El UCAM Murcia volvió a empatar en Liga y sumó su segunda igualada consecutiva tras ser incapaz de superar al San Fernando a domicilio (0-0). Multitud de ocasiones mandó al limbo el conjunto universitario, que fue superior durante gran parte del encuentro al equipo gaditano y sigue demostrando que sus problemas de cara a portería se han convertido en una obsesión difícil de superar. Ante el San Fernando, el equipo de Miguel Rivera, en especial de nuevo el atacante David Mayoral, volvió a desperdiciar ocasiones muy claras y fue incapaz un fin de semana más de materializar algunas de sus oportunidades más claras.

El primer tiempo comenzaba con un ejemplo significativo de lo que iba a ser el partido. Barbosa, a los tres minutos, se introducía por banda izquierda y dejaba el balón en bandeja para Mayoral. Desde la frontal del área pequeña, conectó con la zurda y la mandó a las nubes de forma incomprensible. El UCAM estuvo bastante cómodo en el arranque del choque, aunque el San Fernando también se animó a los ocho minutos de juego con un potente y lejano disparo de Roger Marcé que se marchó rozando el poste. De hecho, los locales mostraron su mejor cara en el arranque, ya que Toscano comprobó los buenos reflejos de Iricibar con un disparo a bocajarro.

Pese a no ser acercamientos especialmente clamorosos, el UCAM llegaba al área con bastante asiduidad, dando siempre sensación de peligro. Antes del descanso, De Vicente, con un disparo lejano con la zurda, o Aketxe de falta directa probaron al meta local Rubén Gálvez. Justo antes del final del primer tiempo, el centrocampista universitario Vicente Romero tenía que ser sustituido por lesión.

Tras la reanudación, el partido tomó un claro color amarillo, el de la equipación del UCAM Murcia. El guardameta Rubén tuvo que emplearse a fondo para desviar con la manopla un remate de Mayoral con un escorzo muy complicado de ejecutar. Higón y Mayoral no dejaron de intentarlo durante los minutos posteriores, pero ni uno ni otro fue capaz de derribar la muralla psicológica que suponía no marcar. Ni dentro del área, ni tras una buena carrera por banda derecha, José Higón y Mayoral se toparon con el portero local e incluso con el poste. El citado Mayoral, en el minuto 76, estampaba el balón en la madera con un potente y lejano lanzamiento con la pierna izquierda.

El culmen del despropósito llegaba en el minuto 82. De nuevo Mayoral, solo dentro del área, controló la pelota, disparó a puerta, y cuando cantaba el gol el balón se estrelló contra el cuerpo de su compañero Aketxe. No había manera, y el UCAM fue incapaz de hacer sucumbir a un San Fernando entregado y que se vio sobrepasado por el vendaval universitario. Los de Rivera, una semana más, siguen sin despegar en la tabla por su incapacidad de cara a portería.