El Real Murcia ha conseguido su pasaporte para el nuevo formato de la Copa del Rey al eliminar a la Balompédica Linense en los cuartos de final de la Copa Federación (2-1). El conjunto grana se ha impuesto al cuadro gaditano en la eliminatoria clave para conseguir su plaza de forma automática y estará en el bombo del nuevo formato de la competición después de dejar en el camino también al Vélez y al Talavera de la Reina. El Murcia estará encuadrado, como uno de los cuatro clasificados desde Copa Federación, por un lado del cuadro en el que entrarán en acción seis equipos de Primera y los 22 que conforman la Segunda, por lo que las posibilidades de recibir a equipos como Barça, Real Madrid, Atlético y Valencia serían reducidas y debería seguir avanzando rondas para ello. No obstante, los granas deberán seguir disputando la Copa Federación al tener que disputar la semifinal y la posterior final, que cuenta con recompensación económica.

Qué falta le hacía en los últimos días al Real Murcia una alegría y nada mejor que un puesto en la fase final de la Copa del Rey para hacer olvidar los resultados de las últimas jornadas. Y es que encadenaba tres semanas sin conocer la victoria, precisamente desde los octavos de esta Copa Federación donde logro vencer al Talavera, y es por eso que el conjunto grana salió enchufado desde el primer minuto.

Tras una presión alta y agobiante para el equipo visitante, el Murcia consiguió abrir el marcador en el minuto 3 tras una falta botada por Andy Escudero. En un rechace del portero aprovechó y mandó al fondo de la red Juanra, convirtiéndo su segundo gol al equipo gaditano en apenas cuatro días. El equipo de Adrián Hernández, técnico grana, siguió dominando la posesión y asfixiando el juego de la Balompédica Linense durante el primer cuarto de hora de juego.

Esa posesión se presentó con largas jugadas en las que el equipo local movía el balón de un lado al otro del campo haciéndoselo llegar con peligro a Chumbi y Toril cerca del área. También supo correr el equipo murciano cuando le tocó, ya fuese con galopadas del propio Chumbi tras recoger la pelota cerca de su área o con un muy activo Álvaro Rodríguez, quien levantó a la Nueva Condomina en más de una ocasión sacando el balón jugado desde atrás. En la recta final del primer acto se envalentonó la Balona para buscar el empate con varios acercamientos, pero ahí estaba Tanis Marcellán salvando el gol al despejar con el pie un disparo desde la frontal del área pequeña tras una buena internada por banda derecha del equipo gaditano. El paso por vestuarios sirvió para que el Murcia recargara las pilas y salir de nuevo enchufado. Así, un disparo de Iván Pérez a punto estuvo de convertirse en el segundo tanto de los granas que hubiera allanado un poco más el camino.

Sin embargo, todo se puso un poco más cuesta arriba. La Balompédica Linense se fue creciendo con el paso de los minutos y buscó las cosquillas a un Real Murcia al que le empezaron a temblar las piernas. En el minuto 51 el portero Tanis tuvo que sacar una buena mano para enviar lejos el peligro e instantes después intervino de nuevo con un centro desde la derecha. El equipo grana lo empezó a pasar realmente mal con un cabezazo rival que se marchó por encima del larguero, y entonces llegó el peor escenario posible.

Y es que en unos de esos acercamientos el Murcia cayó en la trampa y cometió un penalti que transformó Tomás Pérez en el minuto 62. Todavía quedaba media hora por delante para que reaccionasen los de Adrián Hernández y evitar así la prórroga, sin embargo, no hizo falta tanto tiempo. A los seis minutos de que se nublase el cielo para los granas apareció Rafa Chumbi para que con un brillante giro de cabeza pusiera el balón en la escuadra haciendo el 2-1 en el minuto 68 gracias a otro magnífico centro de Andy Escudero. El gol del aguileño, que se quitó una espina de encima tras fallar un penalti el pasado domingo en el choque de liga, dio confianza al Murcia para aguantar lo que quedaba, ya que el conjunto gaditano no bajó los brazos y continuó buscando la portería de Tanis Marcellán. Con los cambios, Adrián Hernández buscó dotar de más músculo y empaque a su equipo con la entrada del central Julio Algar y el centrocampista Juanma Bravo. Surtió efecto y el conjunto murciano logró su objetivo al sellar su pasaporte para la Copa del Rey.