En los últimos años, el Real Murcia llega al mes de junio con dos frentes abiertos. Por un lado, los granas tienen que pagar a los jugadores para no verse las caras con la AFE; y, por otro, hay que cumplir con el aval de 200.000 euros que exige la Federación Española a aquellos clubes de Segunda B que han tenido deudas en temporadas anteriores. Como si el club murciano tuviese más de siete vidas, pese a las urgencias y a las dudas, nunca falla en sus compromisos, unas veces tirando de argucias, como ocurrió el pasado verano con Víctor Gálvez, y otras remangándose para encontrar soluciones, como sucedió en el pasado y como ha vuelto a pasar ahora.

El consejo de administración del Real Murcia movió cielo y tierra para asegurar otro año de vida de una institución centenaria, consiguiendo finalmente firmar un acuerdo que ha dejado unos 500.000 euros en las arcas del club gracias a las antenas de telefonía colocadas en el estadio grana. Con parte de ese millón de euros se pagó a aquellos jugadores que no aceptaron un aplazamiento, cumpliéndose con la AFE. Ese era el gran escollo pendiente para poder hablar de la temporada 2019-2020, pero hay un segundo salto que hay que dar sí o sí, y que en esta ocasión también se ha acabado solucionando.

El Real Murcia, según fuentes del club, ya ha depositado el aval de 200.000 euros que exige la Federación Española a todos los clubes de Segunda B que han tenido deudas en el pasado. Sin ese aval, la RFEF impide la inscripción en la categoría. Aunque no se ha detallado por parte de los responsables murcianistas cómo han conseguido esa garantía, dado que el club no posee nada en su propiedad, finalmente se ha solucionado un problema que cada inicio del verano -el límite que da la Española es el 5 de julio- da que hablar en Nueva Condomina.

Durante dos temporadas -con Abarca y Moro de presidentes- el Real Murcia encontró el respaldo de la Federación Murciana de Fútbol. El organismo presidido por José Miguel Monje Carrillo, ante las dificultades de los granas para conseguir esa garantía, decidió actuar de avalistas de la entidad murciana. Hace un año, ya con Gálvez al frente del Real Murcia, desde la territorial se desmarcaban, explicando que solo se hizo en un momento circunstancial para ayudar al equipo en una época de transición. Para no tener problemas y ver negada la inscripción, el oriolano entregó a la Española cuatro pagarés por valor de 200.000 euros, aunque posteriormente se demostró que no tenían fondos.

Este mes de julio no tocará correr a última hora, y es que en Nueva Condomina aseguran que desde hace varios días está ya todo resuelto y que el aval ha sido depositado.