Cuando el 5 de noviembre de 2018 la PARMU daba la mano a Víctor Gálvez para quedarse con las cinco sillas del consejo de administración del Real Murcia, el primero en abandonar la reunión celebrada en Nueva Condomina para el traspaso de poderes fue Francisco Tornel. El notario murciano, en declaraciones a los medios, adelantaba que no formaría parte del órgano de control del conjunto grana. Su misión, añadía, era otra. «Me voy a dedicar al tema que importa, que no es otro que recaudar dinero», comentaba. Mientras que Tornel se marchaba insistiendo en que no estaba interesado en entrar en el consejo, José María Almela, Gabriel Torregrosa, Enrique López, Stefan Settels e Higinio Pérez tomaban el mando del Real Murcia.

Solo veinte días después, la PARMU sufrió su primera factura. Francisco Tornel, que en ese momento ya había ingresado los 200.000 euros que le convertían en máximo accionista (13% del capital social tras la ampliación), fuerza la dimisión de López y Settels, cuya entrada ya intentó evitar desde el minuto 1, perdiendo el pulso en las distintas reuniones de la Plataforma. Los puestos dejados por los representantes de los Accionistas Minoritarios fueron la puerta abierta que buscaba el notario para, pese a lo dicho previamente, meter la cabeza en el gobierno del club grana. Con una de las sillas para él, la otra se la entregó a Francisco Cobacho, uno de sus hombres más fieles.

Pero las aspiraciones deTornel no acababan ahí. Después de la junta de accionistas del pasado fin de semana, en la que los presentes dieron validez a los consejeros anteriores y aprobaron la entrada de cuatro caras nuevas, el del Barrio del Carmen ha dado otro golpe sobre la mesa para ganar todavía más poder. En el consejo de administración del miércoles, el murciano volvió a ejercer de máximo accionista para autoproclamarse vicepresidente del Real Murcia, desplazando a Gabriel Torregrosa de un cargo al que llegó el 5 de noviembre después de las votaciones llevadas a cabo en el seno de la PARMU, un puesto que además fue reafirmado por el 100% de los asistentes en la cita del Hotel Nelva.

El ascenso de Tornel y el descenso de Torregrosa se convirtió en la gran noticia de la reunión celebrada el miércoles en Nueva Condomina. En ese encuentro también se conoció que el economista Francisco Miró, en el consejo desde el domingo, ejercerá las funciones de consejero delegado. Por su parte, en el gobierno del club habrá un noveno hombre, aunque en este caso no tendrá silla dentro del consejo. A diferencia de Higinio Pérez, que era secretario-consejero; Antonio Ruiz simplemente ejercerá de lo primero.

No habrá novedades en lo que se refiere a la presidencia. Chema Almela seguirá ejerciendo como tal pese a que su continuidad en el cargo estaba en el aire. A finales de diciembre, según fuentes de este diario, Francisco Tornel tenía dos nombres en su lista de bajas, uno era el del médico, al que no quería al frente del consejo de administración, y el otro era el de Higinio Pérez.

La salida del segundo se produjo el domingo. Pese a ser ratificado por la junta, el abogado murciano, que, al contrario de Tornel, defiende que es necesaria una segunda ampliación de capital, eludía razones personales para dimitir, y es que próximamente tendrá que pasar por el juzgado al ser uno de los investigados por el 'Caso Umbra'. Por su parte, Almela se salvaba de la quema, manteniéndose en el consejo, confirmándose en la reunión del miércoles que seguirá como presidente.

El Real Murcia también anunció ayer que se han creado siete áreas de apoyo. La Estratégica queda en manos de Emilio García; la Institucional la dirigirán Tornel, Almela y Torregrosa; la de Negocio, Paco Martínez; la de Finanzas, Daniel Moreno; la Jurídica, Antonio Ruiz; la de Comunicación, Enrique Baeza; la de futbol, Juanma Valero; y la de Operaciones y RRHH, Cobacho.