La sombra de Víctor Gálvez es alargada. El oriolano apenas ejerció durante seis meses como presidente del Real Murcia, pero su nefasta gestión sigue siendo una auténtica losa en el día a día de la entidad murcianista. El oriolano, el mismo que era aplaudido el pasado verano por los aficionados cada vez que aparecía públicamente, vuelve a ser protagonista de la actualidad grana, y es que los contratos que firmó hace un año y que estaban fuera de mercado han puesto a temblar una vez más al actual consejo de administración del Real Murcia. Todo porque la mayoría de acuerdos con los jugadores que siguen perteneciendo a la plantilla incluyen una subida de salario a partir del 1 de julio, lo que dificultará que de forma amistosa se llegue a un acuerdo para rescindir lo que ya está firmado.

A la vez que los seguidores granas más activos le aplaudían y coreaban su nombre cada vez que acudía a un partido amistoso en las instalaciones de Pinatar Arena, Víctor Gálvez, con la colaboración de Toni Hernández, hacía de las suyas en las oficinas, dejando una herencia que ya ha dejado factura en las vacías arcas de Nueva Condomina. Si el actual consejo de administración lleva varios meses insistiendo en que no se pueden pagar los contratos firmados, a partir del 1 de julio el problema será mayor, y es que la mayoría de futbolistas que continúan en la plantilla verán como sus nóminas aumentan de forma automática, y todo por cortesía de Gálvez.

Sin que Julio Algar, actual director deportivo, haya podido cerrar ninguna rescisión de contrato con los jugadores que no entran en los planes del club por sus elevados salarios, dentro de solo once días, estos mismos futbolistas subirán un escalón más. El central Hugo Álvarez pasará a ser el mejor pagado, superando incluso a Dani Aquino, que en enero se rebajaba sus emolumentos para el curso 2019-2020 a 100.000 euros.

Dentro del contrato que firmó el pasado mes de agosto, el gallego, que en su primera campaña tenía una ficha de 93.000 euros, se aseguró un aumento de hasta 17.000 euros para el segundo curso que tenía incluido en el acuerdo. Así, Álvarez tendría que cobrar 110.000 euros a partir del 1 de julio, cuando empieza oficialmente la próxima temporada.

También importante es el salto que dará Josema Raigal, aunque el muleño, que en enero se convertía oficialmente en jugador con ficha de la primera plantilla, era el peor pagado del vestuario de Nueva Condomina. El canterano ya es uno más del equipo profesional, y ahora encontrará el premio al ver doblada su nómina -pasa de 15.000 euros a 30.000 euros-.

La generosidad de Víctor Gálvez, que el verano pasado insistía una y otra vez que los fichajes aceptaban las ofertas del Real Murcia porque él estaba al frente de la entidad, se fue repitiendo en cada uno de los jugadores que aterrizaban en Nueva Condomina. Pese a las palabras de Toni Hernández, que siempre defendió que las incorporaciones habían renunciado a propuestas mucho superiores de otros clubes, lo cierto es que firmando por la entidad murcianista los distintos jugadores daban un golpe sobre la mesa, logrando cifras que en muchos casos estaban fuera del mercado.

Otro jugador que automáticamente veré incrementado su salario es Sergio Maestre. El centrocampista ha sido uno de los más regulares en la temporada ya concluida, aunque su continuidad está supeditada a que acepte una rebaja de sueldo, ajustándose a los 40.000 euros de límite impuestos por el consejo. El catalán todavía no ha dado una respuesta, pero lo que es seguro es que en once días su ficha -salvo acuerdo- no bajará sino que subirá. Y es que en su contrato se establece que en su segundo año en el club pasaría a cobrar 63.000 euros, unos 13.000 euros más que lo que tenía firmado.

En el mismo escalón se encuentra David Forniés. El lateral izquierdo aceptó el pasado mes de enero una rebaja de su ficha, pero esa concesión solo era válida en lo que restaba de curso, por lo que el 1 de julio volverá a entrar en vigor el contrato firmado con Gálvez. En ese documento se establece que el ilicitano gane 75.000 euros durante la temporada 2019-2020, diez mil euros más que la cifra que aparecía para el curso ya acabado.

Más llamativo es el caso de Tanis Marcellán. El portero vasco llegó a la disciplina grana para ser el suplente de Mackay. Toni Hernández y Víctor Gálvez prefirieron apostar por el ex del Melilla a mantener en la plantilla a Simón Ballester o a Santomé, los otros dos porteros que el pasado verano tenían contrato en vigor y que fueron cedidos. Solo ha disputado dos partidos en liga, pero también será premiado con un aumento de sueldo. Según se establece en su contrato, el jugador pasará de ganar unos 35.000 euros a los 42.000 que tiene firmados por su segundo año.

El central Charlie Dean y el delantero Manel Martínez también tienen contrato en vigor para la temporada 2019-2020. A la espera de que se vayan conociendo los planes de la entidad murcianista, que en los últimos días está parada en cuanto a altas y bajas para la plantilla que entrenará Adrián Hernández, el defensa y el atacante también verán mejorados sus emolumentos de forma automática, aunque el incremento está por debajo del que percibirán sus compañeros.

Dean pasaría de los 65.000 euros a los 70.000 euros, mientras que Manel Martínez, que esta campaña estaba en los 60.000 euros, subirá a los sesenta y cinco mil euros.

Todas estas subidas empeorarían aún más los planes de un consejo de administración que para la temporada 2019-2020 quiere tener un presupuesto de solo 700.000 euros, cifras que ya se supera sumando los contratos firmados actualmente.