Varios pretendientes han llamado a las puertas del Real Murcia en los últimos meses, pero el más importante y el que más se ha esforzado por hacerse con el control del club es Alfonso García, ex dueño del Almería. El aguileño, tal y como publicó este diario a finales de noviembre, mantuvo varias conversaciones con Francisco Tornel. Su objetivo era entrar en la entidad y posteriormente convertirse en accionista mayoritario. Pese a que el consejo de administración no estaba de acuerdo con abrir las puertas del club a un gran inversor, el presidente y máximo accionistas continuó negociando por su cuenta con el empresario aguileño, quien después de la venta del Almería tiene veinte millones de euros. Una vez que salieron a la luz las negociaciones, varios de los acreedores exigieron más dinero para firmar los acuerdos. Hasta un millón de euros de más tuvo que pagar el Real Murcia, según indicó Daniel Moreno en una rueda de prensa anterior. Ayer, Francisco Tornel reconocía su error. «No me arrepiento de las conversaciones con Alfonso García. Estoy orgulloso de que haya personas interesadas en el club, y más con la experiencia de él. De lo que si me arrepiento es del perjuicio económico que eso ha supuesto para el club», decía el presidente grana, para dejar claro que la filtración de esas negociaciones en ningún caso salió del consejo de administración. Siguiendo con el interés de Alfonso García de convertirse en el accionista mayoritario del Real Murcia, Tornel justificaba sus reuniones cuando ahora defiende que quiere que el club siga en manos del murcianismo. «Hablo con todas las personas que me llaman e intento ver qué ofrecen. Hemos tenido varias reuniones. Él dejó claro que quería ser el accionista mayoritario y yo le hice una contraoferta. Entonces el consejo de administración decidió que se iba a optar por atomizar el capital. No es fácil la decisión. El club sigue teniendo una deuda importante que hay que pagar, y lo más fácil para mí sería dejar el club, pero luego hemos analizado el camino y la situación y hemos pensado que lo mejor es seguir con este modelo, por eso le dijimos que no a Alfonso», relataba el actual máximo accionista del Real Murcia, quien también dejó claro que volverá a meter dinero en la ampliación.