Pilar Núñez Villadeamigo (Caldas de Reis, 12 de octubre de 1981) ha logrado la medalla de bronce en los Campeonatos de España Máster de contrarreloj solo cinco semanas después de dar a un luz un precioso bebé, de nombre Kilian. Licenciada en Pedagogía Terapéutica, trabaja para la tabacalera Philip Morris.

Llegó a la Región en 2011, «coincidiendo con el terremoto de Lorca», recuerda, y aquí encontró a su pareja, Félix Murcia, un aficionado al mountain bike con quien comparte todo al cincuenta por ciento. De hecho, mientras que nos atiende recién llegada de Asturias en una cafetería de Alquerías, donde reside, su pareja le está dando el biberón al pequeño, que pesó 4 kilos al nacer y ya va por 6,5. Pilar ya fue protagonista en 2016 de una medalla histórica para el ciclismo femenino regional, que fue subcampeón en la prueba de persecución en pista.

¿Cuándo y por qué empezó a hacer ciclismo?

Fue hace solo seis años empecé a hacer ciclismo en carretera a raíz del robo de una bicicleta de montaña. Yo practicaba deporte para sentirme mejor y más sana, iba al gimnasio y tenía la bici de montaña para pasear por el río, pero era por cuidarme y por salud. Cuando me vine a Murcia por trabajo me traje la bici porque aquí el clima es estupendo, pero me la robaron. La tenía en un trastero del piso que había alquilado, me lo abrieron y se la llevaron mientras estaba de vacaciones. Entonces me acerqué por primera vez a Bicicletas Borrasca y recuerdo Pepe, el propietario, me animó a que me comprara una bicicleta de carreras para unirme a otras chicas que montan en bici y que él me iba a presentar. Y así fue. Empecé a participar en marchas cicloturistas y me ofrecieron entrar en el equipo Uniformes Murcia. Ahí ya busqué entrenador y me planteé todo en serio.

Estuvo en el equipo Emakumeen Bira Cycling Team. ¿Se lo dejó para ser madre?

Este año no me busqué equipo ni nada similar porque me había quedado embarazada. Pertenezco al club Globeros de Elite, que está compuesto por cicloturistas, y llevo con ellos desde que empecé a montar en bici.

Pero también hizo pista.

Sí, fue a raíz de que la Federación Murciana formó un equipo, eso fue hace tres años. Quien me enseñó todo en pista fue José, de Roldán...

Pues hicieron un gran equipo.

Sí, con Gloria Rodríguez, Cecilia Sopeña e Irene Méndez, pero él (José) fue el ganador de esa primera medalla histórica para el ciclismo murciano, él lo consiguió.

Desde entonces el ciclismo femenino ha crecido mucho.

Con la aparición del Movistar, el nivel de las carreras ha subido. Para poder optar a terminar una carrera ahora tienes que entrenar unas 25 horas a la semana, y yo no dispongo de ese tiempo. Había decidido cambiar de categoría por eso.

¿Cuando se quedó embarazada tenía claro que iba a seguir haciendo ciclismo?

Bueno, te cuento. El embarazo no estaba planificado. Queríamos ser papás, pero no sabíamos que iba a ser tan pronto. En principio yo no tenía facilidad de quedarme embarazada. En junio pasado el ginecólogo me quitó el anticonceptivo que tenía con el fin de en un plazo de meses empezar con un tratamiento para quedarme embarazada, pero no hizo falta, fue de forma natural y me enteré que estaba embarazada a las ocho semanas, después de competir en la 2 Reinos de Murcia. En esa carrera no me encontraba fina, me hice un predictor y dio negativo, pero ya estaba embarazada. Para mí fue una sorpresa grata, evidentemente, porque era lo que queríamos. Tan difícil iba a ser porque estoy operada de endomitriosis que fue una sorpresa. Fue mi entrenador, Juan Francisco Andreu, quien me dijo que fuera a urgencias porque los síntomas que tenía no eran normales.

¿Y no tuvo miedo de seguir haciendo deporte después de tener problemas para quedarse embarazada? ¿No tuvo dudas?

Cuando salí de urgencias se lo dije a mi madre, mi marido y mi entrenador, pero les comuniqué que yo quería seguir entrenando. Mi entrenador me dijo que nunca había tenido una chica embarazada, pero que iba a consultar qué hacer. Y además tuve la suerte de que mi ginecólogo, el doctor Villalobos, tenía una mujer embarazada que había corrido 10 kilómetros con 40 semanas de embarazo.

Entiendo que durante todo el embarazo ha estado muy controlada por los médicos.

Sí, también por fisioterapeuta, nutricionista y ginecólogo. Los entrenamientos estaban adecuados a lo que iba sintiendo, era todo por sensaciones. Hasta el quinto mes entrené de forma normal, unas 20 horas a las semana. En marzo todavía hice jornadas de cinco horas con una ruta de 90 kilómetros y 2.500 metros de desnivel.

¿Y qué cambió a partir del quinto mes?

Cambió el peso, la barriga, empecé a engordar. Estaba en un peso muy ajustado, un 9% de grasa cuando en una mujer lo normal es un 15%. Antes estaba muy fina, con unas dietas muy ajustadas, pero la nutricionista ya me dijo que eso iba a cambiar y engordé 27 kilos.

¿Qué modificó entonces en los entrenamientos?

Mi entrenador me dijo que podía aprovechar para coger más fuerza en el gimnasio y bajar los entrenos en bici a dos o tres horas. También hacía natación y pilates para embarazadas. Entrené hasta la semana 38. En ese proceso mi cuerpo estaba como en altitud, tienes las hormonas revolucionadas y sube el hematocrito. Mejoras el rendimiento a largo plazo, el cuerpo está como dopado, y por eso me tuve llevar los papeles al Campeonato de España para justificar que había dado a luz.

Pero tengo entendido que el día de antes de dar a luz estaba haciendo ejercicio en el gimnasio.

Así es, hice sentadillas en el gimnasio de casa y la mañana siguiente di a luz. En bici monté hasta la semana 37. Antes de quedarme embarazada mi objetivo era ganar el Nacional, y cuando me quedé embarazada le dije a mi entrenador que yo quería estar en ese campeonato, aunque evidentemente ya no para ganarlo.

Pero eso es una victoria.

Di a luz el 7 de julio. Para mí ha sido mucho más gratificante que ganar el oro porque el embarazo no fue fácil, la gente me criticaba, decía que era una irresponsable, que no era bueno...

¿Y esas críticas no le generaban incertidumbre?

Sí, llegué a dudar, pero lo hablé con mi entrenador y, sobre todo, con el ginecólogo, que en una consulta me dijo que era un ejemplo para todas las mujeres que estaban en la sala de espera. Cuando nos quedamos embarazadas no somos enfermas, tenemos que seguir con nuestra vida. Y la mía era esa. Me decía que no me tenía que sentir culpable. Yo iba publicando todo por las redes sociales para que las demás mujeres vieran mi ejemplo. Y gente que no conocía me enviaban mensajes privados diciéndome que era una incauta, que me podía caer...

¿Y qué les respondía?

Mira, a una mujer que fuma, cuando se queda embarazada le dicen que en lugar de una cajetilla solo se fume cuatro al día para que no le genere ansiedad. Eso nos parece normal y, sin embargo, no nos parece bien que una mujer embarazada haga deporte. Claro que es peligroso, pero es peligroso todo, porque yo hago 2.000 kilómetros a la semana conduciendo por mi trabajo y eso entraña un riesgo. Si no llega a ser por el apoyo de mi pareja y del ginecólogo, hubiese dejado de entrenar.

¿Qué sintió cuando tuvo por primera vez en brazos a Kilian?

Un subidón (se emociona y por su mejilla corren dos lágrimas). Felicidad y decir 'no lo hice mal'.

¿Toda la gente que le dijo irresponsable ha rectificado, le ha pedido disculpas?

Nadie me lo ha dicho. Con ver a mi hijo como está, que nació con 4 kilos de peso, cómo se ha adaptado a nosotros...

Pues dar a luz a niño tan grande debió ser complicado.

Es que le sienta todo bien, le da igual comer en una tetina de silicona que de látex, tomar una marca de leche u otra. No ha vomitado ningún día. Es un crío tan sano que todos los días nos decimos que algo hemos hecho bien. La gente nos decía que ahora se nos iba a acabar la bici, que teníamos que cambiar de vida. Claro que cambia la vida, pero todo es adaptarte. No sé qué se plantea la gente cuando tiene hijos, porque a nosotros nos ha acompañado desde que nació. Cuando gané la medalla el domingo no lo llevó mi marido porque estaba lloviendo, pero nos vamos a Cazorla en septiembre al Campeonato de España de Bike Maratón y hemos contratado a una cuidadora que se quedará con él.

¿Y cómo se sintió en el Nacional, un poco pesada?

Claro, no tenía la ligereza al pedalear de antes, pero sí nos ha valido para saber que estoy fuerte, que el embarazo no me ha hecho perder fuerza. Me sentí bien compitiendo dentro de que tengo diez kilos más y que no llegaba en plena forma.

Pero el parto sería natural, no necesitaría cesárea...

No, no, fue por cesárea, pero fue algo que el ginecólogo que ya me había comentado, que la mayoría de los deportistas dan a luz así porque el útero se pone más fuerte para proteger la bolsa. Yo dilataba externamente y tenía una flexibilidad impresionante, pero en la otra parte del útero tenía contracciones para parir pero no salía.

¿Cuántos puntos le dieron?

Doce grapas exteriores.

¿Y a los diez días de parir estaba otra vez montada en la bicicleta?

Así es. El problema de la cesárea es interno y por eso no podía entrenar el sprint, solo series largas. Las heridas tardan en cicatrizar ocho semanas, pero no te impiden hacer una serie de ejercicios, solo los explosivos. Llegué al Campeonato de España con miedo porque no sabía cómo estaba.

¿Pero todo esto lo ha hecho para demostrar algo?

Esto empieza porque no tenía por qué cambiar mi vida por tener un hijo. Queríamos ser padres, pero que nuestro hijo no hiciera que tuviésemos que dejar de montar en bici. Ni tampoco quería ser una mujer que deja su vida para criar a su hijo. Evidentemente también tengo a mi lado a una persona que me apoya, porque la gente que te encuentras en el ciclismo, que la mayoría son hombres, te pregunta ahora qué. Yo les preguntaba si ellos tenían hijos y me contaban que los tenían en casa con su mujer, pero eso no tiene por qué ser así, porque él seguía haciendo ciclismo por ser hombre. Empezó a ser una cuestión de '¿joder, tan atrasados estamos?'. Seguí montando en bici por cabezonería, porque todo el mundo me decía que lo tenía que dejar.

¿Y sus compañeras ciclistas?

Encantadas con la decisión que tomé. Los mensajes han sido que he demostrado que se puede, que con planificación y orden es posible. En el Campeonato de España me daban la enhorabuena por el bronce y yo les respondía que no tenía tanto mérito, pero ellas insistían en que sí tenía valor por lo que había hecho.

¿Y ahora qué?

Seguir. La intención es seguir la vida de antes adaptada a Kilian.

¿Volverá a entrar en un equipo el año que viene?

No porque tenemos la inscripción para la Cape Epic en Sudáfrica y se disputa en marzo. Eso me va a requerir entrenar mucho en la mountain bike y por eso no me planteo entrar en un equipo, pero eso no quiere decir que vaya dejar de correr en carretera de forma individual. Además, antes de quedarme embarazada tenía un proyecto, que es hacer de piloto para una persona ciega, una chica de Alicante, Inmaculada Martínez, con la que quiero voy a hacer la Copa de España de tándem. Ya habíamos empezado a entrenar y me apoyó muchísimo en el embarazo, de hecho decidió esperarme. La montaña, el tándem y Kilian me van a ocupar mucho tiempo.