El Cartagena sufrió el pasado miércoles un contratiempo con el que pocos contaban. La derrota en el estadio Nuevo Vivero ante el Badajoz ha supuesto un jarro de agua fría para un equipo que venía con muy buenas sensaciones de la eliminatoria de la segunda ronda de Copa del Rey ante el Girona. A pesar de caer eliminado, el conjunto albinegro dio una de las mejores versiones de toda la temporada ante una de las plantillas más potentes de la categoría de plata. Sin embargo, esa versión no se vio reflejada en tierras extremeñas, donde el conjunto de Borja Jiménez se vio superado, especialmente en la segunda mitad- por un rival al que podrían haber dejado atrás de forma casi definitiva.

Coincide esto, además, con el hecho de que supuso la primera derrota en el campeonato liguero del técnico abulense al frente del banquillo albinegro. Un entrenador que reconocía después del partido que no es esta la imagen que espera de su equipo, pero que a la vez quiso mandar un mensaje tranquilizador: «No vamos a esconder que el nivel que hemos visto del equipo no es el que queremos. Sabemos que podemos y que -por supuesto- tenemos que dar mucho más. Pero es solo un tropiezo. Tenemos que seguir trabajando como hasta ahora».

Sin embargo, la realidad es que la derrota frente al conjunto pacense no ha supuesto únicamente la pérdida de tres puntos. En la clasificación, los efectos se ven a simple vista. Los perseguidores que hasta el momento miraban desde la distancia al Cartagena, ahora lo hacen desde mucho más cerca. El propio Badajoz lograba convertir los seis puntos que le distanciaban del conjunto de la ciudad portuaria en solo tres. Una distancia que le vuelve a meter de lleno en una pelea de la que podrían haber quedado fuera si el resultado hubiera sido distinto. También salió beneficiado del partido el Yeclano Deportivo, que volvió a ganar en La Constitución al Sevilla Atlético por la mínima y se sitúa ya a solo dos puntos de los de Borja Jiménez. No pudo aprovecharlo de igual forma el Marbella, que no logró pasar del empate a cero ante el Talavera y que pierde la tercera plaza en la que había conseguido instalarse la semana anterior.

Uno de los aspectos por los que es más difícil de asumir la derrota para el Cartagena es la oportunidad perdida de dejar en la estacada a un rival directo como es el Badajoz. Si los albinegros hubieran logrado hacerse con la victoria, el conjunto pacense se hubiera quedado a nueve puntos y prácticamente fuera de la pelea por el primer puesto. Bien es cierto que el conjunto albinegro continúa como líder en solitario y está a siete puntos del quinto clasificado, puesto que a día de hoy ocupa el Córdoba.

El resultado negativo en el Nuevo Vivero trae, claro está, consecuencias en la tabla. Sin embargo, llaman la atención los resultados que el Cartagena ha cosechado en lo que va de liga frente a los equipos de la parte alta de la tabla. Con la segunda vuelta recién empezada el equipo de Borja Jiménez sabe que jugará las dieciocho jornadas restantes con un factor en contra. El 2-1 cosechado en Badajoz y el empate a cero del Cartagonova en la primera jornada hacen que el gol average particular entre ambos equipos haya caído de la balanza de los pacenses. Unos números que a la larga pueden suponer un problema. Y es que quién sabe si al finalizar las 38 jornadas los albinegros lamentarán el hecho de haber caído en el enfrentamiento directo.

No obstante, supone esto una alerta. Lo mismo que le ha sucedido con el equipo dirigido por Mehdi Nafti podría ocurrirle frente al resto de equipos que a día de hoy están en la zona alta de la tabla y frente a los que el Cartagena no ha logrado sacar resultados positivos en la primera mitad del campeonato. De los seis primeros clasificados el Cartagena solo logró ganarle al Córdoba. Encuentro que, dicho sea de paso, fue uno de los mejores a lo largo de la presente campaña. Una victoria por dos goles a cero que fue también una de las primeras exhibiciones individuales de Carrasquilla. Dejando ese encuentro a un lado, los entonces dirigidos por Gustavo Munúa empataron a cero con San Fernando y Marbella -en casa y fuera respectivamente- y sacaron un empate a dos en el Cartagonova frente al Yeclano Deportivo.

Unos números que le sirvieron para acabar como campeón de invierno, pero que pueden convertirse en un serio problema a final de temporada.