El UCAM Murcia, en el primer partido en el Palacio de los Deportes de Sito Alonso, se volvió a sentir guapo en la Champions League. La mayoría de esos miedos e incertidumbres que le persiguen en la ACB, donde está en puestos de descenso y ha encadenado ocho derrotas consecutivas, parecen que no existen como tal cuando el escenario cambia. A cinco días del trascendental y dramático choque que disputará el domingo en la pista del Breogán, que se ha convertido en su máximo rival en la lucha por eludir el descenso, los universitarios pasaron por encima en muchas fases del choque del Banvit turco (86-71). No había nada en juego, pero cada balón parecía que era el último. Las ganas de ganarse el respeto del nuevo jefe del banquillo superaron a la intrascendencia clasificatoria del choque. Askia Booker, aunque en algunas fases del choque pecó de excesivo individualismo, se dejó en el vestuario esa eterna duda sobre su capacidad para liderar a este equipo. Sus 20 puntos, algunos en momentos determinantes, ayudaron a los hombres de Sito Alonso, que en el segundo cuarto disfrutaron de una renta de 23 puntos, a tener un partido cómodo, donde el técnico logró dos objetivos: dar confianza a componentes del plantel y reservar fuerzas para la batalla que se librará este domingo en Lugo.

El equipo universitario firmó un prolífico primer cuarto, donde llegó a anotar hasta cinco triples -2 de Booker y 1 de Doyle, Soko y Rudez-. Desde el comienzo la intensidad defensiva fue alta frente a un Banvit que llegó sin su máxima referencia ofensiva, Gary Neal, exjugador del Tecnyconta Zaragoza. Doyle y Soko fueron los que asumieron inicialmente la responsabilidad ante el aro rival, quedando claro que Sito Alonso ha dado al escolta estadounidense más libertad y deberes ofensivos. La renta fue creciendo mientras que el entrenador murcianista rotaba su banquillo buscando mantener un fuerte ritmo. Radoncic, quien apenas jugó la pasada semana por un proceso febril, asumió un papel más protagonista y con Booker en el campo, el UCAM firmó un sprint final del primer acto que le llevó a adquirir una renta de 14 puntos (29-13).

Edu Durán, quien no tiene ficha en ACB desde la llegada de Radoncic, aprovechó la oportunidad que le dio su entrenador para anotar dos triples y disparar a su equipo en el marcador, que llegó a ser de 20 puntos en varias ocasiones del segundo cuarto. Sito Alonso no concedió ni un solo respiro a sus jugadores pese a tratarse de un partido intrascendente. De hecho, tras un ligero titubeo después de perder Booker un balón en ataque, en lugar de sentar al base en el banquillo, optó por pedir un tiempo muerto y mantener la confianza en él. Después de alcanzar la máxima renta (50-27), al descanso se llegó con los turcos desencajados (52-31).

Pero no hay que olvidar que el UCAM es un equipo muy frágil. Entró en crisis en el tercer cuarto porque perdió la identidad mostrada en los primeros veinte minutos. Cuando la efectividad en el tiro bajó, comenzaron a aparecer los fantasmas. El Banvit encontró en esa debilidad murcianista cuando aparecen los problemas a su mejor aliada. Los turcos llegaron a firmar un parcial de 6-14 para apretar el marcador hasta un 58-45. Sito Alonso paró el choque con un tiempo muerto cuando quedaban 4:48 para el final de este período y puso en pista a Booker y Durán. El cuestionado base estadounidense comenzó con un recital de efectividad en el tiro que le llevó a sumar 10 puntos en un final de período que volvió a dejar la renta al filo de la doble decena de nuevo (68-51).

En el último cuarto, Sito Alonso prefirió reservar a arriesgar. Dejó a Milton Doyle durante todo este período en el banquillo buscando dar confianza a otros jugadores, pero sobre todo evitar lesiones antes del compromiso del domingo ante el Breogán. La renta se estableció por encima de los 15 puntos, teniendo protagonismo en la fase final del choque dos jugadores sin sitio en ACB como Edu Durán y Alberto Martín. Al final, victoria por 86-71 para cerrar la fase de grupos con 13 victorias y una sola derrota.