¿Dónde están sus orígenes deportivos?

Desde muy pequeña tenía el ritmo en el cuerpo. Mi madre siempre dice que escuchaba música y me movía. Con tres años me apuntó a una escuela de danza, donde empecé a hacer flamenco y ballet. Y a los siete años dije que quería algo más movido y me apuntó a gimnasia rítmica. He estado compitiendo en el Club Cronos hasta los 18 años, pero a los 16 ya lo compaginé con ser entrenadora y también me saqué los cursos de juez.

¿Qué tal gimnasta era?

Si me comparo con mis gimnastas actuales, está claro que no era buena, pero por el nivel que tenía el club por entonces, sí que lo era. Hemos sido muchas veces campeonas regionales y de liga, pero si lo comparamos con las gimnastas actuales, no hay ni punto de comparación.

¿Y qué ha cambiado?

Ha cambiado, sobre todo, el equipo técnico, los conocimientos que tenemos hoy en día las entrenadoras, la forma de trabajar y de sacarle provecho a las niñas. Haber tenido una gimnasta como Andrea Barba en la selección española nos ha hecho llegar a otros sistemas de entrenamiento más eficientes. Antes no había tantos recursos ni tantas niñas. La experiencia es un grado y por eso ha evolucionado mucho el club y la calidad de las gimnastas.

Pues cada día recibe el deporte menos recursos.

Totalmente. Nosotras tenemos que pelearnos por tener horas de pabellón y tener visibilidad, las subvenciones son justitas y no tenemos el patrocinio de ninguna empresa, todo se lo tienen que costear los padres y vivimos con los recursos que tenemos, que son bastante escasos, pero tiramos para adelante porque al final están las ganas de mejorar y la ambición. Siempre lo decimos, no nos gusta perder ni a las canicas, luchamos y tenemos mucha ambición, aunque tengamos que hacer un esfuerzo grande.

Al final casi todo sale del bolsillo de los padres.

Así es y porque nosotras tampoco vivimos de esto. Yo he tenido que crear mi carrera como periodista y formarme en otro aspecto para compaginar mi vida deportiva con la afición y poder sustentarme.

¿Cuándo vio su vocación de entrenadora?

Desde bien pequeña. Cuando era gimnasta casi no teníamos entrenadora y era yo la propia entrenadora de mi conjunto. Empecé crear las composiciones porque soy la coreógrafa actual del Cronos. A pesar de tener una entrenadora, yo me montaba mis propios ejercicios y entrenaba a mis compañeras, estaba pendiente de todo. Mi jefa Angus vio que tenía potencial y que iba a dar mucha guerra.

Vamos, que fue entrenadora de sí misma.

De mí misma y de mi conjunto, porque yo siempre he competido en conjuntos. En el club Cronos nos gusta trabajar más los conjuntos que individual. Creemos que es muy bonito en equipo, con cinco gimnastas juntas.

¿Cómo se inspiró para hacer la coreografía del equipo campeón basada en la violencia de género?

Todo empieza por la búsqueda de músicas. Cuando iniciamos la nueva temporada le doy la vuelta a internet para buscar músicas e ideas sobre coreografías. El año pasado me apeteció apostar por Mónica Naranjo porque había canciones que permitían a la coreografía una fuerza e intensidad que es actual. Coincidía con el 25 aniversario de las principales canciones de Mónica Naranjo y se ha hecho un remix de algunas canciones típicas. Vimos que había algunas chulas, más actuales, que podían encajar, pero ahí no aparecía la idea de la violencia de género aún. Paqui, la entrenadora, me dijo que podía encajar en las niñas. Fui seleccionando canciones para hacer la composición de dos minutos y medio y en todas se hablaba de un tema común, la libertad de la mujer. Envié las canciones al técnico que nos ayuda, David, y cuando me lo devolvió me dijo que le había quedado un poco feminista. Al escuchar la música se me vino a la cabeza hacer algo que hoy en día, por desgracia, está en boca de todos y con lo que, además, la gimnasia se siente muy identificada, que es llevar por bandera la libertad de la mujer. Que ellas se sintieran identificadas con esta temática era muy importante y lo han hecho llegando a emocionar a algunas jueces. Al final fue todo un poco rodado, escuchar la letra de las canciones y a la hora de montar fuimos creando esa idea. Al principio del número Paula es la mujer maltratada, comienza maniatada por sus compañeras e incluso silenciada, y en diferentes puntos del ejercicio el resto son superiores a ellas. Sin embargo, la posición de final es de victoria sobre esas cuatro personas y liberada.

Usted es periodista. Se tiene que mojar. ¿Qué opina que haya un partido político que no defienda la lucha contra la lacra?

Me parece alucinante. Se están cometiendo muchísimos asesinatos de mujeres y creo que banalizar en este aspecto o que se diga que en ocasiones también hay maltrato de la mujer al hombre, me parece alucinante, eso es jugar con las emociones y la inteligencia de la gente. Es irrisoria la comparativa y es alucinante que en el siglo XXI todavía se cuestione que haya una igualdad en todo este tipo de cosas. Es vergonzoso que haya personas que no defiendan que debe haber una lucha contra el machismo. Nosotras hemos llevado por bandera este mensaje.

Es que estamos involucionando.

Totalmente.

¿Y después de esto, qué? Han puesto el listón muy alto.

En este Campeonato de España se ha hecho algo que no se había hecho nunca, y es que se ha permitido en la entrega de medallas desfilar a las entrenadoras con las gimnastas. Pudimos salir al tapiz tanto mi compañera Paqui como yo, y las acompañamos en el podio para recibir el trofeo de campeonas de España de Primera. Y mientras esperábamos a que nos dieran la medalla, le decía a mi compañera "madre mía, Paqui, no sé que me voy a inventar el año que viene", así que tengo mucha presión, pero ya tengo algo en la cabeza que no voy a contar, pero sí que tengo algo rondándome la cabeza.

Es que han hecho algo histórico.

Es que nunca había pasado.

¿Cuántas horas lleva de trabajo?

Empezamos a montar el ejercicio en abril. En los meses de julio, agosto y septiembre dimos un cambio para aumentar la dificultad del ejercicio, y eso nos hizo estar peleando por este título.

¿Mejora el ejercicio conforme se va trasladando al tapiz?

Siempre se mejora, soy muy exigente conmigo misma y si veo algo que no me encaja una vez montado, no tengo ningún problema en cambiarlo o eliminarlo por completo y hacerlo de nuevo. Siempre se puede hacer más, mejorar y podemos evolucionar mucho más. Este espíritu es lo que nos ha hecho llegar tan alto.

La exigencia de las chicas es muy alta.

Es uno de los valores que transmitimos. La gimnasia busca la perfección y uno de los apartados es la ejecución, buscas la perfección en cada uno de los elementos, en cada uno de los movimientos, eso requiere una exigencia de las entrenadoras y las niñas, que tienen que venir cada tarde con la mentalidad de avanzar.

Pues eso es muy difícil en un deporte tan poco remunerado.

En este caso las gimnastas de Primera obtienen una beca por alto rendimiento, que las ayuda mucho porque pueden permitirse comprar punteras, los maillots€

Vamos, pagarse los gastos.

Efectivamente, los gastos que supone este deporte. Tres de ellas ya están en la universidad y saben que tiene que estudiar su carrera para compaginarlo con su pasión. Pero no todas las gimnastas tienen esta beca, la mayoría de ellas han obtenido muchas medallas, pero solo las de Primera tienen este reconocimiento económico. Al final son ellas y sus familias las que ayudan a venir cada tarde tres horas a entrenar. Por ejemplo, nuestro conjunto infantil absoluto, que lleva desde 2016 obteniendo medallas todos los años, no ha tenido ningún reconocimiento económico. Su ilusión es avanzar y llegar a Primera Categoría cuando la actuales gimnastas se retiren.

Es tan corta la vida de las gimnastas..

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Sí, pero cada vez se alarga más. En la categoría senior hemos tenido una gimnasta de 37 años, que se conserva muy bien. Y en Primera Categoría la media tiene 22 o 23 años. El club que quedó campeón en las finales tiene una gimnasta de 28 años que es el alma del equipo. Cada vez se está alargando más la vida de las gimnastas y es muy bueno, porque gracias a eso se ven gimnastas muy maduras, con muchas tablas y que te hacen disfrutar más que las niñas jóvenes, que salen con más miedo y presión que ellas.

¿Y por qué decidió estudiar Periodismo?

Por vocación, me gusta comunicar y desde bien pequeña tenía claro que quería ser periodista. Mi padre, cuando yo tenía 15 años y estaba en esa etapa de elegir, que antes había hecho Magisterio estudió periodismo, y creo que me despertó el gusanillo. Tengo amigas que hasta el último momento no sabían qué hacer, pero yo lo tenía claro desde el primer momento.

Me la imagino de fiesta y escuchando cualquier música para intentar recordarla después.

Eso me pasa. Llevo el Shazam instalado en el móvil, pero también me pasa en el cine. Cuando vi La Ciudad de las Estrellas pensé que tenía que utilizar la música.

Vamos, que se inspira en cualquier sitio.

Sí, siempre estoy pensando en gimnasia. La gente que me conoce dice que me emociono solo cuando hablo de gimnasia. A pesar de que en ocasiones se hace duro porque surgen problemas y las niñas son adolescentes, merece la pena.

Es que a esa edad tiene que ser muy difícil.

Yo trabajo el equipo infantil absoluto y al cadete que fue campeón de España, y es muy complicado porque a esa edad están en un proceso de pérdida de confianza, de asumir miedos porque se ven ellas frente a todo, son un poco más conscientes de lo que han conseguido hasta ahora y tienen más presión cada vez que compiten, pero se la ponen ellas solas. Hasta pasar ese proceso de constituir su propia personalidad el proceso es complicado porque no son capaces de asumir esa responsabilidad ya que son muy jóvenes. Es esa edad complicada en la que se están descubriendo a sí mismas. Lo bueno es que tienen una disciplina desde pequeñas y esa edad del pavo no la pasamos€

Pero es por la educación que les dan.

Así es, ellas no han vivido otras cosa que el respeto, la responsabilidad y la disciplina. Siempre digo que son más mayores de lo que son porque niñas con más edad no la asumen lo mismo que ellas. Además, no se está pendiendo absolutamente nada porque yo he estado en esa situación y no siento que me haya ocurrido.

Pero hay mucha gente que sí les critica por las horas de trabajo.

Yo he vivido entre las cuatro paredes de un pabellón y creo que no me he perdido nada porque me he ido de viaje de estudios, he salido de fiesta y lo he hecho absolutamente todo. Hay momentos para todo y la rítmica nos ayuda a organizarnos. He sacado el bachillerato con notas muy buenas, como las gimnastas nuestra de Primera Categoría, y eso es por la capacidad que te da la gimnasia para organizarte y planificarte y asumir que hace más que quien quiere que quien puede.

Pero también hay padres que lo primero que hacen es quitar el deporte a los hijos cuando las notas no van bien.

Y me parece un error. Dicen que las castigan sin ir a gimnasia porque saben que les duele. Pero esos padres deben tener en cuenta también que si su hija no viene a entrenar están perjudicando a sus compañeras, que esto no es un juego, es una responsabilidad. Hay que educar a los padres y que ellos remen también en la misma dirección.

Es que hay algunos padres muy tóxicos.

Por eso al final es muy importante educar también a los padres, inculcarles los valores que queremos porque ellos van a ayudar a transmitir esos valores a las niñas. Cuando un conjunto falla lo más fácil es señalar a la niña que ha cometido el error, pero a los padres hay que hacerles ver que los fallos son de todas y las alegrías son de todas. La posición de los padres debe ser de arropar y educar en el compañerismo, que no haya competencia entre sus propias compañeras. Necesitamos equipos unidos en el tapiz.

Ahora pertenecer al Cronos es difícil porque no vale cualquiera.

Vamos a ver, nosotras tenemos las puertas abiertas a todo el mundo, pero tenemos un nivel de exigencia y una educación en valores que todo el mundo no es capaz de aguantar. Nos gusta rodar a las niñas, pero si ella y sus padres no están dispuestos a viajar todos los fines de semana, entonces es totalmente lícito que no sigan, pero necesitamos ese proceso para que estén preparadas y que hayan pasado muchas pruebas previas antes de llegar a la competición. Hay niñas que han dejado la gimnasia para centrarse en sus estudios y otras por el nivel de entrenamientos, que es algo totalmente lícito, pero hemos visto niñas que se han quedado a mitad porque no han querido tirar más. Son decisiones que respetamos.

¿Proyecta en sus niñas lo que a usted le quedó por hacer como gimnasta?

Como tengo gimnastas con tanta calidad, no me puedo sentir reflejada en ellas porque son muchísimo mejores que yo en mi edad. A mí me gustaría ser como ellas, sueño como entrenadora y de joven soñaba con tener un equipo de Primera Categoría y lo hemos conseguido. Mis sueños son como entrenadora y no como yo lo vivía como gimnasta.