Mariano García García (Fuente Álamo, 25 de septiembre de 1997) pensaba celebrar su vigésimo segundo cumpleaños casi de vacaciones, con una fiesta con sus amigos mientras empezaba a preparar la próxima temporada atlética. Pero el pasado domingo, en el Meeting de Madrid, se encontró que mejoró su mejor marca personal y que logró la mínima para el Campeonato del Mundo de Doha, que se disputará entre el 28 de septiembre y el 6 de octubre. «Pensaba acabar la semana que viene la temporada e irme de vacaciones, después de los Campeonatos de España, pero voy a tener que seguir entrenando, ya no va a ser posible», decía ayer con la naturalidad que caracteriza a este chico de la pedanía de Cuevas de Reyllo que ha pasado de ganar carreras populares a convertirse en una de las nuevas figuras del atletismo español.

Después de darse a conocer a nivel mundial el pasado mes de marzo, cuando logró la cuarta posición en los Campeonatos de Europa en pista cubierta, donde se sorprendió incluso a sí mismo, la campaña de aire libre no comenzó bien. Una lesión retrasó considerablemente el arranque, hasta el punto de que no pudo ni conseguir la marca para estar en el Campeonato de Europa sub-23, que era su objetivo para este verano. Pero en el Meeting de Madrid se marcó un espectacular 1:45.78 en la distancia de 800 metros. «La mínima para el Mundial prácticamente la tenía olvidada. El objetivo en realidad era bajar de 47 segundos y con 46 ya me hubiera sentido satisfecho. Era impensable llegar a 45», decía ayer a esta redacción después de terminar el entrenamiento junto a su domicilio, donde Mariano García sigue entrenando a diario a las órdenes de Gabi Lorente, un joven entrenador que ha pulido a una nueva nueva perla.

En los últimos meses han cambiado muchas cosas en la vida de este fuentealamero. La gran diferencia ahora con respecto al pasado es que «todos los entrenos salen en la competición. Ahora soy más valiente a la hora de competir, no me quedó atrás. En Madrid salí de forma valiente, jugándomela. Incluso en los últimos 200 metros sufrí unos tropezones con los kenianos Alfred Kipketer y Jonathan Kitilit y me quedé clavado. Por eso me pasaron los otros dos españoles, porque de lo contrario habría sido el mejor», decía el atleta del Fuente Álamo CjRural Regional.

Hace solo un mes, en el Campeonato de España de Federaciones, en Pamplona, igualó su récord regional (1:47.43), pero ahora ya está por debajo de la barrera de los 46. Después de la experiencia vivida en Madrid, piensa que «aún le puedo recortar unas centésimas a los 1:45.78, pero bajar hasta los 44 lo veo un poco complicado este año», dice un atleta que este próximo fin de semana, en la localidad alicantina de La Nucía, buscará el título nacional absoluto al aire libre en una distancia donde Álvaro De Arriba, Kevin López, Ignacio Fontes o Pablo Sánchez-Valladares serán sus máximos rivales. Además, al tener cuatro atletas españoles la mínima en 800 metros, uno de ellos se tendrá que quedar fuera, por lo que será vital estar entre los mejores en esta cita. «El primer objetivo en La Nucía es pasar a la final y luchar por un puesto en el podio. Hay que tener cuidado porque un atleta que esté en 1:49 o 1:50 me puede sorprender, como yo he hecho en otras ocasiones, pero la ventaja en estos momentos es que las marcas están saliendo igual que los entrenamientos», comenta.

Pero en el horizonte están los Juegos de Tokio 2020. «Solo sé que hoy faltan menos días para los Juegos, nada más. Nunca se sabe, pero puede que un día, sin buscarlo, logre la mínima. Se intentará, pero sin obsesionarme. Ahora mismo estoy a medio segundo de la mínima olímpica», afirma un deportista que la semana pasada fue el pregonero de las fiestas de Fuente Álamo, desde cuyo balcón volvió a hacer el gesto de la moto que ya es una seña indudable de su identidad.