¿Ha sido deportista?

Sí, toda la vida. Desde pequeñita hice natación porque tenía escoliosis en la espalda, pero lo que a mí me gustaba era el taekwondo.

¿Y cómo fue eso?

Porque lo vi en los Juegos Olímpicos del 2000 y dije que quería hacer eso. Le di el follón a mis padres para que me apuntaran y poco antes de cumplir los 10 años lo conseguí. A mí el fútbol siempre me ha gustado, pero nunca lo he practicado en un equipo, pero el taekwondo es lo que más me gustaba de pequeña. Empecé haciendo técnica, pero yo quería combate y poco antes de los 13 años mi profesora habló con mis padres para convencerlos de que es un deporte donde vas muy protegido. Cuando llevaba dos o tres meses empecé a competir en torneos amistosos por la Región.

¿Cómo se le dio?

Nunca fui nada del otro mundo, pero gané algunos Campeonatos Regionales, estuve en algún Nacional, competí en Portugal€

Vamos, que con usted es mejor no meterse.

Bueno, ahora lo tengo ya un poco dejado. Lo abandoné cuando estaba en 4º de carrera, porque estaba en San Javier estudiando, no quería arriesgarme a lesionarme y tampoco podía dedicarle tiempo.

¿Por qué estudió CAFD?

Porque era mi sueño de pequeña, lo tenía clarísimo. De niña, cuando me preguntaban qué quería ser de mayor, decía bombera o profesora de Educación Física. Después, en la carrera, he conocido muchos más ámbitos que tiene esta carrera. Con 13 años conocí al chico que era preparador físico del Cartagena y me estuvo contando cosas y ya me quedé aún más enamorada de esta profesión.

¿Buena estudiante?

Más o menos sí, no voy a decir que no porque he sido buena estudiante.

¿Y qué le gustó más de esta carrera?

Me gustó la parte de educación, pero dentro de la carrera me engancharon las asignaturas de salud y lesiones deportivas. Justo nada más acabar hice un postgrado de lesiones deportivas en Madrid. Al final también hice el Máster de profesorado, pero primero quise especializarme en la readaptación deportiva, que hay muy poca gente en la Región. De hecho, fuera de los clubes casi no existen.

¿En qué consiste la readaptación deportiva?

Todo el mundo piensa que es un fisioterapeuta y no lo es. Incluso una amiga mía que es fisio me decía que eso era intrusismo laboral y le tuve que explicar bien en qué consiste. Cuando se lesiona cualquier persona, lo primero que hace es ir al médico y después al fisio para hacer su rehabilitación y se le potencia la musculatura, pero lo que sería una preparación física adaptada a una lesión no lo hace un fisio.

Vamos, que a los readaptadores les ven como intrusos.

Nos ven un poco bastante, pero al final es un preparador físico que adapta tu preparación a la lesión que has sufrido.

Pero cada día hay más.

Sí, pero los clubes de fútbol, baloncesto y poco más. Por ejemplo, en Francia hay clínicas que tienen profesionales de CAFD exclusivamente para readaptar lesiones. Cuando sufres algún problema y te recuperas, nunca estás como antes y tienes que llevar un proceso de preparación física adaptado al deporte que practicas y tus capacidades. Cuando era deportista y me lesionaba, en la clínica a la que iba me ayudaban en la parte de musculación, pero después ese no era mi día a día, que era pegar patadas. Y encima hay otro factor, que es la desconfianza que tienes cuando sales de una lesión de volver a hacer el gesto técnico por el que te lesionaste.

¿Cómo acabó en un equipo de fútbol?

Primero porque me encanta, y segundo porque el entrenador del Barrio Peral, Alfonso Guzmán, y su mujer, Flori, son amigos de la presidenta de la tropa de Carthagineses en la que participo. Un día, en un torneo que jugué, empezamos a hablar y aquí estoy.

¿Qué se ha encontrado en el fútbol, gente con muchas lesiones?

No tanto porque trabajo con juveniles, pero sí muchos esguinces de tobillo que nunca se han curado bien. El problema es que cuando un jugador se lesiona lo que quiere es volver cuanto antes. Jugamos en contra del tiempo. Yo entré para tratar las lesiones pero al final me quedé también para llevar la preparación física. Es que en la carrera me especialicé en atletismo y fútbol.

¿Son muy diferentes los atletas y los futbolistas?

Cambia, pero no mucho. Ahora que estoy con la oposición hay un libro que tiene muchos años que explica la preparación física del fútbol basada en el atletismo. Después, a niveles más altos, entra mucho la técnica, y el fútbol, dentro de que es un deporte físico, es muy táctico.

Qué dura es la vida de opositor.

No lo sabe nadie. Ahora que han venido las fiestas he tenido que dejar de ir a muchas celebraciones porque mis semanas son estudiar por las mañanas y las tardes, ir a los entrenamientos del equipo, y ver los partidos del Cartagena y el Barrio Peral.

¿Qué le ha enganchado del fútbol y lo que menos le gusta?

Lo que menos me gusta es el teatro que hay detrás del fútbol, aunque al final parece que es necesario gritar y pegar saltos de dolor cuando te hacen una falta. Por ejemplo, en el rugby mira que se pegan, pero no pasa eso. Y en taekwondo se tiene muchísimo respeto al árbitro y te echan de una competición como simules una lesión. Tampoco me gustan algunos padres que presionan a sus hijos y no se dan cuenta de que hay un entrenador. Pero el fútbol lo he vivido desde pequeña porque mi padre fue futbolista, estuvo en la Esperanza y el Naval, que era filial del Cartagena. Él me inculcó también ver fútbol todos los fines de semana y me parece un deporte complejo porque armar un ataque o una defensa bien definida es complicado.

¿Y ha encontrado con alguna dificultad en el fútbol por ser mujer?

Dificultad no, pero sí que a veces te miran un poco raro porque encima estoy en un equipo de fútbol masculino. Con los críos del equipo ningún problema, porque me acogieron como una más desde el primer día, pero sí que hay gente que me pregunta qué hago allí y si soy la novia de alguno. Por ejemplo, cuando hice la carrera la única chica en la asignatura de especialización de fútbol era yo, y encima nunca había jugado a este deporte. Gracias a Dios me he encontrado poquísimos comentarios machistas, pero sí que en un campo me preguntaban si yo era la que limpiaba los baños al Barrio Peral, pero yo les dije que hacía más cosas, que en un club modesto tenemos que hacer de todo. Más que comentarios me encuentro preguntas de la gente que se extraña de verme en el fútbol.

¿Tiene aspiraciones de avanzar más en el fútbol?

Sí, me encantaría y de hecho me quedé con las ganas de hacer unas prácticas en un equipo de fútbol, pero me encontré en la Región que solo el UCAM tenía readaptador físico y no pude por convenios de las universidades. De hecho seguiría como hobby, como algo complementario, pero espero dedicarme a la docencia en un futuro.