Llegó la hora para el Fútbol Club Cartagena. Los albinegros afrontan esta tarde (a las 19.30 horas en el Cartagonova, La 7TV) un encuentro que es decisivo. Aquí no hay más opciones. La partida se reduce a pasar la eliminatoria ante el Real Madrid Castilla o a pensar en la próxima temporada. A lo largo de la semana, se ha escuchado a los protagonistas decir que tienen ganas de que llegue el momento en el que el balón empiece a rodar. Quedan horas para que se produzca el pitido inicial y Cartagena respira optimismo, ilusión y nervios, todo por el mismo precio. El 3-1 de la ida para el conjunto merengue fue una herida que estuvo abierta durante el fin de semana, pero que poco a poco fue sanando.

La imagen del equipo dirigido por Gustavo Munúa fue, el pasado sábado, de lo peor que se podía esperar. Pero, aun así, hay vida tras el desastre. Y ese bonus obtenido con el gol de Santi Jara y Elady ,a partes iguales, ha movido a una afición que va a hacer del Cartagonova un auténtico hervidero. 'El 2-0 es un resultado muy posible', es una de las frases más repetidas estos días atrás. Los jugadores la han pronunciado en varias ocasiones. También el entrenador y los directivos. Pero, sobre todo, esas palabras han salido de la boca de muchos seguidores que saben que la historia del Cartagena es un cúmulo de desgracias donde, en alguna ocasión, hay un final feliz. Y lo que muchos creen es que, ese día, el del confeti y los globos, puede ser hoy. Los mensajes derrotistas han dado paso a una ola de esperanza que ha resurgido como el ave Fénix. La afición va a responder haciendo que el feudo albinegro roce el lleno. Ahora, falta el trabajo de los futbolistas. Unos jugadores a los que les «arde la sangre», decía Rubén Cruz, o que están «convencidos de lo que tenemos que hacer y deseando que llegue el día», como afirmaba Cordero. El Cartagena tendrá que salir a buscar el gol. No le queda más opción que marcar si quiere que todo el mundo se enganche a una eliminatoria que es difícil de superar, aunque no imposible. El 3-5-2 que había sido un revulsivo para salir de aquella mala racha de 6 partidos sin ganar de los de Munúa, no dio ningún resultado en Valdebebas. Por lo que todo apunta a que el uruguayo cambiará el sistema y volverá a ese 4-1-4-1 al que más acostumbrados están los cartageneristas. Con el resto de sus compañeros no va a estar Moisés García, por sanción al ver la cartulina roja en el encuentro de ida, ni tampoco Jesús Álvaro, Cristo Martín e Igor Paim por lesión. Por lo que los principales calentamientos de cabeza para Gustavo Munúa serán en defensa, donde el uruguayo podría usar a Josua Mejías o a Antonio López. En la ida, De Frutos fue un F-18 por la banda derecha, inalcanzable para Sergio Ayala. Pero, con la vuelta al planteamiento tradicional, el central zurdo no tendría que sufrir tanto, por lo que su aparición en el once es probable. Otra incógnita es el lateral diestro. Óscar Ramírez es peligroso por sus centros aunque no ha tenido continuidad. En la ida estuvo en el banquillo y salió en la segunda mitad. Lo que parece más claro es la parcela ofensiva, donde los albinegros, necesitan más que nunca, a un inspirado Elady, al Aketxe más cazador y la pegada de Santi Jara, además de un centro del campo que no sufra las lagunas de hace una semana. El colegiado del encuentro será el sevillano Santos Pargaña, con quien el Cartagena no sabe lo que es ganar.

Tres veces ha dirigido encuentros de los blanquinegros que se han saldado con una derrota y dos empate, siendo el más sonado frente a La Roda en 2017, donde Alberto Monteagudo, su segundo Juanlu Bernal, además de Arturo y Jesús Álvaro, fueron expulsados. Es el todo o nada para el Cartagena. Si cae derrotado, habrá que preparar maletas y pensar en el próximo año. Si consigue la tan mencionada remontada, se escribirá un capítulo épico en la historia de un club que sueña con el fútbol profesional.