El Real Murcia nunca ha dejado de tener pretendientes. Ni una deuda mastodóntica, ni la caída a Segunda B, ni el riesgo de liquidación han espantado a posibles inversores. Raúl Moro, a finales de 2016, invertía 400.000 euros para hacerse con el control de un pequeño paquete de acciones que no le daban el poder. Mauricio García de la Vega sigue luchando porque le reconozcan como dueño del 10% del capital social. Y Víctor Gálvez, incluso sin títulos, intentó de todas las formas quedarse al frente de la entidad murcianista.

Ese interés por el club se ha acrecentado actualmente. Los trabajos realizados en el último año sobre todo en materia económica han elevado las posibilidades de supervivencia de un Real Murcia que el 2 de enero podría salir del concurso de acreedores después de los acuerdos a los que se están llegando y que incluyen una importante quita y un nuevo calendario de pagos. Una vez salvado ese obstáculo, y con una deuda postconcursal que apenas llega a los tres millones, el siguiente paso para alejar el riesgo de desaparición sería convencer a la Agencia Tributaria.

Desde hace meses, han llamado distintos inversores interesándose por entrar en el Real Murcia ahora que se ve la luz al final del túnel. La mayoría de propuestas han pasado a la bandeja de spam, al considerar el consejo de administración que no son propuestas de fiar, sin embargo en el último mes ha aparecido un nombre que suena con fuerza en Nueva Condomina. Alfonso García, empresario afincado en Águilas y ex dueño del Almería, se ha postulado para tomar el control del Real Murcia. Según ha podido saber esta redacción ya se han llevado a cabo distintas reuniones entre el de Pulpí y los responsables murcianistas.

Alfonso García, que en agosto vendía la UD Almería al jeque árabe Turki Al-Sheikh por veinte millones de euros, quiere iniciar una nueva etapa y quiere hacerlo en el Real Murcia. Con el dinero caliente en el bolsillo y viendo el gran trabajo que se ha hecho en los despachos para reducir la deuda concursal, el empresario afincado en Águilas quiere asumir el control de la entidad murcianista y quiere hacerlo de manera inmediata.

Después de varias reuniones, García ya tiene sobre la mesa las condiciones que le han puesto los actuales dirigentes del Real Murcia para dejarle vía libre, y ahora mismo está estudiando si finalmente da el paso al frente. Las posibilidades que tiene ahora el empresario son dos. Por un lado, sería adquirir el paquete accionarial en manos de Francisco Tornel, y una vez tenga el 13% del capital social, convocar una junta de accionistas y aprobar una ampliación de capital que le permita aumetar su poder. Por otro lado, podría inyectar un dinero en el Real Murcia con el compromiso de que esa inversión sería convertida posteriormente en acciones. En cualquier caso, la idea del ex del Almería es ser accionista mayoritario, controlando más del 50%.

Desde la entidad murcianista han defendido ante Alfonso García que ahora mismo apuestan por un modelo en el que el accionariado esté lo más dividido posible, animándole a inyectar dinero como lo están haciendo otros empresarios, a modo de publicidad o patrocinios. Sin embargo, el aguileño, que propietario del Almería desde 2003 hasta el pasado mes de agosto, tiene claro que si mete liquidez a las arcas tiene que ser él el que tenga la mayoría del capital social, llegando a ofrecer pagar por el trabajo realizado en el último año a los actuales gestores del club.

Las negociaciones se han llevado de la forma más discreta posible, y es que en Nueva Condomina quieren evitar que estos rumores puedan afectar a los acuerdos concursales que todavía no han podido ser cerrados y que ahora mismo están por encima de cualquier otra cuestión.

"El Real Murcia no está en venta"

De todas maneras, al ser preguntado por esta redacción, Daniel Moreno reconocía la existencia del interés de Alfonso García, aunque defendía que «el Real Murcia no está en venta. Desde nuestra llegada hemos defendido que queremos un modelo de club con un accionariado lo más repartido posible. No queremos volver a un club en el que una sola persona tenga el 60% de las acciones. Mientras que podamos, vamos a morir con esa idea. Si luego no podemos hacerlo, pues ya abriremos la otra vía».

El consejero grana y uno de los responsables de la parcela económica también decía que «después de todo lo que hemos conseguido para mejorar las cuentas y reducir la deuda en casi once millones, el club no vale ahora lo mismo que el pasado mes de noviembre cuando se hizo la ampliación de capital», por ello hablaba de que el que quiera acceder al accionariado además de pagar el valor nominal de las acciones debería también asumir una prima de emisión.