda gracias al portero-jugador.

Comienzo de poder a poder donde ambas escuadras trataban de tener posesiones con criterio y movimientos estudiados. Tal vez el Jimbee conseguía ser un poco más vertical y en el primer minuto Franklin lo intentó con el primer disparo a media distancia sin consecuencias. A partir de ahí, a los locales les costó más salir de su feudo ante la presión alta de Osasuna, que cada vez iba adquiriendo más tiempo de posesión. Rafa Usín chutó por primera vez para los visitantes a los cinco minutos, pero acto seguido, una transición rápida de Fernández y Juanpi, acabó con un remate por bajo de Solano que valió el 1-0. La consecuencia del primer gol fue que se tambaleó el quinteto de Osasuna, que perdió el control estando a merced de los locles, que trabajaban la presión alta durante estos minutos. El Magna quería salir del atolladero y en una circulación bien llevada, Saldise probó a Rául Jerez en el siete. A los ocho debutó en casa el brasileño Gabriel Vasques, que obtuvo una notable actuación en los minutos que estuvo en pista. Mientras tanto, el Jimbee seguía trabajando en defensa y recuperó el control del balón. De todas formas, los de Duda eran los que mantenían la verticalidad sobre el marco de Asier. A los diez minutos Imanol Arregui, técnico visitante, utilizó su tiempo muerto, pero no pudo evitar que en el 11 su guardameta fallara en el despeje y dejara el balón franco para que el debutante Gabriel Vasques consiguiera el 2-0.

El Jimbee iba en alza en el juego y Osasuna se topaba con la defensa rojiblanca. A los 12 Araça protagonizó un remate doble que en primer lugar se estrelló en el palo y seguidamente la defensa cartagenera sacó su remate bajo los palos. Esta oportunidad llegó a través de una contra, que era la única forma de sorprender al Jimbee por el momento. Los visitantes también probaban con disparos a media distancia, pero el ataque navarro estaba falto de intensidad, mientras que en defensa llegó a la quinta falta a los quince minutos. Por el momento, el partido iba a favor del Jimbee, que se limitaba a defender desde que consiguió el 2-0 para tratar de aumentar la renta en las contras. De hecho, a los 17 Franklin robó un balón en ataque y tras apoyarse en Eka, batió por bajo a Asier, sumando así el 3-0, un tanto que volvió a dar vida y confianza a un Jimbee que pudo aumentar la distancia con varias oportunidades de Attos, pero el marcador ya no se movió al finalizar la primera parte, que se cerró con otro tiro a palo de Juanpi.

El Jimbee siguió haciendo una buena defensa en el inicio de la segunda parte, anulando todas las intentonas del conjunto navarro, que quería alzarse con el control del balón, pero sus posesiones seguían careciendo de verticalidad. Sin embargo, la efectividad del conjunto cartagenero relucía a los cuatro minutos de la segunda parte, cuando Solano hizo el gol de la tarde al controlar un balón largo con el pecho, sin dejar caer el esférico, de espaldas a la portería (4-0). Pero dos minutos más tarde Eric Martel consiguió acortar distancias ante un fallo de Raúl, haciendo así el 4-1, pero en ese mismo minuto, el cancerbero de Osasuna también volvió a errar en una salida que aprovechó Eka para hacer el 5-1. Unos segundos después, en el minuto 27, Mellado se sumó al festival haciendo el sexto en una jugada que él mismo inició, para tras apoyarse en Franklin, empujar el balón a las mallas. Con el 6-1 en el tanteo el técnico Imanol Arregui comenzó a jugar de cinco con Araça de portero-jugador. A partir de aquí se vio otro partido. Con esta situación los navarros atrincheraron al Jimbee, que sacó a relucir las carencias que ya mostró una semana antes en Zaragoza, y Rafa Usín hizo el 6-2 a los 29 con un tiro a media distancia. Ahora el Magna apretaba y seguía jugando de cinco mientras que los locales sufrían en su área, encomendándose a las estiradas de Raúl. A pesar de la distancia en el marcador la tensión se respiraba en la cancha y el recuerdo de lo vivido la jornada anterior, cuando el equipo tiró una cómoda renta para terminar empatando, estaba presente. Los rojiblancos salían y aguantaban la posesión en cancha contraria cada vez que podían, estirando así la pista. A los 35 minutos el Jimbee tuvo un pequeño respiro cuando Attos logró conectar un disparo desde su defensa con la portería vacía, logrando así un 7-2 que daba algo de oxígeno. Segundos más tarde, Rafa Usín hacía el 7-3 con un testarazo que entró por la escuadra de Raúl. El tiempo seguía jugando al favor del Jimbee mientras que Osasuna dilataba su derrota todo lo que podía. A los 37 los visitantes los visitantes desaprovecharon un doble penalti a través de Martel, pero tras varias tomas y dacas, Mancuso respondió con un disparo seco dentro del área local, haciendo así el 7-4. El antídoto del Jimbee era aguantar al máximo la posesión, pero Osasuna seguía contando con sus oportunidades, como en el 40, cuando Martel ajustó aún más el marcador tras ejecutar un doble penalti que le valió para hacer el 7-5. Y dando aún más tiempo al 7-6, obra de Mancuso, a falta de diez segundos con un despiste defensivo de los locales.