Cuando Pedro Cordero fue contratado el pasado mes de diciembre como director deportivo del Real Murcia, las directrices que recibió el cartagenero fueron contundentes. Había que aprovechar el mercado invernal para reducir todo lo posible la masa salarial de una plantilla confeccionada por Víctor Gálvez a golpe de talonario pero con cheques sin fondos. Hasta nueve futbolistas hicieron las maletas, mientras que otros como Armando, Víctor Curto y Forniés aceptaban rebajarse el sueldo para continuar, los dos primeros sumando una temporada más a su contrato.

Ahora el director deportivo del Real Murcia es Julio Algar, pero al madrileño, rechazado en diciembre al considerar que no daba el perfil necesario para presionar a futbolistas a que renunciaran a lo firmado y abandonaran el club, le tocará en las próximas semanas vestirse de Pedro Cordero para seguir reduciendo gastos si no quiere tener un problema gordo a la hora de planificar la plantilla de la temporada 2019-2020.

No se conoce todavía ningún detalle de cómo será ese proyecto. Tampoco se ha comunicado oficialmente si Algar compaginará el banquillo con la dirección deportiva o se dedicará solo a la tarea de fichar, pero el Real Murcia, que según se ha deslizado tendrá un presupuesto para el primer equipo de 700.000 euros, se ha quedado sin fondos antes de empezar. Y es que las nóminas de los catorce jugadores con contrato en vigor para la temporada próxima ya cubren prácticamente la cifra que los responsables murcianistas quieren destinar a la plantilla que tendrá que luchar por meterse en el play off de ascenso a Segunda, haciendo olvidar la pesadilla vivida esta liga.

Los futbolistas granas ya se han marchado de vacaciones. A día de hoy, catorce de esos futbolistas tendrían que regresar en julio. Diez de ellos han estado a las órdenes de Julio Algar, mientras que cuatro -los metas Simón Ballester y Santomé, el centrocampista Adrián Montesinos y el delantero Dani Aquino- tendrán que reincorporarse al concluir sus respectivas cesiones. Los que ayer se despidieron momentáneamente de Nueva Condomina recibieron un mensaje claro, el club no puede asumir lo firmado, por lo que, para que los futbolistas se marchen sin reclamar nada a cambio, ya se les ha empezado a presionar con que tienen que rebajarse los salarios para que se respete la duración de sus contratos.

Tiene mucho trabajo por delante Julio Algar para firmar salidas sin costo para el Real Murcia, algo que no será sencillo teniendo en cuenta que los contratos firmados ya cubren los 700.000 euros de presupuesto destinado a la plantilla para el próximo curso.

Uno de los nombres que volverá a acaparar titulares este verano será el de Dani Aquino. El delantero murciano fue cedido el pasado mercado invernal al Larnaca, pero el conjunto chipriota no va a pagar la opción de compra de 100.000 euros, por lo que el Torito ya sabe que le toca volver a Nueva Condomina. Su salario, para el siguiente curso, es de 100.000 euros después de la renegociación llevada a cabo en enero. Es decir, que solo en pagar a Aquino se iría un 14% del presupuesto total.

Decidir qué hacer con el actual jugador del Larnaca es uno de los primeros interrogantes que tiene que resolver el Real Murcia, aunque Francisco Tornel no ha dudado en afirmar en alguna entrevista radiofónica que no está descartado que el jugador vista de grana. Una idea que contrasta con lo que se desliza desde el club, donde, según algunas in, han implantado un tope salarial de 40.000 euros, con la mayoría de las nóminas entre 20.000 y 30.000 euros.

Ahora mismo eso solo lo cumplirían Josema, con el salario más bajo de toda la plantilla (15.000 euros), Simón Ballester y Adrián Montesinos, porque el resto de jugadores con contrato están por encima de esas cantidades. Con Víctor Curto en los 35.000 euros -se rebajó el sueldo a cambio de ampliar su contrato-, la mayoría está alrededor de los 50.000 euros, casos de Maestre, José Ruiz, Chumbi y Armando. Éste último, al que Gálvez le subió el sueldo hasta los 70.000 euros, está ahora en los 55.000 por temporada.

Un escalón más arriba están Forniés y Charlie Dean, con fichas de alrededor de 70.000 euros. El lateral, que el pasado verano renovaba hasta junio de 2020, ya estuvo cerca de romper su contrato en enero, sin embargo finalmente decidió aceptar una rebaja de salario, aunque distintas fuentes indican que esa reducción solo era para lo que restaba de la campaña, por lo que a partir del 1 de julio volverá a ser válido su sueldo anterior (65.000 euros más premios).

Entre Aquino, el mejor pagado, y Forniés y Dean está Hugo Álvarez, con una ficha anual que supera los 90.000 euros. Los contratos de estos cuatro jugadores suponen ya casi un 50% de los 700.000 euros que se quieren destinar a la plantilla.

Además, el Real Murcia ya le ha ofrecido la renovación al meta Mackay y a Juanma Bravo, aunque en ambos casos con ofertas menores a lo que tienen firmado. El portero gallego, que solo tenía un año de contrato, ha sido uno de los jugadores más destacados de la plantilla, por lo que Algar quiere seguir contando con él. Lo que no convence al jugador es pasar de ganar unos 50.000 euros a los 40.000 que le han puesto sobre la mesa. Algo que también ocurre con Juanma, con una ficha de alrededor de 25.000 euros.