Desde hace muchas jornadas la clasificación se empeñaba en desmentir las palabras de Adrián Hernández. Mientras que el técnico del Real Murcia celebraba una trayectoria irregular, en la que no se conseguía ganar fuera de casa y en la que lograr dos victorias consecutivas era un imposible, la tabla del Grupo IV de Segunda B transmitía nerviosismo al murcianismo. La zona de descenso, semana a semana, estaba demasiado cerca. Dos traspiés consecutivos podían hacer saltar todas las alarmas.

En las diecinueve jornadas de la primera vuelta, el Real Murcia, que inició el campeonato durmiendo cuatro de cinco semanas en los puestos de descenso, había tenido como mucho un colchón de cuatro puntos respecto a la zona peligrosa. Lo tuvo en la jornada 8, tras encadenar su mejor racha de resultados, pero solo le duró siete días. Dos puntos, un punto, tres puntos... Así ha sido la trayectoria de los de Adrián Hernández, incapaces de sumar varias jornadas seguidas con victoria. Pese a ganar el derbi frente al FC Cartagena, las tres últimas semanas del primer tramo de la competición le habían vuelto a dejar demasiado cerca de los puestos calientes. Su diferencia era de apenas dos puntos cuando comenzó el 2020.

En esa situación inició el partido del pasado miércoles en Nueva Condomina ante el Cádiz B. Y los pocos espectadores que acudieron a las gradas no tardaron en ponerse a temblar cuando los gaditanos aprovechaban un error defensivo de los murcianistas para poner el empate en el marcador. Los nervios fueron a más cuando los visitantes fallaron varias ocasiones claras tras fallos de Tanis Marcellán en la portería.

El Real Murcia daba miedo y pocos querían obviar que con esas sensaciones era muy fácil caer a la zona baja. Sin embargo, en algo más de diez minutos todo cambió. Justo el tiempo que necesitaron Víctor Curto y Juanra para lograr dos goles que permitían dar la vuelta al marcador y conseguir una victoria después de tres jornadas.

El triunfo ante el filial gaditano y los malos resultados que vienen encadenando los equipos de la zona baja -Algeciras, Talavera, Mérida, Villarrobledo y Granada B- hacían que el Real Murcia pasase en unos instantes de tener tres puntos de colchón a contar con cinco. Nunca hasta ese momento había tenido el conjunto grana tal ventaja.

Pero las alegrías para los aficionados del Real Murcia continuarían esa misma semana. El domingo en Algeciras el conjunto murciano rompía una racha de cuatro meses sin ganar a domicilio. El gol de Víctor Curto daba además tres puntos que una vez más tienen un valor doble, y es que los equipos del descenso siguen sin reaccionar. Así, los granas dormirán esta semana con ocho puntos de diferencia respecto a la zona peligrosa de la clasificación.

Dicen que el tercer lunes del mes de enero es el día más triste del año. Blue Monday lo llaman. Ese día se 'celebró' ayer. Sin embargo, para el murcianismo la jornada no tuvo nada de deprimente. Por primera vez en lo que va de temporada tienen un colchón lo suficientemente importante para poder afrontar las próximas dos jornadas con más tranquilidad de lo habitual. Y es que los dos siguientes rivales del Real Murcia supondrán otra prueba de fuego para la plantilla entrenada por Adrián Hernández.

Este domingo llega a Nueva Condomina un Córdoba que necesita reconducir su mal inicio de segunda vuelta -derrota ante el Granada B y empate frente al Villarrubia- para seguir luchando por engancharse al play off -a 4 puntos-. Y una semana después los murcianistas visitarán el campo de un San Fernando que se ha descolgado tras sumar solo una victoria en las últimas ocho jornadas. Los isleños son sextos con 33 puntos.