Francisco Cobacho intentaba tranquilizar hace unos días a los aficionados. Después de cifrar en 500.000 los euros que se necesitan para evitar el fantasma del descenso administrativo, el consejero grana indicaba que «vamos a pagar aunque tengamos que poner el dinero nosotros mismos». Son varias las fórmulas que se están barajando dentro de Nueva Condomina para hacer frente a aquellos pagos que no se puedan aplazar, y es que lo primero es convencer a los jugadores para que acepten cobrar en varias veces. Una de las alternativas que se intentaría llevar a cabo en caso de que ya no queden más posibilidades sería pedir un préstamo pignorado algunos de los ingresos que van a entrar en el club grana en las próximas semanas, como por ejemplo, el dinero que dejarán los aficionados con la compra de carnés de abonado. El Real Murcia, que por su situación económica no cumple con las garantías que le exigiría una entidad bancaria para prestarle dinero, pondría como prenda lo recaudado en la campaña de abonados para luego devolver el dinero que se ha pedido adelantado. Esto solo se llevaría a cabo, según fuentes del club, si no sale adelante alguna de las cuatro variantes en las que están trabajando. El objetivo es que una de ellas se pueda cerrar definitivamente y entre el lunes y el martes quede finiquitado el tema de las denuncias, que como cada verano se ha convertido en el 'match ball' del Real Murcia para evitar el descenso.