El Real Murcia se acabó atragantando de tanta copa. Los granas, que se habían proclamado campeones de la Copa Federación y que en la primera ronda del torneo del KO habían superado al Racing de Santander, no se enfrentarán a uno de los equipos gordos de Primera División. La ilusión por ver al Real Madrid, FC Barcelona o Atlético de Madrid en Nueva Condomina no se hará realidad.

Ayer, el Leganés despertó a los de Adrián Hernández del sueño. Se cumplió la lógica. Lo único negativo es que los murcianistas no se pudieron despedir de la Copa con la cabeza alta. Una goleada ensombreció la trayectoria en dos competiciones que habían sido su mejor asignatura en el primer tramo del campeonato.

Como los niños que consideran que la mejor hora del colegio es cuando salen al recreo, los jugadores del Real Murcia, incómodos en la Liga, donde se sienten inferiores en muchas ocasiones y donde no son capaces de encontrar la regularidad, habían encontrado primero en la Copa Federación y luego en la del Rey su hora de kit kat. Después de eliminar al Racing, los aficionados murcianistas confiaban que también se podía dejar en la cuenta a un Leganés que solo pudo derrotar al Andorra en los penaltis y que en Liga empiezan a reaccionar tras la llegada al banquillo de Javier Aguirre.

No hubo milagro. No hubo emoción. Nunca fue capaz el Real Murcia de competir frente a un Leganés que sin pisar el acelerador superó en todas las líneas a los murcianistas. El gol de Guido Carrillo en el minuto 35 fue un aviso. Con el tanto del argentino la lógica se instalaba en el marcador de Nueva Condomina. Podía haber acabado ahí la cosa, con una derrota honrosa y un adiós amargo pero que deja cosas positivas, sin embargo el Real Murcia se empeñó en manchar su participación en el torneo del KO. Con la salida al campo de Braitwaite el Leganés se reactivaba en ataque, volvía a insistir por las bandas y hacía daño a un equipo grana tan blandito que al primer soplido volaba por los aires. Dos goles del danés y un segundo tanto de Guido hicieron que la despedida de los de Adrián Hernández de la Copa del Rey acabase con una goleada que vació Nueva Condomina cuando todavía faltaban diez minutos para que el colegiado señalase el final del encuentro.

Mezcló Adrián Hernández suplentes y titulares. Dejó prácticamente su defensa y mantuvo el centro del campo. A Armando, Edu Luna y Álvaro Rodríguez se le unieron Julio Algar y Quereda. La presencia del canterano en la banda izquierda fue la gran novedad. No desentonó en la primera parte, cuando aguantó a Ruibal, que pese a intentarlo una y otra vez no pudo conectar con Eraso. Juanma Bravo y Víctor Meseguer eran las referencias en el centro del campo, siendo casi completamente novedosa la combinación en ataque. Sin un delantero puro, el entrenador murcianista apostó por Peque y Marcos Legaz con Alberto Rodríguez por detrás.

Volvió a fracasar el conjunto grana en su faceta ofensiva. Y tampoco estuvo fino en defensa. Si habitualmente ya hacen regalos, ayer, ante el Leganés, se sintieron desnudos desde el primer minuto. No habían transcurrido ni cuatro minutos cuando En-Nesyri ya había estrellado un balón en el poste. Fue el marroquí uno de los mejores de su equipo. Muy activo en los primeros instantes, volvió loca a la zaga y a Tanis. También ayudó la movilidad de Arnáiz.

Del buen inicio del Leganés se pasó a un tramo de mayor igualdad. No apretaban los madrileños y el Real Murcia, aunque no era capaz de mostrar cuál era su receta para presionar a los de Aguirre, se conformaban con que el rival no metiera una marcha más. Le faltaban demasiadas cosas a los locales para poder sacar algo positivo. Apenas hizo faltas el cuadro grana, tampoco presionó ni mordió; Albert Rodríguez volvió a demostrar por qué no tiene minutos en Liga, Víctor Meseguer ayer no tuvo claridad y Juanma Bravo, pese a su esfuerzo y sus robos, tenía demasiado trabajo para él solo.

Dos disparos de Peque y una internada de Álvaro Rodríguez fue de lo poco que hizo el Real Murcia en ataque. Tiene un problema el cuadro grana cuando hay que mirar a portería, y parece que en vez de ir a mejor va a ir a peor. La lesión de un Chumbi que ya llevaba un mes prácticamente desaparecido no ayuda. Tampoco la irregularidad de Víctor Curto. Solo Alberto Toril, que en verano llegaba como tercer delantero y que parecía que iba a tener poco protagonismo, está respondiendo, pintando un poco la cara a dos de los jugadores mejor pagados de la plantilla como son el aguileño y el catalán.

Sin el mallorquín, al que Adrián Hernández reservaba para la Liga, ni Marcos Legaz ni Peque aprovecharon su oportunidad. El canterano está siendo otra de las decepciones, mientras que al de Albudeite le cuesta tomar decisiones correctas.

No aprovechó el Real Murcia el bajón del Leganés y lo pagó. En el minuto 36, los madrileños dejaron listo para sentencia el partido. Un mal despeje de Edu Luna propició el 0-1. Tras un tiro de Aitor Ruibal, fue Guido Carrillo el que acertó.

Braithwaite impulsa al Leganés

Quería cambiar su imagen el Real Murcia a la vuelta de vestuarios. Marcos Legaz no remató por poco un centro del Álvaro Rodríguez. Parecían los granas más cómodos, pero fue un espejismo. La entrada de Braithwaite al terreno de juego impulsó al Leganés. Con el danés, nadie se conformó con un 0-1.

Haciendo otra vez la defensa de las suyas, con un Tanis incapaz de dar seguridad a sus compañeros y con futbolistas que convierten los despejes en pases al enemigo, el Leganés se vino arriba cuando Braithwaite, que solo llevaba en el terreno de juego seis minutos, puso el 0-2.

Hizo demasiado daño el gol del danés. El Real Murcia se desconectó completamente del partido. Se inmolaron solos los granas, que en el 68 encajaron el 0-3. Otra vez fue Braithwaite, en esta ocasión a centro de Silva.

Mientras el público abandonaba por la vía rápida Nueva Condomina, a los de Aguirre le dio tiempo de pintar la cara a los murcianistas. Guido, con su segundo tanto de la tarde, cerraba una goleada que significaba el adiós del Real Murcia a la Copa del Rey y el fin de la ilusión de que uno de los equipos fuertes de Primera División visitara la capital del Segura.