Tamara Gómez y Javier Romo, una triatleta que se ha visto obligada a reinventarse por las lesiones y una joven promesa llamada a suceder a Javi Gómez Noya y Mario Mola, las grandes estrellas del triatlón nacional, se impusieron ayer en la edición más especial del Triatlón Internacional Villa de Fuente Álamo-Gran Premio El Abuelo de los Melones, una prueba que a lo largo de tres décadas se ha convertido en rampa de lanzamiento de triatletas. Así fue en su momento para Ana Burgos, Iván Raña o el propio Gómez Noya, quien ya convertido en estrella, regresó para ganar la vigésimo quinta edición. Porque vencer en la localidad del Campo de Cartagena significa doctorarse en el triatlón, ese deporte que combina natación, ciclismo y carrera a pie que exprime los cuerpos al límite.

Tamara Gómez, ilicitana, veterinaria de profesión, acariciaba en 2016 su clasificación para los Juegos Olímpicos de Río cuando las lesiones convirtieron su carrera deportiva en un calvario. En dos ocasiones tuvo que pasar por el quirófano para operarse de ambas piernas. Su trayectoria se frenó, incluso peligró. Pero regresó y ayer, en la línea de meta de Fuente Álamo, mientras recibía la felicitación de sus rivales, rompía a llorar. «He vuelto», decía entre sollozos después de tres años sin competir, sin pisar esos podios donde se había convertido en habitual. La alicantina, que hace una semana se proclamó en Águilas campeona de España de clubes con el Ciudad de Lugo Fluvial, no lo tuvo fácil para ser campeona. Su primera rival fue Anneke Jenkins, neozelandesa que fue décima en la Copa de Oceanía, donde el triatlón es el deporte rey. La mujer de Gómez Noya, quien casi a la misma hora era cuarto en las Series Mundiales de Yokohama, en la otra punta del mundo, lideró la prueba hasta el ecuador del segmento de ciclismo. La portentosa brazada de Jenkins, inscrita casi a última hora, le permitió adquirir una renta que después se esfumó, aunque ambas llegaron prácticamente juntas a la carrera a pie. Pero en el circuito de cinco kilómetros, la prueba femenina dio un vuelco. Laura Gómez Ramón, barcelonesa que fue campeona de España de triatlón cross en 2017 y subcampeona del mundo de la misma modalidad, realizó un sprint final espectacular -fue la mejor en este segmento, con 17:52-, que le llevó hasta la segunda plaza. La valenciana de Bétera Noelia Juan Pastor, como hace un año, subió al podio en la tercera posición relegando a Jenkins a la cuarta. Justo detrás de la neozelandesa se situó Laura Durán Morote, ceheginera que aún está en edad júnior, quien logró un 'top 5' en una temporada brillante, donde también ha sido tercera en el Mundial de duatlón.

La cantera nacional del triatlón se ha convertido en inagotable en los últimos años. Es uno de los países que más cuida a sus jóvenes y los resultados están llegando. Hay muchos nombres de presente, pero también de futuro. Y entre ellos está Javier Romo Oliver, toledano de la localidad de Villafranca de los Caballeros, de 20 años de edad recién cumplidos, que el año pasado fue segundo en Fuente Álamo y que en 2019 ha subido un escalón más. Su triunfo se cimentó en el segmento de ciclismo, donde a un kilómetro y medio de la cima de Los Ruices, lanzó un ataque y se marchó en solitario, alcanzando una renta de casi dos minutos que administró en la carrera a pie para hacerse con la victoria con 1 hora, 3 minutos y 5 segundos. Por detrás llegó el badalonés Jordi García Gracia, exnadador, quien fue compañero de entrenamientos de Mireia Belmonte, para quien ese segundo puesto supo a victoria en el «mejor triatlón de España, donde nos tratan genial». El catalán superó al valenciano nacionalizado georgiano Jesús Gomar, el quíntuple campeón de Fuente Álamo, quien no faltó a su cita con el podio.

Pero el conocido como 'triatlón de los triatletas' no solo lo disputan los élite. Entre sus mil participantes hay de todo. Ya conseguir un dorsal en un éxito, puesto que esta prueba cierra sus inscripciones solo unos minutos después de abrirlas. El 'sold out' lo tiene garantizado por ese amor que ponen sus más de trescientos voluntarios en cuidar todos y cada uno de los detalles de la prueba.

Por categorías, en la cadete, dos murcianos, Jesús Montoya Noguerol y Andrea Durán Morote, fueron los mejores; en la júnior se impuso José Antonio Hoyos Alarcón, del Triatlón Caravaca; en sub-23 se llevaron el 'oro' Sonsoles Panadero y Javier Alburquerque, del Murcia Unidata; en Veteranos 1, Pedro Moreno Jiménez y Miriam Álvarez Ramiro; en Veteranos 2, Eva Puig y Juan Antonio del Peso Alonso; y en Veteranos 3, Francisco José Calderón Jiménez. Todos ellos recibieron los honores por la noche en el broce de la edición más especial del Triatlón de Fuente Álamo, donde la organización volvió a innovar convirtieron todo el menaje de los participantes en biodegradable y celebrando un desfile por la Gran Vía que culminó con una gran fiesta donde todos fueron protagonistas.