El UCAM Murcia CB llegó a la Fonteta de Sant Lluis siendo consciente de que batir al Valencia Basket en plena dinámica ascendente en su casa iba a ser una misión complicada. Pero no cayó con las botas puestas (82-62). No hubo ni rastro del chute de moral de hace tan solo una semana, cuando el triunfo frente al Unicaja Málaga puso fin a una racha de ocho derrotas consecutivas. El equipo universitario se encargó de enterrar todos los brotes ver de la pasada jornada, y ante el cuadro taronja volvió a generar dudas. Y es que los de Ponsarnau, entrenador local, se encargaron de frenar tanto a Booker y a Eddie, y a partir de ahí conectaron el piloto automático de la última semana hasta hacerse con una victoria que no corrió peligro en ningún momento.

El UCAM, por su parte, mostró su peor cara tanto en ataque como en defensa. No fue capaz de mover el balón con criterio en campo contrario, ni tampoco encontrar puntos de otros jugadores que no fueran ni Booker ni Eddie. Pero es que, además, el alto número de pérdidas (15) ya se está convirtiendo en una costumbre junto a una defensa irregular. Así pues, las sensaciones con las que el UCAM encara la semana en la que recibirá el sábado, a las 18.00 horas, en el Palacio a un Montakit Fuenlabrada vuelven a no ser las mejores para enfrentarse a un rival que, a día de hoy, es directo en la lucha por la permanencia en la Liga Endesa. El equipo está sediento de savia nueva, algo a lo que agarrarse para que la segunda vuelta -que arrancó ayer- no se le haga tan cuesta arriba después del parón que llegará en el mes de febrero, donde contará con cuatro semanas sin un partido oficial en el calendario por la disputa de la Copa del Rey, las ventanas FIBA y el aplazamiento del choque frente al Iberostar Tenerife. Los malos porcentajes desde el triple (6/25) acabaron por congelar al UCAM ayer en Valencia.

Cortar la mala racha de resultados con un triunfo no era la única medicina que necesitaba el equipo universitario para comenzara reconducir el rumbo en la clasificación, por lo que deberá encontrar la solución de nuevo para esconder las carencias antes de afrontar ese periodo destinado para los entrenamientos a modo de 'mini' pretemporada, ya que tras recibir el próximo sábado al Montakit Fuenlabrada los de Sito Alonso visitarán a un Casademont Zaragoza que ya tendrá la mirada puesta en la cita copera.

El rápido ritmo con el que arrancó el partido no benefició demasiado al equipo murciano durante los primeros compases, aunque supo aguantar al Valencia Basket. Tumba y Eddie controlaron el juego interior del cuadro taronja, mientras que Booker se convirtió en la principal referencia ofensiva de los de Sito Alonso (7-7). El jugador norteamericano volvió a su versión habitual, mucho más incisivo y menos solidario en ataque que en la victoria frente al Unicaja, y una contra de Eddie permitió mantenerse a los murcianos a la estela del Valencia Basket (11-9). Sin embargo, los triples de Labeyrie y Doornekamp en el último minuto antes de finalizar el primer cuarto pusieron la primera distancia considerable en el marcador (19-11). Sito Alonso solicitó tiempo muerto para buscar la reacción, pero los de Ponsarnau mantuvieron la ventaja (21-13).

A la canasta para abrir el segundo cuarto de Hunt se unió un 'dos más uno' de Marinkovic y un triple de Sakota, que mantuvo la ventaja en diez puntos (25-15). No obstante, el UCAM no se encontraba en ataque ante la defensa local, mientras que atrás sufría demasiado para firmar un parcial de 10-4 que colocó el 29-17 con una canasta de San Emeterio (+12), y que Sito Alonso se vio obligado a parar. Un triple de Vives hizo más daño a los universitarios, que continuaron sin enlazar buenos ataques (con 1/9 en triples en ese momento) y comenzaron a acusar las pérdidas. Una canasta bajo el aro de Labeyrie incrementó la ventaja a veinte puntos a falta de tres minutos para del descanso (39-19) dejando claro los problemas del UCAM en la Fonteta. Eso llevó al entrenador del equipo murciano a probar cosas nuevas, como la entrada a pista de Edu Durán, para tratar de cambiar algo en el juego. Pero es que, si no llega a ser por el apretón final del segundo cuarto, con dos triples de Eddie, el segundo sobre la bocina, la brecha podría haber sido mayor (44-30).

La segunda parte no comenzó con buena cara para el UCAM tampoco al cargarse con tres faltas y con más pérdidas en los primeros minutos, viendo aro tan solo con la insistencia de Askia Booker (50-35). El Valencia Basket mantuvo su goteo constante de puntos y el UCAM continuaba con el casillero a cero en demasiados jugadores. Una antideportiva sobre Larentzakis y un arreón tanto en defensa como en ataque, no sirvió para recortar la ventaja aunque sí para darle un ligero mordisco al marcador (56-39). La entrada de Radoncic y Lecomte, por Eddie y Booker, tampoco dio el efecto que necesitaba el equipo murciano (60-46). El encuentro se fue apagando cada vez que se consumían los segundos del reloj y el Valencia Basket puso el piloto automático ante la ausencia de peligro serio para buscar la remontada por los visitantes (65-48).

Los triples de Motum y Labeyrie, para el Valencia Basket, y el de Radoncic, para el UCAM, abrieron desenlace del partido en la Fonteta. El propio Labeyrie y Abalde ampliaron la ventaja para colocar el 75-56 en el marcador que ya parecía definitivo a falta de seis minutos para el final. Fue entonces cuando el partido se detuvo por un problema en el marcador y cuando se retomó el partido los fallos en ambos lados de la pista eran constantes. El partido ya estaba muerto, acabado, cuando restaban más de tres minutos para el final. Solo el orgullo llevaba al UCAM a apretar desde el saque de fondo, aunque el equpipo de Ponsarnau no se mostró incómodo en ningún momento del partido (77-60). Los de Sito Alonso trataron de maquillar el marcador en los últimos ataques, que acabaron con Sadiel Rojas eliminado por faltas, pero los 20 puntos de margen se mantuvieron (82-62). El conjunto de Sito Alonso recibirá el próximo sábado al Fuenlabrada en el Palacio en un duelo, a día de hoy, clave en la lucha por la permanencia después de que el equipo madrileño se llevase el duelo de la primera vuelta con un triple de Richotti.